La primera regla del matonismo escolar, que es como se ha llamado toda la vida de Dios a lo que ahora se denomina bullying, es atacar, a ser posible siempre en grupo, al más débil. En Cataluña, los débiles, tras décadas de racismo institucional que han hecho que una gran parte de la población se avergüence de sus orígenes y de su familia, son los hijos y nietos de la emigración que habla en español y no tiene el privilegio de disfrutar de ocho apellidos catalanes y una genética pura como la soñada por el profeta racial Junqueras.
El episodio de la burla grotesca a la Virgen del Rocío en el programa de TV3 presentado por el millonario Toni Soler y el presunto humorista Jair Domínguez se ha comprendido mal en el resto de España porque no es en puridad un ataque a la religión católica, como se comprueba por el silencio indiferente de toda esa curia indepe carlista y casposa que puso sus iglesias al servicio de las urnas en el intento de golpe de estado del uno de octubre del 17 y a la que le ha resultado absolutamente indiferente el ataque a la Madre de Dios.
Siempre contando con la mansedumbre de una audiencia achantada y acomplejada de forma sistemática desde que pone un pie en la escuela pública
De lo que se trataba, de lo que se ha venido tratando siempre y desde hace décadas, es de conseguir que la Cataluña que no traga baje la cabeza y se avergüence de sus señales de identidad y de lo más precioso de su cultura popular, siempre con la coartada del humor y siempre contando con la mansedumbre de una audiencia achantada y acomplejada de forma sistemática desde que pone un pie en la escuela pública y ahorma su percepción de sí misma como seres inferiores que deben ganarse su aceptación en la sociedad de los elegidos. El propio Jair Domínguez, uno de los presentadores, hacía referencia a su condición de charnego en uno de sus últimos tuits justificando su origen como si fuera necesario hacerlo, como si tuviera que importarle a alguien quién es y de dónde vinieron sus abuelos, porque también es una víctima de lo mismo, representante en su caso de los que han decidido salvar su complejo dando un salto mortal e incorporándose al grupo de los que con más saña van en contra de lo que ellos mismos son. Sålvenos Dios del fervor del converso.
Tv3, con su organigrama infinito y obsceno de cargos y carguillos, es un martillo pilón de autoestimas y un expendedor cruel de carnets de buenos catalanes. Día a día ha ido inoculando a quienes no pueden protegerse de su veneno un patológico odio a sí mismos. Programas de “humor” que destilan desprecio y supremacismo, noticieros sesgados, tertulias monocolores, un vómito continuo frente al que solo cabe una defensa: Desconectar el canal y dejar de verlo, como ya ha hecho una mayoría de la población catalana que ha decidido que ni son inferiores ni maldita las ganas que tienen de dejar que dos payasos como Soler y Domínguez se burlen una y otra vez de su cultura y sus valores. Pero con dejar de ver TV3 no es suficiente.
Cataluña es una sociedad enferma en la que el supremacismo es el agua en la que chapoteamos como peces que ignoran que ese medio en el que tratan de sobrevivir es esencialmente tóxico
El Partido Popular pasó a ser una fuerza residual en el Parlament de Cataluña porque, pudiendo entrar a limpiar de odio una institución que fue modélica en sus primeros años durante la aplicación del 155, se achantó y no lo hizo, como aquellos directores de escuela que hacen caso omiso del matonismo en sus aulas por no molestar a los padres de los bullies. Se perdió una ocasión de oro para acabar con la fuente del odio y al perderse, los acosadores se sintieron fuertes y se crecieron. En ningún país civilizado del mundo se podría imitar en un programa de televisión un acento de forma tan grotesca sin ser inmediatamente cancelado por racista, pero Cataluña es una sociedad enferma en la que el supremacismo es el agua en la que nadamos como peces que ignoran que ese medio en el que tratan de sobrevivir, muchas veces boqueando, es esencialmente tóxico.
La tradición religiosa y cultural del Rocío es posiblemente una de las más bellas no solo de España, sino del mundo, con una riqueza de colores, tradiciones, paisajes y costumbres de una sofisticación y de una estética inigualables. Pero aunque no lo fuera, aunque se tratara de una virgen de un pueblo cualquiera con una romería de andar por casa: Ni Soler ni el atormentado Domínguez son nadie para despreciar nada, ni debemos consentirlo. Frente al bullying, resistencia. Frente a la ofensa, valentía. Que pese más la justificada indignación que el silencio aprendido. Estos matones tiene que notar en su nuca el aliento de los que deciden ponerse de pie.
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación