Elecciones generales 2023

Podemos amenaza a Díaz con ir en solitario el 23-J si no logra puestos de salida en Madrid, Barcelona y Valencia

Pablo Iglesias aprovechó su espacio en la Cadena Ser, de los pocos que se le escapan al 'yolandismo', para influir en la negociación y que la vicepresidenta segunda no humille a los suyos

Pablo Iglesias no acostumbra a dar puntada sin hilo. El exlíder de Podemos es todo un estratega y, pese a haber salido de la primera línea de la política, sigue practicándola desde los medios. Por eso, la noche del lunes en la Cadena Ser aprovechó uno de los pocos foros que se le escapan a los acólitos de Yolanda Díaz para influir en la negociación entre Sumar, Podemos y el resto de fuerzas con las que la vicepresidenta segunda quiere concurrir el próximo 23 de julio. La situación es de tensión máxima. Según ha sabido este diario, Podemos ha puesto una línea roja a Sumar: sin puestos de salida en Madrid, Barcelona y Valencia, los morados concurrirán por su cuenta en los comicios y reventarán la tan ansiada unidad con el objetivo de lograr la representación suficiente como para armar un grupo parlamentario propio (al menos 15 diputados).

Las consecuencias de ese movimiento serán una sentencia a cualquier posibilidad de que el PSOE y Sumar puedan articular una mayoría alternativa a la que sumen PP y Vox. Todas las encuestas privadas sitúan al presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, a los mandos de Moncloa. Y tres opciones a la izquierda de los socialistas ahondarán el golpe que se llevará la coalición.

Fue el propio Iglesias quien, en un alarde de contar la verdad que los portavoces de su partido no pueden en plenas conversaciones, señaló a Más Madrid, a En Comú Podem y a Compromís, y les acusó directamente de vetar a los principales rostros morados: Ione Belarra, Irene Montero, Rafael Mayoral y Pablo Echenique, entre otros. Eso explica, según reconocen las fuentes consultadas, los movimientos que se produjeron este martes como respuesta a la bomba de Iglesias.

El primero lo provocó uno de los referentes de Más Madrid, Félix López-Rey, quien pese a no tener puestos en los órganos de dirección, se lanzó a atizar a Iglesias por querer imponer a Montero y a Belarra -"las ministras peor valoradas"-. Y el segundo, los 'comunes', que filtraron supuestas conversaciones entre Podemos y ERC para concurrir juntos en las generales en Cataluña, algo que los morados ni confirmaron ni desmintieron, mientras que ERC lo negó. Ambos hechos dan cuenta de la presión que estos partidos están haciendo para reducir a Podemos a su mínima expresión con el pretexto del mapa electoral que los españoles pintaron el pasado 28 de mayo y que borró el morado casi por completo.

Madrid, la clave

En Podemos saben que Más Madrid es el único actor de Sumar con fuerza electoral suficiente para intentar vetarles. Y esa es la gran partida de ajedrez que se está jugando. Según fuentes conocedoras de los entresijos de la negociación, tanto Íñigo Errejón como Mónica García están haciendo lo imposible por desalojar a Podemos de Madrid. Pero Podemos se revuelve. Los morados calibrarán el nivel de humillación al que se les quiere someter en función de la situación en la que queden en las listas. Si hay un partido que no agacha la cabeza es Podemos. Y no les temblará el pulso si deciden finalmente concurrir en solitario.

Fuentes de Más Madrid, no obstante, inciden en que no han llevado ni un veto a la mesa de negociación con Yolanda Díaz y que Iglesias, con sus declaraciones, solo buscó hacerles daño. Pero lo cierto es que Más Madrid, en todo este tiempo, no ha querido ni un solo acuerdo con Podemos. Se constató en las elecciones municipales y autonómicas del 28-M. En Madrid concurrieron los morados e Izquierda Unida por un lado y los de Mónica García por otro. Y los resultados son los que refuerzan a Más Madrid para forzar la salida de la cúpula morada de la ecuación de Sumar.

Quien pone un veto encima de la mesa, abre la barra librePablo Iglesias, exlíder de Podemos y exvicepresidente segundo del Gobierno

El gran escollo, como adelantó este diario, sigue siendo el puesto y el lugar en la lista de Irene Montero. Pero los suyos, con sus renuncias, están marcándole la puerta de salida. En efecto, la renuncia de Alberto Garzón y de Ada Colau a sumarse al barco electoral de Yolanda Díaz es todo un dardo a la número dos morada y ministra de Igualdad. El mensaje está claro: los rostros que nacieron al albur del 15-M están quemados 12 años después. Y no tienen capacidad de aunar voluntades y atraer votantes. Montero no genera ilusión. Pero Podemos está enrocado. El partido sigue defendiendo un trato "justo" y eso implica la presencia de su líder más reconocible en la lista de Madrid, la gran tarta por la que todos se pelean. 

El propio Iglesias eludió responder a la cuestión, aunque dejó claro que "quien pone un veto encima de la mesa, abre la barra libre" para que se vete a otros nombres y "no quiere acuerdo", por lo que exigió "respeto" para las organizaciones. Tanto Yolanda Díaz como Podemos están jugando. Los dos están dispuestos a apurar al máximo el plazo conscientes de que debe haber acuerdo. Todas las fuentes consultadas en el espacio político de Unidas Podemos y en cuartel electoral de Yolanda Díaz, en el ministerio de Trabajo, aseguran que habrá fumata blanca.

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