Inés Arrimadas decide poner fin a su carrera política tras una década de militancia y servicio en Ciudadanos, según ha podido confirmar Vozpópuli. La portavoz de Ciudadanos en el Congreso de los Diputados ha oficializado esta decisión en una rueda de prensa posterior en la Cámara Baja. Arrimadas cree que ha llegado el momento de poner punto y final a una trayectoria política en la que rozó la gloria con los dedos, y también probó el sabor de la derrota. La expresidenta de Ciudadanos rechaza sumarse al Partido Popular, y acaba de un plumazo con las especulaciones de los últimos meses que la situaban al lado de Alberto Núñez Feijóo.
En su discurso de despedida, Arrimadas ha explicado que "la política debe ser solo una etapa en la vida de las personas, y todas las etapas empiezan y acaban". "He dedicado los mejores años de mi vida para servir a mi país, no hay mayor honor que defender a los españoles. He tenido errores y aciertos, pero siempre he tomado las decisiones pensando en lo mejor para mi país", ha subrayado. La exlíder de Ciudadanos ha dedicado unas palabras de agradecimiento a Albert Rivera y a sus compañeros parlamentarios en Cataluña y el Congreso de los Diputados.
La marcha de Arrimadas deja aún más huérfano si cabe a Ciudadanos. La expresidenta del partido naranja, al cual seguirá afiliada, era su principal activo político. Tras el batacazo del partido el 28-M, la dirigente naranja ha defendido activamente no concurrir a las elecciones generales anticipadas del 23 de julio. Esta postura fue clave para que el resto de miembros del Comité Nacional del partido decidiera enterrar el hacha de guerra política el 23-J. Arrimadas defendió en la reunión de este martes que el partido no podía permitirse otra escabechina electoral, y que lo mejor era parar, rearmarse y presentarse con fuerza en las elecciones europeas de 2024, cuando el clima político esté menos polarizado.
Ante la decisión de la portavoz de CS en el Congreso de no liderar una lista a nivel nacional, el partido se quedaba con pocas opciones para conformar una candidatura. Guasp venía tocada de las elecciones en Baleares, donde no consiguió ningún escaño, y Villacís tampoco logró entrar en el Ayuntamiento de Madrid, quedando lejos de los votos necesarios para ello.
Un antes y un después en CS
Tras hacerse pública la decisión del Comité Nacional de CS de no concurrir a las elecciones generales, el goteo de cargos que han anunciado su marcha del partido ha sido constante. Entre ellos se encuentra Félix Álvarez (Felisuco), candidato del partido a la Presidencia de Cantabria, que tampoco logró ningún escaño. Sin embargo, la salida de Inés Arrimadas marca un antes y un después en la historia del partido. Es la segunda presidenta que abandona la formación tras la renuncia de Albert Rivera a continuar en 2019.
Los últimos tiempos no han sido fáciles para Arrimadas en la formación naranja. Tras tomar la decisión de abandonar la Presidencia del partido, se puso en marcha un proceso de Refundación que concluyó en unas elecciones primarias que dividieron al partido en dos. Su compañero de escaño, Edmundo Bal, le acusó entonces de urdir un plan par poner a sus "títeres" al frente del partido para que "ella pudiera quedarse cómodamente en la Portavocía del Congreso".
La expresidenta de CS ha mantenido un perfil bajo desde la llegada de Patricia Guasp y Adrián Vázquez a la dirección del partido, más centrada en sus intervenciones en el Congreso que en asuntos internos. Sin embargo, Ciudadanos ha trabajado estos últimos meses con un grupo parlamentario roto, una fractura que ha enrarecido el ambiente parlamentario.
Ascenso y caída de una mujer ajena a la política
Al contrario de lo que suele suceder en nuestra fauna política, Inés Arrimadas no es una política profesional, es decir, no se ha dedicado siempre a esto. Arrimadas trabajaba como consultora en la firma D’Aleph, con sede en Barcelona, cuando en 2010, con 29 años, decide acudir con una amiga a un mitin de Ciudadanos. Su padre había sido concejal de UCD en los 80, así que lo de ser de centro se llevaba en la familia.
Se afilia a Ciudadanos en 2011 y en 2012 entra en las listas de Barcelona, logrando escaño como diputada en el Parlamento catalán. Se convirtió en la 'favorita' de Albert Rivera, que cada vez cedió en ella mayores responsabilidades. En 2015 fue nombrada portavoz de CS en el Parlamento catalán, y en las elecciones de ese mismo año el partido consigue 25 diputados y se convierte en líder de la oposición. Dos años después, Arrimadas lograría su gran victoria electoral, ganando las elecciones en Cataluña con 36 escaños.
En 2019 dio el salto a la política nacional y consiguió asiento en el Congreso de los Diputados. Tras la marcha de Albert Rivera, se enfrentó a Francisco Igea en unas duras primarias que ganó con el 76% de votos de la militancia.
En 2021, Arrimadas tuvo que hacer frente a importantes crisis en su formación como el fracaso electoral de CS en las elecciones catalanas y la fallida moción de censura en Murcia, toda una bomba de relojería que acabaría con los gobiernos de Ciudadanos en Madrid y en Castilla y León. El batacazo en las elecciones andaluzas, cuando CS perdió el gobierno andaluz y a todos sus diputados, iniciaría la marcha atrás de Arrimadas en política.
El día ha llegado. Desde hoy se acabaron los discursos de Inés Arrimadas en el Congreso de los Diputados. La Cámara Baja pierde una de sus mejores oradoras, y Ciudadanos se queda huérfano de madre y afronta su futuro con cada vez menos nombres propios.
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