Podemos se resigna y cierra los primeros acuerdos con Izquierda Unida (IU) para concurrir a las elecciones municipales y autonómicas del próximo 28 de mayo. Los morados dan por enterrada la marca conjunta de Unidas Podemos que Pablo Iglesias y Alberto Garzón cerraron en 2016 con el llamado 'Pacto de los Botellines'. Por el momento, ya hay tres alianzas cerradas en Madrid, Murcia y Navarra. Y ninguna de ellas mantiene el nombre del socio del PSOE en el Gobierno, que ha acusado un fuerte desgaste en los últimos siete años.
Ambas fuerzas optan así por respetar sus propias siglas. Los electores que quieran apoyarles verán Podemos-IU o IU-Podemos. La idea es evitar el desastre de Andalucía, donde el frente amplio se cerró sin apenas margen para que la marca fuera reconocida. Hay otros territorios en los que el acuerdo es inminente. Y, previsiblemente, seguirán la misma lógica. El objetivo es no perder tirón electoral.
La constelación de la izquierda está llena de planetas que aún no saben alrededor de qué estrella girar. Porque la esperanza, Yolanda Díaz, ya advirtió de que no llegaba a tiempo para el test de mayo. Sin ella y sin Sumar, el proyecto de escucha de la vicepresidenta segunda, como opciones, le toca a los partidos que sostienen Unidas Podemos buscarse las habichuelas para evitar daños. Y eso están haciendo, porque según fuentes de Podemos, la vicepresidenta segunda sigue sin dar señales de vida. La 'dama roja' sigue centrada en los actos de su plataforma.
Los morados van con ventaja
Podemos ultimó hace unas semanas su maquinaria electoral. Los morados han desplegado un calendario preelectoral a seis meses vista, ya que no quieren quedarse quietos mientras el resto de partidos de la coalición no concreta sus planes, en referencia a Izquierda Unida y los 'comunes'. Es decir, al resto de fuerzas que conforman Unidas Podemos. Aunque los de Garzón ya tienen también sus nombres listos.
A Podemos no le pareció mal, ya que se trata de repartirse el peso de las candidaturas en función del peso del partido en cada ciudad, pueblo y comunidad. "Si hay zonas en las que IU tiene más peso, pues será normal que la lista se llame IU-Podemos o incluso Unidas Podemos si allí la marca no está gastada", explicó en su momentp una fuente morada a este diario.
En IU piensan igual. Se trata de, reconociendo que la coalición de ambas fuerzas está agotada, evitar batacazos para que los gobiernos progresistas que apoyan junto al PSOE se mantengan. Todos en el espacio confederal saben las elecciones municipales y autonómicas son pequeños laboratorios donde la dinámica nacional apenas tiene repercusión.
El desdén de Yolanda Díaz
Podemos decidió no integrarse formalmente en la futura plataforma de Yolanda Díaz. Pero, como ya contó este diario, la 'dama roja' no va a perder ni un segundo en juegos con los morados, a quienes desdeña por su intención de no diluir sus siglas en las próximas elecciones generales. En la sede de Francisco Villaespesa van a jugar fuerte y reclamarán a la titular de Trabajo una relación de igual a igual entre Podemos y todo lo que surja del proceso de escucha para ser "aliados electorales".
Para más inri, Podemos está en guerra con IU La ruptura es total tras el fiasco de Andalucía, donde el 'frente amplio terminó con los morados fuera de juego por lo que consideran una traición en toda regla. Sin su candidato, Juan Antonio Delgado, como cabeza de lista y sin su nombre en el registro oficial de la coalición 'Por Andalucía', los de Ione Belarra sintieron una gran puñalada de sus otrora aliados indispensables. El dolor de la herida, para más inri, fue mayor por la implicación de Íñigo Errejón para orillar a Podemos.
Lo cierto es que solo hay una cosa que explica el inicio de las hostilidades entre dos partidos. La salida de Pablo Iglesias, creador de Podemos, del Gobierno y del partido rompió el status quo dentro de la alianza confederal. Los de Alberto Garzón, cuyas bases detestan lo que queda de Podemos, cuestionan el reparto de poder dentro de Unidas Podmeos. Se trata de eso. De poder.
La clave Díaz
El tiempo en el que el éxito de la izquierda estaba subordinado al empuje del exvicepresidente segundo Pablo Iglesais se acabó. Y la histórica fuerza que capitaneó Julio Anguita está revisando la relación, especialmente ahora que el nuevo faro, Yolanda Díaz, tiene carné del PCE, integrado en IU. En plata, Izquierda Unida puso en cuestión quién ha de encabezar futuras listas electorales, así como quién debe cocinar la estrategia política en esas elecciones, que prometen determinar el rumbo del país hasta el puerto de las elecciones generales. Y Podemos lo ha entendido.
No obstante, en la sede de Francisco Villaespesa se trabaja con un plan b definido en caso de que finalmente Yolanda Díaz y Podemos no lleguen a acuerdo alguno. Y, precisamente, lleva el nombre de la ministra de Igualdad. Irene Montero, pese a estar harta de 'pelearse' políticamente todos los días y recibir golpes cada minuto, puede estar dispuesta a ese 'sacrificio'. Un movimiento similar al de Pablo Iglesias cuando salió del Gobierno para disputar la presidencia de la Comunidad de Madrid a la popular Isabel Díaz Ayuso ante el secarral en el que se convirtió la arena de candidatos de Unida Podemos dispuestos a morir en la plaza madrileña.
Lo cierto es que en el momento en el que se escribe esta información, Podemos apenas tiene interlocución con Yolanda Díaz. Los morados le afean que no convoque a los líderes de los partidos que sustentan a Unidas Podemos, como hacía Pablo Iglesias. La relación entre el exvicepresidente y la 'dama roja' está herida de muerte. Pero en Podemos aún confían en que impere el sentido común. Solo la unidad puede disputar el poder a la derecha. Eso sí, el motor debe ser Podemos. Iván Redondo dixit.
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