Corren tiempos difíciles en La Moncloa. El presidente Sánchez está desbordado. Al problema de los ministros salpicados por escándalos y la sublevación independentista catalana se acaba de unir uno nuevo. La marea de pensionistas ha tomado las calles clamando por unas pensiones dignas y su blindaje en la Constitución.
Sánchez, había anunciado que revalorizaría las pensiones con el IPC, eliminando el controvertido factor de sostenibilidad de Rajoy. Sin embargo, en Bruselas no están por la labor, ya que ello supondría un incremento del gasto que España no puede asumir.
La ministra Calviño, presionada por los burócratas de Bruselas, tuvo de cambiar el discurso en el Ecofin para que las pensiones dependan, según ella, de "toda una serie de variables", como la evolución demográfica, el empleo, el nivel salarial, el número de años de cotización y las características y la tasa de reposición de las pensiones. Es decir, nada que ver con lo anunciado por Sánchez y vuelta atrás al sistema Rajoy.
Sánchez, aterrorizado ante la idea de que la marea de pensionistas se lo lleve por delante, decide enviar a la ministra Montero y a la vicepresidenta Calvo al Oráculo de Delfos con la esperanza de que la divinidad les guíe en la solución del problema.
—Divino Oráculo. Danos luz al problema de las pensiones. —dice Calvo
—Sombras oscuras se ciernen sobre vosotros. —responde el Oráculo
—¿Tan negro lo tenemos? —pregunta Montero
—Negro, negrísimo. Tenéis 154.000 millones de euros de gastos al año en pensiones, pero sólo recaudaréis, con suerte, 114.000 millones por cotizaciones sociales. Tenéis un agujero, perdón, una sima, de 40.000 millones de euros —responde el Oráculo.
—¿Y cómo lo estamos tapando? —pregunta Calvo.
—Hasta ahora, por un lado, con unos 20.000 millones de transferencias corrientes, es decir, se lo quitáis a otros. El resto, con la hucha de las pensiones, que ya está tiesa, y con créditos mediante emisión de deuda pública. Eso, ya no será sostenible con el futuro económico de recesión que se avecina. —responde el Oráculo.
—¿Qué consecuencias nos traerá ese futuro económico? —pregunta Montero.
—El precio del petróleo, el cambio euro/dólar y la subida de tipos harán que crezcáis por debajo del 2% durante 2019 y entréis en recesión en 2020. Ello provocará bajada de la recaudación, aumento de parados y de perceptores de pensiones, ampliando aún más el agujero, perdón, la sima. —responde el Oráculo.
—Pero divinidad, hemos prometido a los pensionistas revalorizar sus pensiones con el IPC para que no pierdan poder adquisitivo. ¿Será posible hacerlo? —pregunta Calvo
No queda otra que invertir en tejido productivo, aumentar el peso de la industria en el PIB y liberalizar los mercados dominados por oligopolios
—JA, JA, JA —ríe el Oráculo. ¿Habéis hecho creer a los pensionistas que el IPC mide el coste real de la vida? ¿Es que tomáis a la gente por estúpida? ¡Quién se va a creer que la vida sube un 2,2% cuando la energía ha subido un 12%, el gas un 9% y los combustibles un 10%! —exclama el Oráculo.
—Lo sabemos, divinidad, pero por favor, responda a nuestra pregunta ¿Podremos subir el IPC y pagar las pensiones en el futuro? —reitera Montero.
—La respuesta es NO. Y eso no es lo peor. Si entráis en recesión y no podéis disponer de transferencias corrientes, ni de la hucha, ni de la emisión de deuda, no sólo no podréis revalorizar las pensiones a la gente, sino que tendréis que bajárselas un 35%, como tuvimos que hacer aquí, en Grecia. —responde el Oráculo.
—Entonces, divinidad, ¿cómo podemos hacer que las pensiones sean sostenibles a corto y largo plazo? —pregunta Calvo.
—A corto plazo, debéis tomar el dinero de dónde hay, es decir, de la industria política, y ponerlo dónde no hay, es decir, en el Sistema de la Seguridad Social con cargo a los PGE. Me refiero a los 100.000 millones de euros que despilfarráis en duplicidades, empresas públicas sin sentido, cupos, organismos de dudosa actividad, enchufados, asesores, coches oficiales, dietas, prebendas, etc. Con ello tendréis tapado el agujero, perdón, la sima, al menos para cinco años y dispondréis de superávit para reducir la colosal deuda que os lastra. —responde el Oráculo.
—¿Y a largo plazo? —pregunta Montero.
—Debéis invertir en tejido productivo, aumentar el peso de la industria en el PIB, liberalizar los mercados dominados por oligopolios, fomentar la natalidad, impulsar el capital riesgo desde la vertiente pública y poner en marcha una reforma fiscal que fomente el enriquecimiento y el aumento de la clase media como pilar de la economía —responde el Oráculo.
PD: Hoy les dedico el tema “Gimme Some Lovin” de Spencer Davis Group.
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