- Hablamos con los candidatos y candidatas de cinco partidos que seguramente serán de nuevo fuerzas extraparlamentarias tras el 23 de julio
- Sin embargo, su papel en ocasiones va más allá de tener representación, como bien han evidenciado con su activismo y logros PACMA o Un Mundo Más Justo
- Frente Obrero, el sexto partido con el que charlamos, es debutante en estos comicios generales
Si contamos los datos de la repetición de las elecciones de 2019, celebradas el 10 de noviembre de aquel año, la suma de los votos al Congreso de todos los partidos que forman parte de este artículo no llegaba al medio millón de papeletas. De hecho, ni tocaron la cifra de 400.000 votos. De esa cuenta debemos excluir al Frente Obrero, debutantes a nivel nacional en las inminentes elecciones, y que han conseguido una capacidad de movilización que les ha permitido estar en casi todas las circunscripciones.
De aquellas elecciones de 2019, y dentro de los grupos extraparlamentarios, PACMA (que ha reconvertido sus siglas para ahora ser el Partido Animalista con el Medio Ambiente) fue el que más votos obtuvo al Congreso tanto en abril (326.045) como en noviembre (288.856). A una distancia sideral le siguieron Recortes Cero (que entonces se presentó con Grupo Verde, pero ahora lo hace en solitario), con 46.500 papeletas en abril y alrededor de 35.000 en noviembre y Por Un Mundo Más Justo, que creció de abril a noviembre y pasó de los 21.700 votos primaverales a los 27.000 otoñales. Luego, más distanciados todavía, Escaños en Blanco, con unos 7.100 votos en mayo y casi 6.000 en noviembre, y Falange Española de las JONS, con unos testimoniales 641 votos y 616 papeletas en abril y en noviembre, respectivamente.
PACMA, la primera fuerza extraparlamentaria y la única opción de verdad por los animales
Quizá se puede pensar que PACMA fue el triunfador de este elenco de partidos pero por entonces su idea — que sigue muy viva — era entrar en las instituciones. Sobre todo en abril de 2019, con Silvia Barquero a la cabeza de la formación, se creyó que los animalistas podrían obtener un escaño. La Ley D’Hondt, entre otros factores, les dejó fuera del Congreso a pesar de haber obtenido cientos de miles de votos más que algún partido que sí consiguió escaños. Aquello hizo tanto daño que Silvia Barquero terminó renunciando a presidir el partido. Cuatro años después es Yolanda Morales quien acude como candidata a la presidencia del Gobierno para estas elecciones de 2023. Con ella lo hemos tenido sencillo, pues además de su cargo político, es la portavoz del partido y la encargada de la comunicación. Una realidad que demuestra que PACMA está profesionalizado, pero que también maximiza sus recursos.
“Para nosotros entrar en las instituciones sería meter la patita”, nos cuenta al otro lado del teléfono Yolanda, a punto de emprender su viaje a Madrid desde Tenerife para empezar la campaña electoral. “El ser la primera fuerza extraparlamentaria nos deja en una situación difícil, porque no tenemos los medios de un partido grande, pero la gente, la sociedad, espera que actuemos como tal en muchas ocasiones”.
Su lucha por y para los animales es algo identitario, dentro de una formación que nació para esa pelea hace casi 20 años y que no renuncia “como sucede en Portugal”, a formar parte del Congreso. “Requerimos que los animales sean mejor tratados. Es algo que ya se ha ido aceptando en la sociedad, en parte porque ahora es más sencillo documentar y visibilizar todas las aberraciones que se les hacen”. PACMA, muy potente en redes sociales, es un claro ejemplo de que un partido extraparlamentario tiene mucho que decir y mucho que influir, a pesar de que ser parte del Congreso les daría ese salto de calidad. “Pero no nos acomodaríamos. No diríamos ‘ale, ya está, aquí cuatro años'”, enfatiza Yolanda, que quiere dejar ese punto claro.
Para nosotros entrar en las instituciones sería meter la patita. La izquierda y Podemos utilizaron a los animales como herramienta. La derecha, como basuraYolanda Morales, candidata por PACMA a la presidencia del Gobierno
Y también quiere subrayar que de nuevo estamos regresando a un bipartidismo que va a volver a terminar con la poca diversidad que había en el Congreso. Poca diversidad que un día pareció virar algo merced a partidos como Podemos o Ciudadanos. “Pero mira dónde están ahora. Usaron a los animales como herramienta. Esto es algo que ha hecho sobre todo la izquierda y Podemos. Vieron que ahí había votos y los utilizaron. Sus campañas del voto útil nos hicieron mucho daño porque Podemos vio que se le podían ir miles de votos, que irían a parar a PACMA. Entonces usaron a los animales”, lamenta Yolanda, quien sabe que no va a poder evitar que le pregunte, casi para que me lo confirme, si están más escorados a la izquierda o a la derecha. “A la izquierda, claro, pero nuestra principal motivación son los animales y el medio ambiente. La derecha trata a los animales como basura y la izquierda como herramientas. Nosotros pedimos sentido común con ellos. De la derecha no esperamos nada, pero la izquierda es el ejemplo de la decepción, porque de ellos sí que esperábamos algo”.
¿Y para el 23-J? “La gente vota para que no salga el que no quiere, no para que salga el que desea. Y eso es un hándicap para PACMA, aunque hemos crecido en estas elecciones autonómicas y provinciales, así que somos optimistas”.
Recortes Cero, el único partido en todas las circunscripciones junto con el PP y el PSOE
47.000 avales, circunscripción por circunscripción, para estar presentes en las 52 circunscripciones al Congreso y en las 59 al Senado. Nuria Suárez, candidata de Recortes Cero a la presidencia del Gobierno, es una gestora cultural que vive en Barcelona y que está absolutamente convencida de que tarde o temprano Recortes Cero y sus ideas y proyectos entrarán en las instituciones. “Recogimos los avales en dos semanas, porque la primera, justo tras la convocatoria de Pedro Sánchez de ese lunes 29 de mayo, la dedicamos a decidir y votar qué hacíamos. Y votamos concurrir a las elecciones generales para ser una alternativa al atraco sistemático que se le está haciendo a la población”, señala a Vozpópuli en un descanso antes de entrar en una reunión a primera hora de la mañana.
“Entiendo la política de ayudas y no todas me parecen mal, pero no se pueden basar en aumentar la deuda pública. Abogamos por una distribución de la riqueza, basadas en ideas muy sustentadas: la reindustrialización del país — con la reconstrucción del tejido industrial de su mano —, atajar el desempleo hasta dejarlo por debajo del 7% y emplear los miles de millones de rescates a los bancos en ayudar a la industria, a las Pymes. No podemos seguir siendo la Florida europea”.
Para Nuria, quien vote a Recortes Cero ejercerá un voto de “unidad nacional”, de presente, pero también de futuro. “Proclamamos una unidad progresista, solidaria, sin fragmentación nacional. Trabajamos con el absoluto convencimiento de que llegaremos a las instituciones algún día, pero queremos crecer paso a paso y no de golpe”.
Trabajamos con el absoluto convencimiento de que llegaremos a las instituciones algún día, pero queremos crecer paso a paso y no de golpeNuria Suárez, candidata por Recortes Cero a la presidencia del Gobierno
Desde Recortes Cero insisten en que son contrarios a las subvenciones a los partidos políticos que obtienen representación “porque con ese dinero estás sujeto a los poderes. Si no cobras, nadie te paga por defender nada y si te equivocas es por errores que hagamos, no por obedecer a nadie”.
En ese voto de presente y de futuro, Nuria proyecta un tema crucial, casi en el día a día de las conversaciones más comunes: las pensiones. “Proponemos un blindaje constitucional. No puede ser que dependan del gobierno de turno. Y unido a ello, un salario mínimo de 1.200 euros y máximo de 10.000 euros. Entendemos que haya diferentes escalas salariales y con una mejora del suelo salarial se reactiva todo”. Para Nuria, esto es más práctico que los 20.000 euros que promete Yolanda Díaz a los jóvenes cuando cumplan 18 años. “Si no hay una estructura para que esos 20.000 euros funcionen en cinco años esos jóvenes están a cero de nuevo”.
Por Un Mundo Más Justo: otro ejemplo de incidencia política desde fuera de las instituciones
‘Esenciales’. Quizá esta palabra no les suene a muchos a demasiado pero es el nombre de la Iniciativa Legislativa Popular que Por Un Mundo Más Justo consiguió llevar a cabo tras reunir 600.000 firmas. Gracias a ‘Esenciales’, se va a permitir el debate sobre la regularización extraordinaria de 500.000 inmigrantes.
Acciones como esta señalan la importancia que pueden tener también los partidos extraparlamentarios y son lo que marcan el programa de Por Un Mundo Más Justo, cuya candidata a la presidencia del gobierno, Raquel Torrejón, es una profesora de Secundaria y Bachillerato y responsable del Departamento de Matemáticas en un colegio. Como reza el nombre del propio partido, persiguen que haya “menos desigualdades”, dentro de una estructura con muy pocos liberados y trabajadores para el partido y muchos voluntarios. A diferencia de Recortes Cero, en Por Un Mundo Más Justo tienen claro que necesitan el dinero que les daría la representación institucional para poder materializar los objetivos que persiguen. “Tenemos un presupuesto muy bajo pero muchas ganas y mucha energía. Hemos hecho un esfuerzo tremendo para poder presentarnos en 40 provincias. Vale la pena el camino que estamos recorriendo —que incluye una ruta por todas las provincias posibles — para darnos más visibilidad”.
Gracias a ‘Esenciales’se va a permitir el debate sobre la regularización extraordinaria de 500.000 inmigrantes
Y lo cierto es que si a las estadísticas nos atenemos, el partido marca una tendencia ascendente, no sólo de abril a noviembre de 2019, donde ganó unos 6.000 votos, sino en las recientes autonómicas y municipales, donde “triplicamos los votos”.
Sin embargo, la tremenda polarización de esta campaña marca la prudencia cuando le preguntamos a Raquel por un resultado satisfactorio el 23 de julio. “Con seguir la tendencia de las autonómicas y provinciales me vale. Pero quiero ser prudente porque está todo muy polarizado y porque nos presentamos con respecto a 2019 en 40 provincias frente a las 52 de entonces”.
Escaños en Blanco: 720 euros de Bizum recaudados para una campaña
“Sí, soy candidato al Senado, pero realmente es algo simplemente formal, porque nos obligan a ello, a presentar nombres para poder tener un partido y unas candidaturas”. Así arranca nuestra charla con Daniel Lizarralde, candidato al Senado por Gipuzkoa dentro de la formación política Escaños en Blanco. Un partido político que aboga por renunciar a los puestos que pudieran obtener, en este caso serían diputados y/o senadores, y dejarlos sin ocupar durante toda la legislatura. Este partido político no habla por hablar, pues además de comprometerse a ello ante notario, a lo largo de la historia democrática de nuestro país y a través de los diferentes comicios ha conseguido obtener cuatro concejales (todos en Cataluña) y la renuncia a ese puesto siempre se ha hecho efectiva.
Sin embargo, un partido que no llegó a las 10.000 personas que le votaron en las últimas elecciones de generales de noviembre de 2019 no tiene ese planteamiento de renuncia en mente, aunque sea su leitmotiv, simplemente porque no van a alcanzar la representación. Lo saben, saben las cartas con las que juegan, no les importa si les llaman antisistema o si se les plantea que cómo van a luchar para cambiar el sistema si una vez que acceden a él, renuncian al puesto conseguido. “Aglutinamos muchas ideologías”, quiere aclarar Daniel antes de contestar a lo que le hemos preguntado. “Es un planteamiento lógico el que haces, pero creemos que primero se empieza con un escaño, luego con más y sólo con la consecución de representación, aunque renuncies a ella, ya puedes empezar a concienciar de que algo hay que cambiar”. Digamos que es complejo cambiar algo desde dentro si una vez que estás dentro te sales y Daniel entiende esa problemática, pero añade. “Hay que participar, porque ¿cómo vas a conseguir cambiar algo si no lo haces?”
"Primero se empieza con un escaño, luego con más y sólo con la consecución de representación, aunque renuncies a ella, ya puedes empezar a concienciar de que algo hay que cambiar"Daniel Lizarralde, candidato de Escaños en Blanco al Senado por Gipuzkoa
Escaños en Blanco, que en cierta manera hereda el sentimiento de aquellos Ciudadanos en Blanco, busca acoger el descontento, el voto en blanco, que éste se vaya para ellos, porque según Daniel, los que votan en blanco suele ser porque nada les convence. Son demócratas, claro, pero no les gusta lo que hay. Y se entiende que ahí entra este partido, que se presenta en 11 provincias y que viene con buenos resultados tras las elecciones autonómicas y provinciales. Allí triplicaron los resultados anteriores. Y lo hicieron con milagros económicos como un Bizum, con el que recaudaron 720 euros, para financiar la campaña en el País Vasco. En ese sentido, este artesano y profesor de artesanía que nos atiende en su taller, sabe si no fuera por los voluntarios, y “realmente somos todos voluntarios en Escaños en Blanco”, apunta, nada sería posible.
“La gente está con ganas, a pesar del clima político que tenemos. Tenemos energía para estas elecciones”.
¿Te atreves a decir con qué resultado te conformarías?, le preguntamos para cerrar la charla. “Ya con que estén todas las papeletas de nuestro partido en todos los colegios de los lugares en donde nos presentamos lo podemos considerar un triunfo”.
Falange Española de las JONS: “A defender la camiseta”
¿Por qué un partido con apenas 1.200 votos si sumamos las dos elecciones generales de 2019 se vuelve a presentar? Esa es la pregunta que le formulamos a Norberto Pico, jefa nacional de la Falange Española de las JONS, administrativo de profesión y candidato a la presidencia del Gobierno por la formación falangista. “Pues porque hay que defender la camiseta y los colores con profesionalidad”, contesta. “Si todas las elecciones nos pillan mal, la convocatoria de estas en concreto nos pilló fatal”, añade Norberto cuando le preguntamos si como partido pequeño le había cogido a contrapié, como a casi todos las formaciones presentes en este artículo, la sorpresiva y fugaz convocatorio de elecciones generales por parte de Pedro Sánchez.
Merced a la labor de los voluntarios, la Falange ha podido presentarse en 11 provincias, en un proceso que se ha hecho “sin dinero y tirando mucho de esos voluntarios”. “Nos presentamos por un ejercicio de responsabilidad, porque entendemos la política como vocación y porque consideramos que estamos en un momento político clave”.
Nos presentamos por un ejercicio de responsabilidad, porque entendemos la política como vocación y porque consideramos que estamos en un momento político claveNorberto Pico, candidato por la Falange Española de las JONS a la presidencia del Gobierno
Norberto, quien reconoce que efectivamente la Falange Española de las JONS recoge lo mejor de algunos puntos de la derecha y de la izquierda, asegura que le da igual que les llamen fachas, fascistas, extrema derecha. “Estamos a la derecha de VOX y a la izquierda de la opción de más izquierdas, que son muy blanditos”. Ideas como ser contrarios a la eutanasia, al aborto, a la diversidad de género, porque “un hombre es quien tiene pene y una mujer quien tiene vagina”, nos dice, se mezclan con proyectos que efectivamente se han visto al lado más escorado a la izquierda no hace mucho tiempo, como la nacionalización de la banca. “Familia y crítica capitalista”, comprime Norberto sobre qué podría definir a la Falange.
En esta campaña electoral han tenido sus más y sus menos con la Junta Electoral Central alrededor de si tenían derecho a cantar su himno, el Cara al Sol, dentro del derecho a la libertad de expresión en el que la Falange se ampara. Y acabaron dándoles la razón, si bien en anteriores comicios, como los recientes provinciales y autonómicos, se les abrió un expediente que puede terminar con una multa de 10.000 euros por entonar vivas a José Antonio Primo de Rivera y por cantar el Cara al Sol. “Tenemos una posición complicada y se busca aniquilarnos económicamente. Ahora, si nos toca pagar una sanción de 10.000 euros, mal que bien, la pagas, pero si más adelante es de 50.000…”.
Frente Obrero: “Vamos al circo electoral, pero no somos los payasos”
"El Frente Obrero se constituyó en 2018, aunque tuvimos el primer congreso en septiembre de 2021. A las elecciones provinciales y autonómicas de mayo fuimos a aprender, sobre todo en el proceso administrativo que conlleva concurrir a unos comicios”. Fermín Turia, que irá en las listas por Madrid de Frente Obrero, aunque la candidata a la presidencia es Alicia Sanz, asegura en un par de ocasiones durante nuestra conversación que la convocatoria de elecciones generales le ha venido “muy bien” al Frente Obrero. Formación debutante en estas lides nacionales, el Frente Obrero se presenta en al menos 50 de las 52 circunscripciones al Congreso. “Está por ver si nos aceptan los avales en Huelva y nos hemos quedado sin Melilla”, nos cuenta este asesor jurídico en las horas previas al inicio de la campaña electoral. “Nos ha venido muy bien porque esta convocatoria de elecciones y el estar presentes en casi todas las circunscripciones nos ha valido para saber que tenemos mucho apoyo. No nos ha debilitado sino que nos ha reforzado”.
Frente Obrero, creado en 2018, debuta en unas elecciones a nivel nacional y lo hace en casi todas las circunscripciones
Frente Obrero, que este viernes desplegó una lona en Madrid bajo el lema "Que te vote Mohamed VI", puede ser sinónimo, a las primeras de cambio, de izquierdismo radical, pero rápidamente sale al paso Fermín de esa aseveración. “No somos de la izquierda radical. Tampoco es que creamos mucho en la dicotomía izquierda- derecha. Creemos que estamos en un punto en el que eso ya no dice nada, ya no significa nada. Nosotros promovemos un patriotismo revolucionario. El sistema del 78, como algunos lo llaman, se ha demostrado que ya está agotado. Todos los partidos son muy parecidos en las grandes cuestiones. De Vox a Podemos, pasando por todas las formaciones que están entre un punto y otro, encontramos mismas posiciones en materia europea, en el modelo económico, en el modelo migratorio, en el orden constitucional”.
Fermín defiende que el Frente Obrero es más que un partido, es una formación reivindicativa que se toma estas elecciones como una buena plataforma para seguir creciendo. Y ya, a sus ojos, han tenido cierto éxito porque todos los avales les han demostrado un apoyo que o antes no tenían o no sabían que tenían. “No somos comunistas, como se nos ha etiquetado a veces. Yo no soy estalinista, que también se me ha dicho algo de eso, porque el estalinismo no existe. Pero una cosa es no serlo y otra no reconocer que quien liberó los campos de concentración nazis y fue parte esencial para ganar la guerra a los nazis fue la URSS, que entonces dirigía Stalin”.
¿Y para estas elecciones qué esperas? “Darnos a conocer más. Vamos al circo electoral, pero no somos los payasos”.
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