¿Se acuerdan de que hace solo tres semanas Yolanda Díaz presentaba a bombo y platillo en el antiguo Matadero de Madrid su plataforma electoral Sumar? Fue el 9 de julio y desde entonces Pedro Sánchez le ha robado el impuesto a los Bancos y empresas energéticas, Pablo Iglesias y Podemos no dejan de robarle protagonismo a cuenta del serial de los audios de Villarejo, y ahora ella misma acaba de anunciar que no presentará Sumar a las elecciones locales y autonómicas de mayo de 2023 porque ”no llegamos a tiempo”… Sí, han leido bien, esas elecciones serán en mayo. Diez meses por delante, pero dice que le falta tiempo.
No, vicepresidenta, tiempo tiene, lo que no tiene son candidatos con ganas de prestarse a su gaseoso experimento. O eso parece. Porque una plataforma nacida sin programa, sin organización y con un liderazgo basado única y exclusivamente en la burbuja mediática de la novedad que usted representa, no en pisar calle y crear agrupaciones; una plataforma basada en encuestas de valoración que fallan más que una escopeta de feria -Adolfo Suárez decía aquello de ”me quieren pero no me votan”- nace muerta. La reciente historia política española está llena de ejemplos. Pregúnteles a Albert Rivera o a Rosa Díez, por no remontarnos a Miquel Roca y la Operación Reformista (1986).
Tengo para mi, no obstante, que el principal error que ha cometido Vd. hasta el momento tiene más que ver con lo personal y lo emocional que con lo estratégico: fue elegida sucesora por Iglesias para liderar en el Gobierno el espacio de Unidas podemos que él dejó con su marcha y, a las primeras de cambio, si te he visto no me acuerdo; no puede estar todo el día con la palabra ”amor” en la boca y despreciar a esa sigla Unidas Podemos que la amamantó en su salto a la política nacional; no puede decir a sus dirigentes “evitad ir al acto de Matadero” -no fueran a robarle protagonismo-, y acto seguido pedirles que llenaran el acto con militantes y cargos de segundo orden… Eso no es ético, ni estético, ni es Sumar de verdad.
Iglesias lleva a cabo contra Sumar una maniobra de manual: achicar el poder de Izquierda Hundida, para que solo queden Díaz y Alberto Garzón como máxima expresión del viejo PCE en el gobierno de coalición y negociar así desde una posición de fuerza
La reacción lógica y esperable en los despreciados por Díaz es ese repliegue táctico que los morados están llevando a cabo en las últimas semanas para salvar los muebles ante el nuevo ciclo PP que se avecina y en el cual no habrá espacio para experimentos del Quimicefa político que está construyendo a su alrededor con Ada Colau, Compromis -Monica Oltra ya no-, Íñigo Errejón y Mónica García de convidados de piedra -ellos tampoco fueron invitados a Matadero-.
Sí, Iglesias está llevando a cabo una maniobra defensiva de manual: achicar terreno a esa Izquierda Hundida con la cual bromeaba hace años -”quedaros con las banderas rojas y dadme las televisiones”- a fin de que solo sobrevivan Yolanda Díaz ella y el ministro de Consumo, Alberto Garzón, como máxima expresión del viejo PCE en el gobierno de coalición, y negociar luego con Sumar desde una posición de fuerza.
Que se lo digan al cesado Enrique Santiago, recientemente reelegido secretario general del viejo partido, o anteriormente a Amanda Meyer, hija de otro histórico del PCE, Willy Meyer, y pareja del coordinador de IU en esa comunidad, Tony Valero, a quien Iglesias y su sucesora Ione Belarra responsabilizan de la traición a Podemos en la configuración de ese fiasco de candidatura que ha sido Por Andalucía en las elecciones autonómicas.
¿De verdad Yolanda Díaz pensaba que ese viejo comunista culo di ferro disfrazado de joven contracultural adicto al podcast que es Pablo Iglesias iba a cederla sin pelear el espacio político que tantos Vistalegre le costó asentar? eso es no conocer a Iglesias ni la naturaleza humana; y solo por eso cabe preguntarse: ¿Quo Vadis vicepresidenta? ¿De verdad cree con la trayectoria errática acreditada en estas tres semanas de pasión va a llegar en condiciones de disputar nada en las urnas?
Podemos no ha dicho su última palabra, no ha renunciado a concurrir por su cuenta si la posición en Sumar no le satisface… y tiene la sartén por el mango: unas elecciones con dos candidaturas de la izquierda a la andaluza sería un completo desastre
Vaya por delante que no pienso que Díaz sea una tapada de Pedro Sánchez, la cual, llegado el momento oportuno, dará el salto a las listas del PSOE. En política, dos más dos no suman cuatro, más bien restan porque al votante no le gusta que jueguen con su papeleta; y además, la reelección del presidente del Gobierno depende hoy, más que nunca, de que el espacio que hay a la izquierda de los socialistas, se llame Sumar ”o como se llame” (Iglesias dixit) obtenga un buen resultado en las urnas y en escaños.
Creo, eso sí, que tiene que pensárselo mucho; llegar a unas generales sin el respaldo político de un buen resultado en las elecciones locales y autonómicas de mayo no es la mejor carta de presentación, digan lo que digan los sondeos sobre la valoración de Yolanda Díaz.
Y Unidas Podemos no ha dicho su última palabra, es decir, no ha renunciado a concurrir por su cuenta si la posición en Sumar no le satisface… tiene la sartén por el mango: unas elecciones con dos candidaturas de la izquierda, a la andaluza, sería un completo desastre porque de los actuales 35 diputados Sumar y Podemos se repartirían 20 como mucho… el resto, a engordar los grupos parlamentarios de PP y Vox. Al tiempo.
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