Opinión

¡Viva el Rey!

Felipe VI simplemente respondió con elegancia a una ofensa previa que se le hizo a él y, en consecuencia, a España

Se suele criticar y lamentar -con razón- el destrozo que ha hecho este gobierno en el sistema educativo español, sin ser verdaderamente conscientes de los estragos que han causado las diferentes reformas educativas a lo largo de las últimas décadas. La formación de los ciudadanos suele interesar principalmente por dos motivos. El primero, como base de una economía avanzada. El segundo -que debería estar en primer lugar, por cierto-, porque se entiende que a un pueblo analfabeto se lo engaña mejor, y viceversa. No acabamos de darnos cuenta de que la ignorancia que aqueja a los nacidos en los años ochenta en adelante resulta un problema político porque ya no afecta únicamente al electorado: nos gobierna una panda de analfabetos cuasi funcionales y, de aquellos polvos, estos lodos. 

El Che, ese individuo que tildó a los homosexuales de pervertidos sexuales, contrarios al “hombre nuevo” y a los que, en consecuencia, encerró en campos de trabajo

Solemos señalar que las preocupaciones de Podemos y toda su ralea giran en torno a cuestiones absurdas que calificamos con el anglicismo woke. Empleamos toda nuestra energía en desvelar las contradicciones internas que tienen las distintas luchas que abanderan como, verbigracia, el machismo en el que ha acabado incurriendo el feminismo queer. Olvidamos que parte de la diversión radica también en comentar las incoherencias que se dan entre sus reivindicaciones actuales y su pasado ideológico e histórico. Así pues, consumen ideología a espuertas -capitalismo mediante- a través de camisetas y banderas del Che Guevara, jalonadas en muchas ocasiones con el arcoíris que representa al colectivo homosexual. El Che, ese individuo que tildó a los gays de pervertidos sexuales, contrarios al “hombre nuevo” y a los que, en consecuencia, encerró en campos de trabajo. Si las puertas de entrada a los campos de exterminio nazi llevaban inscrita la famosa sentencia Arbeit macht frei (“El trabajo os hará libres”), en los campos del Che bien podría haberse usado la frase “La revolución os hará hombres”. Cabe también recordar a las actuales feministas de izquierdas que fue una de ellas, Victoria Kent, quien luchó en contra del voto femenino en España. Menos mal que ahí estaba la conservadora Clara Campoamor para arreglarnos la papeleta a las de nuestro sexo.

Es esta panda de “nuevos ilustrados” la que se ha rasgado las vestiduras con lo ocurrido en la toma de posesión de Petro en Colombia. Los del “nada que celebrar” todos los doce de octubre. Los mismos que se declaran feministas sin encontrar en Isabel la Católica el ejemplo perfecto de “mujer empoderada” y quienes, por supuesto, ignoran que esta soberana exigió que a los habitantes del nuevo mundo se les tratara con la misma dignidad y derechos que al resto de sus súbditos. Tampoco tendrán noticia de que fue su nieto, el emperador Carlos I de España y V del Sacro Imperio Germánico, quien ordenó detener la conquista con el objeto de que se estudiara filosófica y teológicamente si el movimiento se ajustaba a derecho. De nuestros hermanos hispanoamericanos y su historia sólo les interesa tragarse el mito del buen salvaje y, por tanto, lo desconocen casi todo acerca de su desarrollo como países y cuál es su idiosincrasia propia. Critican al hombre blanco sin comprender que desde su etnocentrismo y sus neuras egocéntricas lo único que consiguen es defender unos regímenes que perpetúan la miseria de su población.

No es la primera vez -ni será la última, por desgracia- que Felipe VI salve a todos los españoles del atajo de rabiosos y analfabetos que nos gobierna

¿Hay algo que no ignore esta gente? No saben qué es la biología, no saben de historia -propia y ajena-, evidentemente de economía van más que escasos. Por no saber, no saben ni lo que es la dignidad y el amor a la patria, pues las únicas naciones ibéricas que les interesan y defienden son inventadas. ¿Tiene sentido esperar que entiendan algo de diplomacia y protocolo? ¿Serían capaces de comprender que el rey, al no levantarse ante la espada de Bolívar, simplemente respondió con elegancia a una ofensa previa que se le hizo a él y, en consecuencia, a España? ¿Puede un paleto entender que, ante las espontaneidades de otro paleto entusiasmado y radical como Petro, un Rey sabe cuál es su responsabilidad y con quién están sus lealtades? No es la primera vez -ni será la última, por desgracia- que Felipe VI salve a todos los españoles del atajo de rabiosos y analfabetos que nos gobierna. Lástima que no podamos decir lo mismo de nuestros representantes políticos. Hasta que estos no dejen de dar vergüenza ajena y de hundirnos en la miseria hablar de república es un suicidio en toda regla. Felipe VI es de lo poco digno y valioso que nos queda: ¡VIVA EL REY!

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