El proyecto de EH Bildu es la ruptura. Ni derecha-izquierda ni franquismo-antifranquismo. Que España desaparezca de País Vasco y Navarra, ese es el objetivo. Para entender, en vez de seguir las falsificaciones de Pedro Sánchez, deberíais oír entrevistas a Otegi como la de Radio Euskadi hace unos días. Él, a diferencia del presidente, no te miente sobre sus pactos con el PSOE. Llegó exultante a la emisora desde una de las habituales marchas por la independencia. “Hemos llenado la calle Autonomía”, le dijo a la entrevistadora. El resto, discurso trillado de odio contra “los españoles”.
Vino a decir, en síntesis, que tienen al PSOE comiendo en su mano. La condescendiente entrevista os serviría a los votantes socialistas para entender por qué EH Bildu es quien da el visto bueno al Partido Socialista, no al revés. Habríais oído a un etarra condenado interpretando los crímenes de ETA como un nazi haría con los de Hitler o un comunista con los de Stalin. O ideas como esta: “el Estado estuvo dispuesto a utilizar la violencia para mantener la unidad de España”. Incluso llamar a guardias civiles y policías -en su lucha antiterrorista- “matones y sicarios”.
Denunció que Felipe González y sus ministros viven en la impunidad por culpa de esos jueces que “son tan activos con otras cosas”. Tú ya le entiendes. Pero, queridos socialistas de toda la vida, él os confiesa generoso que no quiere plantear estos temas en términos penales, sino políticos. Como hombre de paz, que diría Zapatero, ahora os ofrece -sin tiros en la nuca- negociar de tú a tú los objetivos de la ETA en la que militó, de “forma democrática”. Euskalerría frente a España. Tendríais que escucharle; eso no os lo va a contar Pedro Sánchez. El objetivo batasuno sería “lograr una convivencia sólida en el país”. Exige que España reconozca sus crímenes.
Para que se entienda. Ellos ya han reconocido “el dolor causado”, no “el Estado”, que aún no le ha pedido disculpas a Otegi
Tiene bien memorizada la narrativa y no va a soltar la pieza. ¿Condena? Está cansado de explicarlo, confiesa. Ellos ya han reconocido “el dolor causado”, no “el Estado”, que aún no le ha pedido disculpas a Otegi. Para que se entienda: los etarras, como escribió el comunista Bertolt Brecht sobre los crímenes de Stalin, “no pudieron ser amables”. La causa era justa, pero no fue posible evitar que se produjeran víctimas, explica. Con el beneplácito socialista, los albaceas de ETA os avisan: “ahora la memoria democrática la interpretamos nosotros”
Toca que “la vuelta a casa de los presos” forme parte del pacto de convivencia, advierte. Echa de menos que, como en “otras guerras”, aquí no haya habido resolución de conflictos y comisión de la verdad. Os interpela a vosotros, electores socialistas. ¿El enemigo, según Otegi? Directo a vuestro corazón: cuando él ve a Núñez Feijóo “viniendo a Vitoria a amenazarnos”, se demuestra, os dice, que “la derecha española sigue instalada en la confrontación”. Y hasta acusa al PP -ya no al PSOE actual- de practicar el supremacismo, porque los franquistas “dicen que la única nación es la española y que la mía (Euskalerria) no existe”. Se le entiende todo; ¿o no?
Os mienten para emocionaros con una narrativa antifranquista al servicio de su hoja de ruta independentista. Pero recordad, amigos socialistas: de cada 100 asesinatos de la banda de Otegi en su larga historia criminal, 95 los cometieron contra la España democrática. Dicen ser de izquierda como vosotros y os lo explican con un par de pinceladas. Primero, por ser contrarios a la OTAN -ya lo era ETA, aclara-, es decir, estar a favor de la paz, de detener lo que el jefe de EH Bildu llamó escalada militar en Ucrania. Y son progresistas, también, por ser partidarios de “topar” los precios, como los peronistas. Pero no te dejes enredar. Lo que en verdad les mueve es la construcción de un Estado separado. Como en el desarrollo de la propia entrevista, 99% de independentismo y 1% de retórica izquierdista.
No hace falta mucho esfuerzo para detectar que todas las concesiones importantes de los socialistas a cambio del apoyo parlamentario están orientadas a servir al proyecto de secesión. Puede que Otegi se explique como un patán, pero lo que le importa arrancar a Sánchez es aquello que sirve a su tribu para expulsar al Estado de País Vasco y Navarra. No os despistéis con falsas pistas. Cuando la entrevistadora le pregunta sobre si ve “suficiente determinación” en el PSOE, le responde que están razonablemente satisfechos.
En Galicia, Cataluña y Euskalerria, razona, se están fortaleciendo los independentismos de izquierda de EH Bildu, BNG, ERC, y, con un PSOE entregado, el proceso se verá como inevitable
Lo de la eliminación de la sedición va por el buen camino, apunta. Bajar penas “es buena noticia”, pero no es suficiente. Se explica: “no se puede perseguir a un pueblo que quiere urnas”. Es decir, en la próxima legislatura, si hay gobierno PSOE, toca arrancar con “derecho de autodeterminación”. Ahora sería más fácil. En Galicia, Cataluña y Euskalerria, razona, se están fortaleciendo los independentismos de izquierda de EH Bildu, BNG, ERC, y, con un PSOE entregado, el proceso se verá como inevitable. En el País Vasco y Navarra, según la estrategia explicada por Otegi, hay dos alternativas. Está el PNV y están ellos. El PSOE al que votáis se limita al rol de auxiliar de independentistas, con unos y con otros. Para entender, si el pacto Bildu-PSOE sobre la Guardia Civil no os abre los ojos, ¿qué más necesitáis?
En pleno Procés, el miembro del Consejo Asesor para la Transición Nacional -la desconexión- Rafael Grasa se ocupó de la sección de Seguridad. AI no tener solución para la seguridad costera en la nueva República, optó por una incongruencia. España, de la que se separaban, no tendría más remedio que prestarles ese servicio por su propio interés. Detectada la carencia, hace poco, pensando en el próximo golpe, le exigieron a Sánchez que guardias civiles expertos formaran a “mossos” en labores de guardacostas. Concedido. Preguntaos, fieles socialistas, si se trata de una simple reorganización administrativa. Sánchez os diría, mintiendo, que es por mandato constitucional.
Electores socialistas: quienes, como Joaquín Sabina, tengan ojos, oídos y cabeza, no podrán ignorarlo. La siguiente concesión, con vuestro voto, será referéndum para la independencia. Para que conste.
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación