Elecciones generales 2023

Sánchez cancela mítines y se encierra con sus gurús para apurar su última bala: el cara a cara con Feijóo

El presidente prepara el combate con un equipo de tres personas. Moncloa y Ferraz saben que se la juegan y que solo una victoria por nocaut puede poner en aprieto una mayoría de PP y Vox

La campaña del 23-J, según contaron los estrategas del PSOE, estaba planificada con mucho plató y poca calle. Pero el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y sus gurús han llegado al punto de cancelar actos para centrarse en la televisión. Es más, tienen intención de encerrarse en Moncloa para apurar su última bala. Este martes anularon un mitin en Plasencia previsto para el sábado y un desayuno en la sede del diario La Razón que se iba a celebrar este jueves y todo, según el equipo del presidente, para preparar el debate cara a cara con el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo. Fuentes de la cúpula popular, en cambio, aseguran que Feijóo planificará el duelo el mismo lunes.

Sánchez prepara el combate con un equipo de tres personas: su jefe de gabinete, Óscar López y su adjunto, Antonio Hernando, y, con mucha probabilidad, el productor José Miguel Contreras, según el relato de varias fuentes socialistas. Moncloa y Ferraz saben que se la juegan y que solo una victoria por nocaut en el plató de Atresmedia el próximo lunes puede poner en aprietos una mayoría de PP y Vox. Lo cierto es que por mucho que Sánchez se esté esforzando mediáticamente para reflotar su imagen y el optimismo esté cundiendo en el PSOE y en el Gobierno, los últimos datos de las encuestadoras les dibujan un panorama sombrío.

El PP, con 155 escaños, y Vox, con 29, llegarían a la mayoría absoluta (176) el próximo 23-J. El PSOE, con 107, y Sumar, con 30, se dejarían 18 escaños respecto a los 155 que suman ahora los socialistas y los morados. Pero poco importan esos datos, porque este miércoles saldrá un nuevo barómetro del CIS con una aproximación a la realidad distinta a la de la mayoría de los sondeos que se vienen publicando en España desde los comicios municipales y autonómicos del 28 de mayo.

La camiseta de la remontada en Moncloa

Aunque en Moncloa ven su remontada como una moto. Sólo quedan dos grandes entrevistas audiovisuales, según fuentes gubernamentales, que explican que "el presidente está bien" y reconocen que la intervención del líder socialista en El Hormiguero fue "un chute de adrenalina". En plata: creen haber encontrado la gallina de los huevos de oro.

El productor José Miguel Contreras lleva años colaborando con el PSOE y preparando debates televisivos: asesoró, junto a Miguel Barroso, al expresidente Felipe González en su cara a cara particular con José María Aznar. Tras González llegó José Luis Rodríguez Zapatero, con quien también atesora un amplio historial de asesoramiento. Cabe recordar que fue Zapatero quien le otorgó a Contreras la licencia de LaSexta que quería Globomedia.

Y para lograrla se tejió una alianza con el otro magnate de los medios: Jaume Roures. Con la cadena en su peor momento económico se inició el proceso de fusión entre Antena 3 y LaSexta, de la que surgió Atresmedia con Contreras como vicepresidente. Precisamente será esa casa la que acoja el cara entre el presidente del Gobierno y el líder de la oposición.

El peso de los palmeros

Pedro Sánchez lleva cinco años en Moncloa. Y en todo este tiempo ha cambiado a algunos de sus colaboradores más cercanos. Pero todos, a juicio de varias fuentes que les han tratado y que conocen el engranaje socialista en el Gobierno a la perfección, coinciden en un aspecto: su entrega desmedida y el culto al líder. Son, en definitiva, 'palmeros'. En política, se conoce con este apelativo a quienes aplauden incondicionalmente todo cuanto hace alguien con poder.

De manera que el presidente solo escucha a sus más férreos defensores. Son ellos quienes vetaron en su día cualquier acercamiento a los medios de comunicación, salvo contadas excepciones. Y, ahora, vuelven a ser ellos, esta vez comandados por Óscar López, su hombre en la sombra, y Francesc Vallès -secretario de Estado de Comunicación-, quienes le patrocinan por todos los medios posibles.

El núcleo de Sánchez reconoce, como el mismo presidente, que minusvaloró "el impacto de la campaña negativa permanente" decretada por el PP. Por eso, pretende ahora desarticular el odio al 'sanchismo'. La burbuja de Moncloa, esa desconexión con la realidad política y social del país, se instaló desde el principio en la cabeza de Sánchez y de sus colaboradores, que no se creyeron nunca que los mensajes de la oposición, de algunos opinadores y de los medios más críticos pudiera calar en buena parte del electorado. Y eso que la 'revuelta' de Núñez de Balboa en Madrid durante lo más duro de la pandemia fue el comienzo.

Pero ahora, a menos de un mes de las elecciones, hay dudas sobre la efectividad de la estrategia mediática diseñada por Moncloa para contrarrestar todos estos mensajes. Es cierto que en el partido hay esperanza. En efecto, Sánchez ha salido bien parado de la mayoría de entrevistas en las que ha participado. Solo en Ondacero se le vio más tenso. Pero en El Hormiguero, un programa hostil y señalado veladamente por él, desbordó al presentador. Y este martes, en El Programa de Ana Rosa, supo colocar sus mensajes pese a lo incisivo de la conductora del matinal.

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