El futbolista donostiarra obtuvo múltiples trofeos y galardones en su etapa como deportista en activo, tanto en los varios clubes en los que jugó como en la selección española. Ahora, disputando un partido diferente, Xabi le ha colado a la Agencia Tributaria dos golazos por la escuadra.
En el primer partido, el equipo del Estado recurrió a la consabida táctica del tiqui-taca que tan buen resultado les ha proporcionado en la vía contencioso-administrativa. Así, sin tener en cuenta que ahora jugaban en el campo penal, la Inspección de Hacienda, la Abogacía del Estado y la Fiscalía sobaron reiteradamente el balón pasándoselo una y otra vez argumentando que la sociedad constituida por Alonso, explotadora de sus derechos de imagen, venía a ser una ficción creada para reducir indebidamente el pago de impuestos. Aprovechando la particularidad existente en el caso, también intentó el Estado perforar la meta del contrario arguyendo que Xabi Alonso habría incumplido los requisitos que le permitían aplicarse la normativa fiscal especial que regula la tributación de los derechos de imagen. Además, según el árbitro (Audiencia Provincial de Madrid) el equipo del Estado recurrió al juego duro, pues en el acta dejó constancia de la agresividad con la que se emplearon algunos de sus jugadores (inspectoras de Hacienda declarantes en la causa).
Pacto extrajudicial
Cuentan los cronistas que durante todo el proceso el equipo estatal mantuvo una presión al equipo contrario completamente ajena al fair play. Solo así puede entenderse que avisaran al entrenador (abogado) de Xabi por estar, según ellos, 'jugando a la ruleta rusa'. Aviso que constituiría una clara invitación a un pacto extrajudicial por el que Xabi Alonso se declarase culpable a cambio de una reducción considerable en las penas solicitadas, solución alcanzada en otros casos similares: Messi, Cristiano Ronaldo, Roberto Carlos, Diego Costa … También es una presión ajena al fair play incluir al abogado de Alonso en la acusación, presión que objetivamente constituye un elemento que induce al letrado a aconsejar en beneficio propio la aceptación del reseñado pacto extrajudicial.
Sin embargo, el coraje de Xabi Alonso y de su abogado, convencidos de no haber infringido el reglamento del juego, les empujó a mantenerse firmes en la disputa rechazando la opción del empate pactado, Y como no siempre ganan los malos, el primer partido finalizó con el triunfo de Xabi. La sentencia de 25-XI-2.019 fue concluyente y la Audiencia Provincial procedió a absolverle.
El recurso del equipo perdedor llevó el partido al Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJ-M) que, sin cuestionar el cumplimiento de sus obligaciones tributarias por parte de Xabi Alonso, consideró que la Audiencia Provincial debía motivar con mayor intensidad la aplicabilidad del régimen de los derechos de imagen en el caso considerado. Ya publicamos en esta misma columna (29-01-2.012) que, cumpliendo lo mandado por el TSJ-M, la Audiencia mejoraría su motivación en la cuestión aludida y volvería a absolver al acusado.
Necesario cambio de táctica
Así ha sido. La Audiencia Provincial ha confirmado plenamente el resultado anterior y ha vuelto a declarar ganador a Xabi y perdedor al conglomerado AEAT, Abogacía del Estado y Fiscalía. Esta vez no les ha servido ni su habitual tiqui-taca, ni el ocasional quebranto del fair play.
Sirva lo reflejado en estas líneas para varias cosas. Una, felicitar al equipo ganador (Xabi Alonso y su defensor) por el triunfo cosechado. Dos, constatar el inmaculado arbitraje desarrollado por la Audiencia Provincial. Y tres, desear que los perdedores recuperen la senda del juego limpio. De la capacidad técnica y honestidad personal del actual director general de la AEAT, ambas insuperables, cabe esperar el necesario cambio de táctica.
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