Elecciones generales 2023

Podemos activa la maquinaria para ir en solitario el 23-J en previsión de que no haya pacto con Sumar

El partido apura el plazo, que termina este viernes a las 23.59. Pero algunas direcciones territoriales temen que la cúpula se haya atrincherado y vaya a volar todo por los aires

Un partido, una 'candidatable' -Irene Montero- y una consulta a la militancia para que la dirección haga lo que estime oportuno frente al equipo negociador de Sumar. Podemos activó este jueves la maquinaria para concurrir en solitario el próximo 23 de julio en previsión de que no haya pacto con el partido de la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz. Este viernes a las 23.59 termina el plazo legal para que se registre una coalición en el Ministerio del Interior que aglutine a todos los partidos a la izquierda del PSOE. Pero las negociaciones están siendo duras. Nada sencillas en palabras de Ione Belarra. El principal escollo sigue siendo el puesto y el lugar en la lista de Montero, de la propia Belarra, y del resto de rostros del Podemos más irreductible como Rafa Mayoral y Pablo Echenique. Y así se entiende el juego de la propuesta de Podemos para ir en solitario en Valencia ante el supuesto de veto de Compromís que anunció un acuerdo con los de Díaz minutos después de trascender la queja morada.

Los morados iniciaron este jueves una consulta a sus militantes: "¿Aceptas que el Consejo de Coordinación de Podemos, siguiendo el criterio de unidad que marcó el Consejo Ciudadano Estatal, negocie con Sumar y, en su caso, acuerde una alianza electoral entre Podemos y Sumar?". A las 10.00 de este viernes se cierra el plazo para votar de los inscritos. Pero la pregunta, según reconocen algunos miembros del partido, no es más que el intento de la dirección de lograr una carta blanca para decidir por su cuenta. Podemos y el resto de fuerzas de izquierda ya están en el escenario que tanto quisieron evitar: Andalucía. Entonces, hace poco menos de un año, un "error" de última hora dejó a los morados fuera del primer experimento de unidad.

Pero, por si las moscas, un miembro de Podemos registró también este jueves un partido con el nombre 'Juntas sí se Puede' y con sede en la misma dirección que los morados: Francisco Villaespesa, 18. Podemos ya expuso al equipo de Sumar su línea roja: puestos de salida en Madrid, Barcelona y Valencia. Aunque la gran guerra se está dando en la región de la capital de España, donde la fuerza dominante, Más Madrid, no está por la labor de aceptar que la cúpula de Podemos tenga sitio en la lista, aunque sus declaraciones públicas van en línea contraria. Pero así de claro se expresó uno de sus referentes, el concejal, Félix López-Rey, quien se enzarzó con Pablo Iglesias.

El papel de Pablo Iglesias

Precisamente el exlíder morado está siendo el poli malo de la negociación. El eterno referente de Podemos trata de influir en la negociación para que Yolanda Díaz no humille a su partido. Podemos se duele de que el resto de partidos de la izquierda le quieran reducir a su mínima expresión porque se considera la fuerza tractora que posibilitó, gracias a su entrada en el Gobierno, el liderazgo de la vicepresidenta al que ahora se han sumado hasta 14 fuerzas políticas de toda España. Pero la situación es explosiva. Una fuente morada con peso reconoce abiertamente que "Sumar va a ser más complicado que la España de los cantones". Esta misma fuente reconoce que "en vertebrar todo eso es donde tiene que poner el énfasis Podemos de cara al futuro". De manera que la cúpula morada no le da mucho futuro a Sumar tras las elecciones generales adelantadas por Pedro Sánchez.

Mientras, Sumar sigue queriendo ver el vaso medio lleno. Su recién estrenado portavoz de campaña, el eurodiputado Ernest Urtasun, aseguró este miércoles que las negociaciones, pese a ser complicadas, iban bien y que no se apuraría hasta el final para llegar cerrar un acuerdo. Pero el tiempo avanza y no se ve fumata blanca. La izquierda espera en la Plaza de San Pedro ansiosa para ver a su Mama ungida.

La dirección de Podemos pide "discreción" hasta el final de las negociaciones. Pero algunos cargos municipales y autonómicos están presionando públicamente a la cúpula para que se integre ya en Sumar. Las direcciones autonómicas del partido en la Comunidad de Madrid, en Extremadura y en Navarra se posicionaron públicamente y advirtieron tanto a Ione Belarra como a Irene Montero de que "no hay otro camino" que la confluencia con la vicepresidenta segunda.

Las líneas rojas

Podemos, como ya contó este diario, ha puesto una línea roja a Sumar: sin puestos de salida en Madrid, Barcelona y Valencia, los morados concurrirán por su cuenta en los comicios y reventarán la tan ansiada unidad que este mismo miércoles avaló Más Madrid, con el objetivo de lograr la representación suficiente como para armar un grupo parlamentario propio (al menos 15 diputados).

Las consecuencias de ese movimiento serán una sentencia a cualquier posibilidad de que el PSOE y Sumar puedan articular una mayoría alternativa a la que sumen PP y Vox. Todas las encuestas privadas sitúan al presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, a los mandos de Moncloa. Y tres opciones a la izquierda de los socialistas ahondarán el golpe que se llevará la coalición que habita el Consejo de Ministros.

En Podemos saben que Más Madrid es el único actor de Sumar con fuerza electoral suficiente para intentar vetarles. Y esa es la gran partida de ajedrez que se está jugando. Según fuentes conocedoras de los entresijos de la negociación, tanto Íñigo Errejón como Mónica García están haciendo lo imposible por desalojar a Podemos de Madrid. Pero Podemos se revuelve. Los morados calibrarán el nivel de humillación al que se les quiere someter en función de la situación en la que queden en las listas. Si hay un partido que no agacha la cabeza es Podemos. Y no les temblará el pulso si deciden finalmente concurrir en solitario.

Los aliados territoriales de Yolanda Díaz quieren reflejar en las listas el peso en las urnas del 28 de mayo y dejar a Podemos contra las cuerdas. Pasaron de 47 diputados autonómicos a 14 y se convirtieron en extraparlamentarios en Madrid, Comunidad Valenciana, Canarias, Castilla-La Mancha y Cantabria. Pero ni por esas Podemos va rendirse. Quieren un acuerdo "justo". Porque, aunque reconocen que han sido quienes más han sufrido electoralmente en las elecciones municipales y autonómicas, como admitió Iglesias, ellos manejan una estructura territorial y de partido suficiente para ofrecer a Sumar. Todo se complica. Viernes de infarto en la izquierda española.

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