Óscar López está en el ojo del huracán, dentro del PSOE, tras el naufragio de Pedro Sánchez en el cara a cara frente a Alberto Núñez Feijóo. El jefe de gabinete del presidente, que fue portavoz del Grupo Socialista en el Senado durante el primer mandato del hoy jefe del Ejecutivo, se ha convertido en un talismán para el PP: cada vez que 'ayuda' al candidato del PSOE, los populares consiguen una victoria en las urnas.
Así ha pasado, recuerdan en Génova, en las dos ocasiones, previas al debate del pasado lunes, en las que Óscar López ha participado en la preparación de un duelo electoral de este tipo. Pasó en las campañas electorales de las generales de diciembre de 2015 y de las nuevas generales de junio de 2016 después de la renuncia de Rajoy a presentarse a la investidura y el fracaso de Sánchez al intentar cerrar un pacto con Ciudadanos y Podemos
Del cara a cara con Rajoy...
El debut de Óscar López en un debate electoral con Pedro Sánchez se produjo el 14 de diciembre de 2015, día en el que se celebró el último cara a cara hasta el del pasado lunes. Lo protagonizaron el actual presidente del Gobierno y el entonces jefe del Ejecutivo y aspirante a la reelección Mariano Rajoy.
El hoy jefe de gabinete de Sánchez negoció con el PP las condiciones de ese debate y formó parte del equipo de asesores que acompañaron al candidato socialista a la Escuela de Cinematografía y del Audiovisual de la Comunidad de Madrid, situada en Pozuelo de Alarcón (Madrid), y elegida por la Academia de las Ciencias y Artes de la Televisión como la sede del cara a cara.
Junto a Óscar López acudieron el resto de integrantes de la guardia pretoriana de Sánchez en ese tiempo: el secretario de Organización del PSOE y coordinador de la campaña, César Luena; el entonces jefe de gabinete del líder socialista, Juanma Serrano (hoy presidente de Correos), la directora de Comunicación del PSOE, Maritcha Ruiz (hoy presidenta del Hipódromo de La Zarzuela), y su jefa de prensa, Verónica Fumanal.
Como pasó el pasado lunes en el cara a cara contra Feijóo, Pedro Sánchez empleó una estrategia muy agresiva durante el debate, con constantes interrupciones y ataques personales a Rajoy, al que acusó de "no ser decente". Una afirmación que provocó la conocida respuesta airada del entonces presidente: "Es usted un Ruiz" (en vez de un "ruin").
Las crónicas del día siguiente afirmaron, como ahora, que Sánchez había desaprovechado "la única oportunidad" de remontada frente a Rajoy y así se confirmó seis días después en las urnas: el PP ganó las elecciones con el 33.4 % de los votos y 136 escaños, por el 20.8 % de papeletas y 90 escaños para el Partido Socialista.
... al debate a cuatro con Iglesias y Rivera
Apenas seis meses después de esos comicios, los españoles fueron llamados de nuevo a votar ante la imposibilidad de Rajoy y Sánchez de formar gobierno. En esta ocasión, el entonces jefe del Ejecutivo rechazó un nuevo cara cara tras la fuerte irrupción de Podemos y Ciudadanos en el Congreso en diciembre y solo aceptó un debate a cuatro con la participación de Pablo Iglesias y de Albert Rivera.
Como había ocurrido medio año antes, Óscar López lideró los preparativos del debate por parte del PSOE y fue el encargado de negociar con el jefe de gabinete de Rajoy, Jorge Moragas, y dos pesos pesados de Podemos y Cs -Irene Montero y Fernando de Páramo- las condiciones del debate.
Desde el cuartel general de Moncloa Moragas diseñó la estrategia para rentabilizar el 'todos contra Rajoy' que se esperaba en el debate y para que el presidente del Gobierno 'hiciera de menos' a Sánchez frente a los otros dos rivales. Una hoja de ruta que se cumplió a la perfección y acercó una nueva victoria electoral del PP en las urnas.
Así, en los comicios del 26-J, el PP volvió a ganar con el 33.01% de los votos y 137 escaños y amplió la ventaja con un PSOE al que votó el 22,63% de los españoles que participaron en la jornada electoral y se quedó en tan solo 85 escaños.
Sánchez solo ha ganado con Redondo
En octubre de ese mismo año, y tras un tumultuoso Comité Federal, Pedro Sánchez dimitió como secretario general del PSOE y el partido, gobernado por una gestora, facilitó con su abstención la investidura de Mariano Rajoy. Ya en las primarias de 2017, y cuando el líder caído se volvió a postular para regresar a Ferraz, Óscar López optó por apoyar a Patxi López, en una decisión que le distanció del que había sido su inseparable compañero dentro del partido, junto a Antonio Hernando, desde que José Blanco les impulsó para liderar la nueva etapa del partido tras las marchas de Zapatero y Rubalcaba.
La victoria de Sánchez en las primarias frente a Susana Díaz y Patxi López ya llevó el sello de Iván Redondo, que llevó al líder socialista a La Moncloa al animarle a presentar la moción de censura contra Rajoy en mayo de 2018 y blindó la reelección del presidente en las dos elecciones generales celebradas en 2019: tanto las de abril como las de diciembre.
Con Iván Redondo como jefe de gabinete, Sánchez ganó todas las elecciones a nivel nacional desde su regreso a la secretaría general del PSOE: las dos generales, y las municipales y europeas de mayo de 2019. La llegada de Óscar López a Moncloa solo ha aportado escasas victorias a nivel autonómico: Extremadura, Canarias y Castilla-La Mancha el pasado 28-M, pero solo formando gobierno en esta última región.
El balance de Óscar López es demoledor y desde el PP se frotan las manos de cara al 23-J: con el actual jefe de gabinete guiando los pasos de Sánchez, el éxito de Alberto Núñez Feijóo parece asegurado.
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