Opinión

¿Y si Begoña se queda en Brasil?

De hecho, las acusaciones le han pedido al juez Peinado que le retire el pasaporte a Begoña

A trueque de que Vuesas Mercedes me tilden de agorero, no soy el único que barrunta esa posibilidad. De hecho, las acusaciones le han pedido al juez Peinado que le retire el pasaporte a Begoña. Por si las moscas y porque la susodicha ha manifestado que, ay que lástima, no podrá acudir a declarar ante Su Señoría el próximo 18 del corriente porque, fíjate tía, la han invitado a participar en la cumbre del G-20 que tiene lugar en Brasil, oh mi Brasil, la tierra donde te encontré, donde mi amor te declaré, donde en mis brazos te estreché.

Debe comprender Su Señoría que, a pesar de las dudas y recelos que albergamos algunos fachas de toda fachosidad, Mari Bego puede esgrimir argumentos de peso. Resulta que la invitación la cursa la mujer del presidente brasileiro Lula Da Silva, oh Lula, menos samba e mais treballar, la señora Janja. Y Bego, que es bien mandada y con educación, no puede hacerle un desaire. Ahora imagine, Señoría, que no va al viaje por presentarse ante usted, total para hacer el paripé, y a doña Janja le sobra una bandeja de croquetas de japuta, palometa, vamos, un plato de macarrones, un solomillo con papas y un flan en la cena oficial. ¡Al precio que están hoy los alimentos! No, no, Begoña es imprescindible y, además, como África ya la tiene bastante peinada, a lo mejor prueba fortuna con ese, por otra parte, enorme y magnífico país, y se da una vueltecilla por allí a ver si entre las tribus amazónicas existe un nicho de mercado que le compre esas cosas que vende, yo no sé, sostenibilidad de género sustancial en las praxis corporativas modernas con resiliencia y perspectiva ecológica global. O lo que sea.

Uno le da una ojeada al derecho civil, penal e incluso militar y se revisa los Aranzadi, y no encuentra tacha legal en la postura de Mari Bego. Pero si en lo ético. Porque es impropio de alguien que se pretende honorable eludir de manera tan chapucera – y boba, porque tarde o temprano tendrá que cumplir con su obligación – sus deberes para con la justicia que la investiga y no precisamente por aparcar donde no debía.

Por otro lado, emborrona cuartillas se pregunta si es feminista esconderte detrás de los pantalones de tu marido

Por otro lado, emborrona cuartillas se pregunta si es feminista esconderte detrás de los pantalones de tu marido y, aprovechando que se pasa el día de viaje porque no puede pisar un palmo de suelo patrio sin que le digan de todo, irse metida en la valija diplomática y escaquearse. Arte que practican tanto ella como su esposo, como vimos en Paiporta cuando Pedrete salió por patas. A lo mejor por eso se entienden Sánchez y Puigdemont, por la afición que comparten para las fugas.

Pero volviendo al tema del asunto, ¿se imaginan que doña Bego se hace un Dioni y, pretextando yo qué sé urgentes asuntos, se instala en Brasil y allá películas?¿Se la podría extraditar?¿Hay Wifi en el Alto Amazonas? No quiero ni imaginarla en medio de la tribu de los Huaorani, que emplean el curare a la mínima, viven aislados por voluntad propia porque lo ajeno les cae fatal, se alimentan de monos y son muy agresivos. O los Mashco Piro, de los que lo último que se sabe es que mataron a un joven seminarista de veinte años que fue a catequizarlos.

¿Y si Pedro, ese hombre enamorado de la luna, perdón, de Begoña, decidiera quedarse también junto a ella y no volver? Eso sería tremendo. O igual no, porque acostumbrado a tratar con seres peores – sus socios, verbigracia – igual los domestica y se convierte en el emperador del Amazonas. Cosas más raras ha hecho. No sé, no sé.

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