Cortar cebolla es una tarea esencial en la cocina, pero trae consigo un inconveniente muy molesto: las lágrimas. Afortunadamente, existen varios trucos que pueden ayudarte a evitar este problema y disfrutar de tus preparaciones sin los ojos irritados. Aquí te dejamos algunos métodos fáciles para poner en práctica la próxima vez que enfrentes a este ingrediente.
1. Refrigerar la cebolla
Uno de los trucos más populares y efectivos es enfriar la cebolla antes de cortarla. Colócala en el refrigerador durante unos 10-15 minutos o en el congelador por unos 5 minutos antes de comenzar. El frío ralentiza la liberación de los compuestos volátiles que causan el picor en los ojos, reduciendo notablemente las lágrimas.
2. Cortar cerca de un ventilador
Si tienes un ventilador a mano, colócalo en dirección opuesta a tu cara mientras cortas la cebolla. El ventilador ayudará a dispersar los gases irritantes lejos de tus ojos, permitiendo que puedas cortar sin molestias.
3. Cortar bajo agua o sumergir la cebolla
El agua es tu aliada en esta batalla contra las lágrimas. Puedes cortar la cebolla directamente bajo un chorro de agua o en un recipiente lleno de agua. Al hacer esto, el agua disuelve los gases que se liberan al cortar la cebolla, impidiendo que lleguen a tus ojos.
4. Utilizar un cuchillo afilado
Esto puede parecer una obviedad, pero un buen cuchillo te puede quitar muchos problemas a la hora de cortar cebolla. Un cuchillo afilado es esencial para cualquier tarea en la cocina, pero es particularmente útil cuando cortas cebollas. Un cuchillo afilado daña menos las células de la cebolla, lo que significa que libera menos gases irritantes. No solo evitarás las lágrimas, sino que también cortarás más rápido y de manera más precisa.
Esto puede parecer una obviedad, pero un buen cuchillo te puede quitar muchos problemas a la hora de cortar cebolla. Un cuchillo afilado es esencial para cualquier tarea en la cocina, pero es particularmente útil cuando cortas cebollas. Un cuchillo afilado daña menos las células de la cebolla, lo que significa que libera menos gases irritantes. No solo evitarás las lágrimas, sino que también cortarás más rápido y de manera más precisa.
5. Masticar chicle
Aunque suene curioso, masticar chicle mientras cortas cebolla puede ser una solución simple para reducir las lágrimas. La acción de masticar mantiene los músculos faciales en movimiento y disminuye la posibilidad de que los gases lleguen a tus ojos.
¿Por qué lloramos al cortar cebolla?
El secreto detrás de las lágrimas al cortar cebolla está en los compuestos que ésta libera. Cuando cortas una cebolla, rompes sus células, lo que provoca la liberación de una enzima llamada alinasa. Esta enzima reacciona con otros compuestos de azufre presentes en la cebolla, formando un gas llamado óxido de propanetial. Cuando este gas entra en contacto con la humedad de tus ojos, se convierte en ácido sulfúrico, lo que provoca el lagrimeo e irritación.
Conclusión
Cortar cebolla no tiene por qué ser una tarea molesta. Con estos trucos, puedes decir adiós a las lágrimas y preparar tus comidas con mayor comodidad. Desde enfriar la cebolla hasta masticar chicle, cualquiera de estas soluciones es fácil de implementar y puede hacer una gran diferencia en tu experiencia en la cocina.
¿Cuál de estos trucos te animas a probar primero?
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