Opinión

Zapatos vacíos

Se pone el foco en silenciar al acosado en lugar de señalar o trabajar con el que acosa

Zapatos vacíos, así se han quedado muchos niños de este país ante la mirada hacia otro lado de la clase política, de aquellos que gobiernan y legislan y están mucho más interesados por los resultados que obtendrán en los comicios de 2023 que, en legislar para proteger a la infancia.

En este país, ningún niño se ha quedado sin regalo, bien sea en el hospital, en el centro de acogida o en su casa. Por poco que sea, algo seguro que ha hecho que el pequeño despertara con una sonrisa. Ahora bien, serán muchos los niños que el lunes inician el curso con el vacío que le hacen sus compañeros de aula. También habrá otros miles que luchen por superar alguna enfermedad terrible. Esos son los zapatos vacíos más dolorosos que pueden dejarnos los reyes magos de la política.

Casi 250.000 familias que se han unido para pedir una Ley contra el Acoso Escolar. Dejar pasar las agresiones y normalizarlas está a la orden del día de todos los patios de colegio. Todos. Cada vez somos más violentos en general y buen ejemplo de ello son estos patios. Son conclusiones que avalan los datos. El 6 de enero, la sociedad da un claro ejemplo de unidad, en las calles, en los informativos, en las tiendas hay una complicidad total para proteger la inocencia de los menores, la ilusión que produce la llegada de los reyes, la magia de la infancia, momentos únicos protegidos y mimados.

Los abuelos aparcados en residencias tienen los zapatos vacíos porque la regulación de estos centros dejó a miles de ancianos abandonados a su suerte durante la pandemia y nada se ha hecho aún por legislar sobre esta materia

A los reyes de la política parece importarles más las encuestas, la estrategia para derrotar al adversario que trabajar para aquellos que aún no pueden votar o aquellos que ya han dejado de hacerlo por edad o hartazgo. Zapatos vacíos para los que sufren acoso escolar en este país sin ley que lo regule y que les proteja, también para los menores que mueren de cáncer sin que se destinen más recursos económicos y humanos a la investigación en este país. Los datos oficiales apuntan, por ejemplo, que el cáncer sigue siendo la principal causa de muerte hasta los 14 años en España. También los abuelos aparcados en residencias tienen los zapatos vacíos porque la regulación de estos centros dejó a miles de ancianos abandonados a su suerte durante la pandemia y nada se ha hecho aún por legislar sobre esta materia.

Proteger a la infancia y a los ancianos debería ser objetivo primordial de cualquier democracia sólida. En política, es más de lo mismo, pérdida de tiempo y postureo inútil. La mayor crueldad hacia esta parte de la población es dejarles con los zapatos vacíos, mirar hacia otro lado sencilla o cruelmente porque no votan. Tan importante es mejorar la ley del sí es sí para proteger en verdad a las acosadas como proteger a los niños de este país que el lunes vuelven al colegio con el serio riesgo de acoso del que nadie les protege. Aún no hay protocolos generales para atender esta urgencia porque se mira hacia otro lado, porque se pone el foco en silenciar al acosado en lugar de señalar o trabajar con el que acosa.

Según el INE, cerramos 2022 con 22 menores de 15 años que se suicidaron. Que la complicidad que existe el 6 de enero para proteger la ilusión de los pequeños se extienda a lo largo del año, que los reyes magos no hayan dejado a los líderes políticos de este país sus zapatos vacíos de responsabilidad, lealtad, gestión y trabajo por el bien público.

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