Un terremoto político sacude España. El tsunami azul que arrastró al Gobierno este domingo ha llevado a Pedro Sánchez a adelantar las elecciones generales -que se celebrarán el próximo 23 de julio-, porque considera que hace falta una "clarificación sobre la voluntad de los españoles y sobre las políticas que debe efectuar el Gobierno". "Solo hay un método para clarificar dudas. Lo mejor es que los españoles se pronuncien", ha señalado Sánchez en una comparecencia sin preguntas desde Moncloa en la que se ha mostrado visiblemente disgustado tras el varapalo que sufrieron tanto su partido como sus socios de gabinete la pasada noche. El presidente ha asegurado que responde "en primera persona" por los resultados. Y es que el PP superó al PSOE en casi 800.000 papeletas.
El adelanto de las elecciones generales, previstas para finales de diciembre, pilla a todo el mundo con el pie cambiado. Es más, el propio presidente no ha especificado si él mismo será el candidato del PSOE. Aunque todo parece indicar que lo será. Tampoco supone una buena noticia para sus socios. La vicepresidenta segunda y líder de Sumar, Yolanda Díaz, aún no llegado a un acuerdo con Podemos para cerrar las listas electorales de su plataforma.
El tiempo apremia y la cercanía de los comicios apenas deja margen a la izquierda del PSOE para concurrir unida. No obstante, la propia Yolanda Díaz ya se ha posicionado en Twitter sobre el adelanto de las elecciones generales: "El mensaje recibido anoche fue muy claro: hay que hacer las cosas de otra manera. Sin distracciones. Desde este mismo momento estamos trabajando para ganar el próximo 23 de julio. Asumo el reto".
La secretaria general de Podemos, Ione Belarra, ha asegurado que Podemos y Sumar han abierto negociaciones para intentar un pacto exprés. Una vez convocados los comicios, la ley electoral da 10 días para registrar coaliciones electorales. De modo que Yolanda Díaz y los morados deben darse prisa si quieren concurrir juntos.
"Salimos a ganar en la segunda parte. Queremos hacer lo que mejor sabemos hacer: remontar
es posible. Con valentía se puede revalidar la confianza en el espacio de Unidas Podemos. Podemos va a estar donde ha estado siempre, trabajando por las temas sociales y por la unidad. En ese sentido quiero comunicarles que estamos trabajando ya para darle a la ciudadanías progresista la noticia que lleva tiempo esperando para que este espacio se presente unido y salgamos a ganar", ha espetado Belarra en una comparecencia, también sin preguntas.
El PSOE no esperaba los "malos" resultados obtenidos en las elecciones municipales y autonómicas del domingo. Solo Castilla-La Mancha y Asturias seguirán siendo gobernadas por los socialistas. La caída de Extremadura y otras cinco autonomías es el termómetro que permite calibrar la magnitud del golpe que se llevó Ferraz y que ha provocado esta reacción del jefe de los socialistas. Ni en los peores pronósticos de Moncloa cabía la posibilidad de que Guillermo Fernández Vara fuera desalojado del poder. Los socialistas, ya en la última semana de antes de votar, se sumieron en el miedo.
La nacionalización de la campaña, planteada como un plebiscito sobre el mandato del presidente, ha jugado en contra de las opciones del PSOE. Por eso, Sánchez mueve ficha y da la palabra a los ciudadanos para que decidan si le quieren al frente de los mandos del país. El jefe del Ejecutivo ha justificado su movimiento en la trascendencia de la coyuntura económica y política que atraviesa el país y el resto del mundo, con la guerra de Ucrania revolucionando el tablero global. El presidente considera que el Gobierno debe tomar aún medidas importantes para garantizar el rumbo de España. Y quiere que los ciudadanos decidan con su voto quién las ejecuta. Moncloa ya se prepara para confrontar modelos.
Lo cierto es que el equipo de Sánchez no ha sabido dar con la tecla. Moncloa y Ferraz tienen un problema de radar demoscópico. Ninguno de los grandes anuncios electoralistas de Sánchez, centrados en vivienda, han servido para conectar al Ejecutivo con una mayoría de españoles. El PSOE no solo ha perdido la mayoría de sus comunidades, también algunos de los municipios más importantes, como Sevilla y Valladolid. Tampoco pudieron conquistar Barcelona, la gran plaza sobre la que querían situar la bandera con el puño y la rosa.
Lo que busca Moncloa
El giro de guion del presidente permite al PSOE sacar del foco la debacle que vivió este domingo. El objetivo de Moncloa es que la campaña de las generales se desarrolle en el contexto de pactos de PP y Vox para hacerse con los municipios y autonomías donde la suma de ambos partidos da mayoría absoluta. El aparato de Ferraz intenta avivar el miedo a la llegada de la derecha y hacer que los españoles decidan entre fuerzas progresistas o de derechas. Es un todo o nada de resultado imprevisible.
Sánchez, además, ha decidido anteponer la convocatoria electoral al semestre de presidencia europea que le corresponde a España y que comienza el 1 de julio. La campaña de los comicios generales, no obstante, se desarrollará con el presidente a los mandos del Consejo de la Unión Europea. Pero si el resultado es mayoritario para el PP, será su líder, Alberto Núñez Feijóo, quien coja el testigo.
Tan solo cinco días antes de las elecciones se celebrará la cumbre UE-Latam-Caribe y que pretende ser el gran escaparate del valor internacional del presidente. Sánchez reunirá en Madrid a todos los jefes de Gobierno de la Unión, de América Latina y del Caribe. Moncloa venderá de nuevo la imagen de un presidente convertido en "actor global". Aunque por el resultado del 28-M ha quedado claro que la baza internacional no levanta el voto del PSOE. Cabe recordar que Sánchez empezó la campaña del 28-M en la Casa Blanca con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden.
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