El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado este martes después de los resultados de las elecciones autonómicas y municipales 2023 el adelanto de las elecciones generales al domingo 23 de julio. Ante este anuncio, el calendario electoral de cara a esta fecha cuenta con diversos días clave, entre ellos la presidencia de España de la Unión Europea. Uno de los temas que más ha llamado la atención sobre este anuncio sorpresa ha sido la fecha en la que se van a celebrar las elecciones. Nunca ha habido comicios al Congreso y al Senado ni en julio ni en agosto.
Si ha habido precedentes de procesos electorales en junio, tanto generales como autonómicos. Incluso en fechas cercanas a la Navidad. Un 20 de diciembre los españoles tuvieron que acudir a las urnas. En ese momento, Mariano Rajoy aspiraba a revalidar su mandato y tuvo que repetir seis meses después los comicios ante la imposibilidad de forjar un acuerdo de gobierno. Una de las últimas citas con las urnas en junio fue la de los andaluces. Ellos tuvieron que acudir a ejercer su derecho a voto en junio de 2022. Lo que algunos no saben es que Juanma Moreno anunció los comicios para antes del verano porque estaba condicionado por la ley electoral de Andalucía.
Los andaluces no pueden votar en las autonómicas en julio y agosto
El Boletín Oficial de la Junta de Andalucía recoge desde hace 30 años una norma en la que los diputados de la autonomía se aseguraron de que las elecciones no se celebraran nunca en los meses de verano. En 1990 se tenían que celebrar las elecciones autonómicas en Andalucía en verano. Ante esta situación, los partido político temieron que el calor y las vacaciones de verano afectaran de lleno a la hora de ir a votar a la urnas.
En ese momento, el Estatuto de Andalucía no contemplaba que se adelantaran los comicios, es decir, que se tenían que pasar por las urnas cada cuatro años. Antes de que llegara la cita, los partidos intentaron negociar y llevar a cabo una solución ante este problema puesto que julio y agosto son meses de mucho calor y de descanso para la gran mayoría de los ciudadanos.
Con una propuesta de PSOE, PP, IU y el Grupo Mixto se permitía que el presidente de la Junta pudiera adelantar las elecciones un máximo de 60 días siempre y cuando coincidiera con julio y agosto.
En 1994 el Gobierno presidido por Manuel Chaves quiso dar una solución definitiva y las elecciones autonómicas no se celebraran nunca en verano. Junto al resto de partidos que conformaba el Parlamento de Andalucía se dejó reflejado en el artículo 14.2 de la ley electoral andaluza.
Este artículo explica: "El Decreto de Convocatoria fijará la fecha de la votación, que no podrá estar comprendida entre los días 1 de julio a 31 de agosto, y la de la sesión constitutiva del Parlamento, que tendrá lugar dentro de los veinticinco días siguientes al de la celebración de las elecciones".
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