La semana pasada las portavozas del gobierno socialista, ecologista, progresista, europeísta y siga usted con la lista, comentaron de soslayo, como el que desconoce y/o no se cree lo que dice, la mejora en nuestra tasa de crecimiento del PIB, que pasó del 2,3% en el cuarto trimestre de 2018 al 2,4% en el primer trimestre de este año. El dato tiene su interés dado el empeño puesto por este "Gobierno" en el enfriamiento económico y por el convencimiento general de que su gestión será otra ruina socialista, así que hoy revisaremos sus entrañas para ver qué hay detrás de esa mejora estadística y responderemos a la pregunta del título.
Componentes del PIB
El PIB, o la producción total de un país, se puede dividir en los siguientes dos grandes agregados: la demanda nacional y la extranjera, que son los sujetos para los que se produce. Lo que nos dice la estadística es que, desde que el pasado 1º de Junio, cuando el Dr. Falcon y sus aliados derribaron al registrador de la inanidad, la tasa de crecimiento de la demanda nacional (línea verde siguiente gráfica) no ha hecho otra cosa de bajar y ya ha perdido el equivalente a casi un punto de PIB. ¿Se habló de esto en la campaña electoral? No.
Por otro lado, la parte buena es que la demanda exterior ha dejado de restar en el cálculo de la tasa de crecimiento anual. Hay que señalar que este componente viene del saldo en transacciones comerciales exteriores, es decir, de restar a las exportaciones de bienes y servicios las compras al exterior. ¿Se deberá esto a los continuos viajes de Mr. Falcon y su cuadrilla progresista, siempre firmando contratos por el bien del "país"? Al fin y al cabo "su" tesis doctoral iba de eso, ¿no? Veámoslo.
El Sector Exterior
Lo que nos dice la estadística es algo muy distinto de lo deseable. Tal como va el sector y vista su tendencia, el próximo trimestre estará en recesión (dos trimestres con crecimiento negativo), alarma que tendría que haber rugido a los sonados de Moncloa hacia octubre del año pasado. No le vamos a echar toda la culpa al señorito de Tetuán que pace por Moncloa junto a su perro pero, entre jogging y posturitas, podría haber hecho algo, ¿no? Pues no, se tiró ocho meses señoreando la finca y haciendo que hacía. Debe ser que estaba muy ocupado con el empleo de Juana y Valeria.
El caso es que el sector exterior, tras un exitazo histórico, se frenó y ahora va mal y la mejora estadística se debe a que las importaciones van peor que las exportaciones. Lo de las exportaciones tiene mucho que ver con los inventos automovilísticos de la UE, que copia a Alemania con sus dogmas de la OMS, como si no tuviera científicos propios para dar criterios sobre reducción de emisiones, pero ese tema ya lo vimos. Además, la caída de las importaciones es congruente con el enfriamiento de la demanda interna, así que mejor profundizamos en ello.
La demanda interna
Al observar la estadística vemos que, afortunadamente, la inversión (línea gris, siguiente gráfica), tanto en construcción, con su mini burbuja, como en maquinaria, cuyo ritmo cayó tras el cambio de gobierno, parecen haber hecho un suelo tras perder la tendencia alcista, aunque es cierto que la ser una actividad que compromete recursos a largo plazo no suele frenarse en seco, con lo que aún es pronto para sacar conclusiones mayores.
El otro componente, el segundo en magnitud, de la menda nacional que mantiene el tipo es el gasto público (línea morada, gráfica anterior) que, desde que se abandonó la austeridad, hermosa virtud, allá por los inicios de 2017 - hoy podríamos tener equilibrado el presupuesto -, mantiene un ritmo acorde a las fantasías generales de un país donde se sueña con vivir del trabajo de los demás y así construirse un enorme patrimonio a la par del de los ministros actuales.
Como la insuficiencia fiscal es grave y estructural, los partitócratas de casoplón que nos parasitan dicen que subirán más los impuestos y si no te gusta lo que hay eres un enemigo de la "democracia" - Pepiño II dixit -, anuncios que hacen como el que experimenta un placer especial. Pues a este paso, hasta los funcionarios y los trabajadores de los monopolios del IBEX van a saber lo que es vivir como en el Tercer Mundo.
El dato más preocupante de todos es el del consumo privado (línea roja, gráfica anterior), que es el componente de mayor magnitud de la demanda nacional y cuya tasa de crecimiento viene cayendo desde que empezó el lío partitócrata para desalojar al fuma puros y sus sorayos hace ahora un año. Entronizado ZP2, ese amigo de Soros, comienza la aplicación de su agenda psicótica de transformación social e "inhumation interruptus" que, lógicamente, ha dañado el consumo privado y que llevó a preguntarnos si es un "Gobierno idiota". Así las cosas, el motor más potente de la economía crece ya al 1,4%, su tendencia es mala y, como recordaran, lo vimos, si el PIB crece por debajo del 1,3% se destruye empleo.
Gracias al timo del "cambio" ahora tenemos unos consumidores temerosos y expoliados que aumentan su consumo a menor ritmo, generándose menos empleo y menos recaudación. Las gárgolas del desgobierno de España han matado así a una de las espirales virtuosas de nuestra economía, y lo que queda.
¿Pero, volverá la expansión?
La expansión es la mejor parte del ciclo, en ella se han alejado los temores de la recesión, se crece bien y se genera mucho empleo, que es lo que necesitamos y obsesión de esta bitácora digital; tema distinto otra es que el "ciclo" sea modesto por venirse de una juerga inmobiliaria propia de idiotas. Lamentablemente, tras estas elecciones de candidatos con titulaciones fake, de personajes sin oficio ni beneficio ni experiencia relevante en el sector privado, de monopolio televisivo y ejércitos de troles difamadores, no se ha hablado nada de crecimiento y empleo; al contrario, desde los defensores del genocidio comunista y el tiro en la nuca a los demócratas, hasta los que quieren contener el Islam con pellizquitos de monja, todo han sido fantasías fiscales cuyo punto en común es vampirizar a los más pobres y destruir más la demografía y así, lógicamente, no hay progreso.
Eso en el plano interno, porque en el externo, la situación no es buena precisamente. A la amenaza islamista se suma la de los paritócratas de Europa y de la UE, con Francia camino de ser zombi o a Italia que ya lo es y encima tiene un gobierno bocazas, o con Alemania fantaseando con el sexo de los ángeles, y todos siguiendo las estrategias de un orden disfuncional, siendo una de las más graves la que tiene que ver con la nueva política comercial de Estados Unidos, que ya no puede tolerar más el proteccionismo europeo.
Así las cosas mi respuesta sería que no, que en el medio plazo no volverá la expansión y si se alarga la vista tampoco se la ve. Para colmo de males, los profesionales más dinámicos y competentes ya piensan en hacer las maletas, haciéndole sitio a los futuros votantes de los discípulos de George Soros. Eso sí, hemos vencido a Franco, salvado el planeta y traído más "cambio", fantasía que, como sucedáneo de la juerga anterior para vivir del cuento no está mal, y todo gracias a la servidumbre voluntaria. Menudo crimen.
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