Vox ha arrancado la semana reconociendo que les quedan días "duros" de negociaciones con el PP para sellar los pactos en los distintos municipios donde se podría producir una alternancia en el poder de izquierda a derecha, pero no pierde la vista de las generales que se celebrarán el próximo 23 de julio. Al igual que en la campaña electoral del 28 de mayo, los de Santiago Abascal agitarán la bandera del campo. Esta vez, con las fresas y la tuberculosis bovina como protagonistas y dibujando a Pedro Sánchez como el principal enemigo de ganadores, agricultores, regantes y pescadores. Además de las "élites de Bruselas" y 'su' Agenda 2030.
El malestar del sector va in crescendo. Huelva se convirtió en el epicentro de la contienda política a cuenta del Parque Nacional de Doñana en el mes de mayo y, poco después, la presa de Valdecaballeros, en Badajoz, irrumpió en escena. El Ministerio para la Transición Ecológica liderado por Teresa Ribera anunció el desmantelamiento de esta última, pero los vecinos y ayuntamientos de los pequeños municipios que se abastecen del embalse levantaron el hacha de guerra.
Con las elecciones autonómicas a la vuelta de la esquina, la idea tampoco gustó a la Junta de Extremadura y fue el mismo presidente de la comunidad, el socialista Guillermo Fernández Vara, el que puso pie en pared. "No se va a tirar, punto y final", zanjó. Pero el puñetazo en la mesa del mandatario extremeño no sirvió para sofocar la desazón general -no solo por Valdecaballeros- de ganaderos y agricultores. Y le castigaron en las urnas más que en 2019.
En el caso de Doñana, la batalla continúa. La iniciativa del PP andaluz para regularizar zonas de regadío ilegales en el entorno del parque y la petición de boicot a su fresa por parte de una organización alemana han situado la agricultura de Huelva en el centro de la polémica.
Con la lección aprendida, en Vox pretenden canalizar el descontento del campo y aprovechan cada una de sus intervenciones para defender varias de las reivindicaciones de un sector cada vez más abandonado. Lo hizo Abascal en su primera y segunda comparecencia tras las generales y también el secretario general del partido, Ignacio Garriga, este mismo lunes.
Mientras en España los agricultores tienen que regalar sus sandías, Marruecos multiplica la venta de verdura y frutas por cuatro: sus productos se compran de manera masivaIgnacio Garriga, secretario general de Vox
"Sánchez es capaz de hacer un daño irremediable a los españoles", insistió el líder de Vox para poner como ejemplo la "complicidad" del PSOE con la "injerencia" de Alemania en el riego de la fresa española. Una semana después, Garriga sigue la misma senda. "Pedro Sánchez ha destrozado España. España merece una alternativa y vamos a trabajar para que se haga realidad. Sánchez invierte cinco millones de euros en la construcción de dos plantas potabilizadoras de agua en Marruecos, mientras abandona al sector de la fresa", ha denunciado.
"Mientras en España los agricultores tienen que regalar sus sandías, Marruecos multiplica la venta de verdura y frutas por cuatro: sus productos se compran de manera masiva", sostiene.
Más allá de declaraciones y discursos de precampaña, Vox lanza ofensivas parlamentarias. El Grupo Parlmentario Vox en Andalucía ya ha registrado una proposición no de ley en la que han solicitado reprobar las declaraciones y actuaciones tanto del presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, como de su vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera por "alentar" el boicot al sector fresero onubense iniciado desde asociaciones de consumidores de Alemania.
Los ganaderos y Vox en CyL
El partido del 'campo' también se juega en Bruselas. Allí se desplazaron el pasado jueves el vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Juan García-Gallardo y el eurodiputado Jorge Buxadé para criticar a la Comisión Europea por implementar políticas "que asfixian a los ganaderos de Europa".
García-Gallardo, cuyo Gobierno regional se encuentra en plena contienda con el central por la tuberculosis bovina, responsabilizó a las "élites globalistas y los burócratas de Bruselas" de la desafección y el desaliento que sufren los ganaderos de Castilla y León. El pasado 5 de junio, una manifestación convocada por la Unión por la Ganadería asaltó la delegación territorial de la Junta en Salamanca.
Los ganaderos reclamaban que se destituyera al jefe de la sección de Sanidad Animal y se cambiasen los protocolos para erradicar la tuberculosis bovina. El Ejecutivo de PP y Vox aprobó una resolución para flexibilizar el traslado de vacas que el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación había bloqueado con una orden ministerial, pero el departamento de Planas recurrió y la Justicia le dio la razón.
Desde Europa, el vicepresidente García-Gallardo insistió en "la fallida normativa en materia de erradicación de la tuberculosis bovina, que tras 30 años de implementación, no ha logrado erradicar la enfermedad". En cambio, dijo, esta normativa sí podría llevar "a la desaparición de nuestro sector ganadero y de nuestro sector primario en general". "Es la cuarta vez que venimos a Bruselas en defensa de los ganaderos de Castilla y León. Pedimos derogar el reglamento del año 2020 porque no está funcionando. Con ese reglamento, la Comisión ahoga a los ganaderos de Europa", sostienen desde Vox. Los de Abascal volvieron a poner en cuestión el enfoque de la Comisión Europea, "que parece preferir importar carne de vacuno de Marruecos a apoyar a los ganaderos locales".
Otro de los frentes de Sánchez de cara a las generales es el de la pesca. El 17 de julio -seis días antes de la cita con las urnas- caduca el acuerdo entre la UE y Marruecos. Un pacto que probablemente no se renueve, ya que no se tuvo en cuenta al Frente Polisario cuando la mayor parte de las capturas se hacen en aguas del Sáhara Occidental. En este contexto, medio centenar de embarcaciones del Golfo de Cádiz podrían quedarse sin licencia.
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