Elecciones autonómicas 2023

Los 'intelectuales y artistas' de siempre no han dado la cara el 28 M

Este 28 M cabía esperar un pronunciamiento de los intelectuales y artistas habituales en auxilio de las denominadas políticas progresistas amenazadas por la derecha y ultraderecha. No ha sido así

Con el precedente del manifiesto Ahora sí destinado a parar los pies a Díaz Ayuso en mayo de 2021 unido al planteamiento plebiscitario del 28 M en torno a Sánchez, cabía esperar un pronunciamiento de los intelectuales y artistas habituales en auxilio de las denominadas políticas progresistas amenazadas por la derecha y ultraderecha. No ha sido así. Por el contrario, ante los comicios locales de 2023 se han hecho oír intelectuales genuinos llamando a terminar con el sistema político iniciado por Zapatero y consagrado por Sánchez, por razones de profilaxis democrática. No en vano, aunque ajenos a la cita con las urnas, nueve prestigiosos catedráticos del Colegio Libre de Eméritos han alumbrado una obra colectiva titulada España: Democracia menguante, de obligada lectura para círculos de influyentes.

En la primera campaña electoral de 2023, ya enlazada con la del próximo 23 de julio, los nombres más sonoros de los actores, actrices, cantantes, escritores, etc. que se presentaban como intelectuales en sus peticiones de voto desde la época de Zapatero, no se han dejado ver. La escasa presencia de personajes conocidos en la campaña de las municipales y autonómicas ha quedado recogida en un titular de elDiario.es de esta forma: Drag queens, 'tiktokers', músicos y actores, la cultura que se moja en las elecciones del 28M. De acuerdo con esa información “la cultura que se moja” ha incluido al hispanista Ian Gibson, la drag Choriza May, el actor Pepe Viyuela o el diseñador Javier Mariscal.

Tras la convocatoria de elecciones generales, ha aparecido un llamamiento de “Rozalén, Elizabeth Duval, Carlos Bardem, Juan Diego Botto y otros intelectuales” en apoyo del partido Sumar. Con una estrofa del himno anarcosindicalista A las barricadas (Negras tormentasagitan los aires/nubes oscuras nos impiden ver”) los firmantes alertan de que “la derecha y la ultraderecha están preparadas y listas para asaltarel Gobierno”, identificando las élites que apoyan al PP con las que alentaron la sublevación militar de 1936, inicio de la guerra civil.

Lo más semejante a adhesiones del mundo de la cultura a la opción política de Pedro Sánchez o de sus socios antes del 28 M han sido dos artículos individuales en El País. El primero, del politólogo de cabecera de la Moncloa, Ignacio Sánchez-Cuenca, desacredita el voto conservador madrileño por reaccionario y primario, explicando así la adhesión a Díaz Ayuso, aunque este catedrático de Ciencia Política reconoce que su análisis se apoya en datos de hace 15 y 30 años. La segunda lanza rota en favor del poder político dominante tuvo más repercusión que la anterior. Bajo el título Anatomía del antisanchismo, el consultor político y presidente del Ateneo madrileño, Luis Arroyo, despliega una apología del presidente del Gobierno y sus conquistas políticas, frente a “la personalización negativa y odiosa” de unas derechas retrógradas “que atacan como un animal herido”.

Frente a la ausencia de abajo firmantes por el lado gubernamental, la campaña de municipales y autonómicas ha conocido pronunciamientos de intelectuales propiamente dichos, los que observan, reflexionan, analizan y proponen, con pensamiento crítico. Tal es el caso del catedrático de Estética y académico Félix de Azúa, referente del pensamiento de la izquierda, que al contemplar la cita del 28 M como una ocasión para juzgar “la aportación socialista al bienestar español” concluye que “esa aportación ha sido la nada, el odio, el cero, la ruina y el expolio. España está mucho peor que antes de la aparición de Sánchez”.

Casi tan llamativa como la toma de posición de Azúa ha sido la de otra personalidad del mundo cultural, el escritor Andrés Trapiello, comprometido tiempo atrás con la izquierda comunista y simpatizante del PSOE de González, quien tras desvelar porqué vota en Madrid a Cs para el Ayuntamiento y al PP para la Comunidad, se retrotrae al siglo XIX: “Ha terminado esta campaña electoral donde empezaban las de aquel tiempo, con la compra de votos (no sólo en Melilla y Mojácar, desde La Coruña a Cartagena por doquiera ha ido Sánchez, ha llevado consigo su piñata...)”.

“(…) el grave dilema con el que se enfrenta en estos momentos la sociedad española no consiste solo en optar electoralmente por izquierda o derecha, por conservadores o progresistas, sino en decidir si se preserva nuestro sistema constitucional o se destruye”. Con esa crudeza se plantean la situación actual los nueve prestigiosos catedráticos autores de la obra colectiva España: Democracia menguante, editada por el Colegio Libre de Eméritos hace cuatro meses y ya agotada. Este libro, junto a la calidad e interés de su contenido, representa, en palabras de Jesús Banegas, el hecho inédito de que un grupo de destacados intelectuales “han decidido salir del armario de la historia”.

Libro de nueve catedráticos del Colegio Libre de Eméritos

España: Democracia menguante, escrito por Manuel Aragón, Francesc de Carreras, Juan Díez Nicolás, Tomás-Ramón Fernández, José Luis García Delgado, Emilio Lamo de Espinosa, Araceli Mangas, Francisco Sosa Wagner y Gabriel Tortella, ha merecido elogiosas reseñas periodísticas junto al silencio de los intelectuales orgánicos y las entidades culturales magnetizadas, subvencionadas o sometidas por el poder.

Ninguna institución, foro académico ni, por supuesto, organismos como el Centro de Estudios Constitucionales, el Consejo de Estado o el Consejo Económico y Social, han recogido la propuesta de los nueve autores de abrir un debate serio sobre la urgencia de un proceso de regeneración democrática. Algo que plantean los catedráticos del Colegio de Eméritos a tenor del “deterioro en que se encuentra la Democracia Española, que está poniendo en grave riesgo el adecuado funcionamiento de nuestro sistema constitucional, con la consiguiente merma de las libertades y el progreso político, social y económico”.

El vacío oficial sobre España: Democracia menguante no ha evitado que su eco haya alcanzado el mundo de la cultura, frenando ciertos impulsos para apoyar sin la debida reflexión a las llamadas fuerzas de progreso frente a los poderes ocultos reaccionarios. Aunque más habrá pesado en escritores y profesores firmantes de los manifiestos de los últimos años que el hiperbólico Ahora sí, ante las elecciones madrileñas de 2021, a la postre resultara inútil. Quien entonces lo encabezó, la columnista y escritora Elvira Lindo, sí ha dado testimonio de sus preferencias y sus rechazos hasta el mismo 28 de mayo.

Lindo, que durante un año ha presidido el Real Patronato de la Biblioteca Nacional de España y desde noviembre pasado pertenece al Consejo Consultivo del PERTE “Nueva economía de la Lengua”, firmaba el mismo día de las elecciones que “la politización del sistema judicial” es una cuestión más esencial que las presuntas irregularidades en las votaciones y una semana antes señalaba a quienes enfangaban la campaña por pedir la ilegalización de Bildu. Dos asuntos, la mediatización de los jueces y “el enfangamiento” de la campaña, también señalados desde las filas del sanchismo.

Hilo de Savater en Twitter a propósito de 'España: Democracia menguante'

Vecino de la creadora de Manolito Gafotas en las páginas de El País, un intelectual reconocido y desinhibido como Fernando Savater se confesaba el 27 de mayo “incapaz de cualquier gestión administrativa y no tengo ni idea de economía. O sea que estoy inmejorablemente diseñado para ocupar un puesto en cualquier ayuntamiento de izquierdas, sea cuqui o valiente”. Mientras la cónyuge de Muñoz Molina reprobaba, sin dar nombres, los “ataques hiperbólicos” del ayusismo y del PP por los resbalones de sus adversarios (Bildu, Melilla), el filósofo Savater tiraba de sarcasmo: “¿quién soy yo, un simple macarra madrileño (…) para codearme con el refulgente escuadrón de héroes y sobre todo heroínas que tienen que salvar a la democracia progresista de la sublevación reaccionaria que pretende retrasarnos a los tiempos oscuros en que el sexo era binario y biológico (…)?”.

Junto a los síntomas de cambio de ciclo político asoman los de un cambio en la proyección de compromisos de intelectuales influyentes y reconocidos como tales, ocupen o no tribunas en los medios de comunicación, a falta de la batalla cultural que el PP aún no afronta. A los citados en estas líneas se podrían añadir varias decenas con semejante nivel de solvencia y prestigio, muchos de ellos dando la cara en defensa del Estado de Derecho, la Constitución y la unidad de España desde la plataforma Foro de Profesores.

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