El PP ve a Pedro Sánchez más débil que nunca dentro del PSOE y los últimos movimientos del presidente del Gobierno alimentan esa tesis. A Génova llega información sobre el malestar de los barones socialistas con su líder y los populares van a intensificar la presión a esos mismos dirigentes autonómicos para que den un golpe contra el jefe del Ejecutivo y secretario general del PSOE en el Comité Federal donde se debe ratificar si él es el candidato a las elecciones generales.
"Va a la desesperada". Así interpretan desde la dirección nacional del PP las decisiones adoptadas por Pedro Sánchez desde hace ocho días, cuando convocó elecciones generales para el 23 de julio. Desde entonces, aún no se ha celebrado un Consejo de Ministros ordinario-el de este martes es el primero tras el anuncio- y tampoco ningún dirigente del PSOE ha comparecido en Ferraz para informar sobre cómo prepara el partido esa cita con las urnas.
Tal y como informó Vozpópuli la semana pasada, Feijóo aún espera rival para el 23-J porque el PSOE aún no ha ratificado a Pedro Sánchez como candidato... y porque en Génova ven ciertos paralelismos a la situación electoral actual con la de 2011, cuando Zapatero adelantó las generales para impulsar la candidatura de Rubalcaba. El presidente, no obstante, volvió a reivindicarse ayer como candidato planteando seis cara a cara con Feijóo.
Para el PP, ese anuncio no solo muestra "la ansiedad" de Sánchez por las malas expectativas electorales del PSOE, sino también su intento de "blindarse" ante cualquier movimiento interno en el PSOE: "Él sabe que aún no ha sido ratificado como candidato a las generales y que la reunión del Comité Federal del día 10 puede ser a cara de perro, sobre todo por parte de aquellos que han perdido sus gobiernos".
El ya solo busca que sean las urnas las que lo echen y no su partido por segunda vez
En este sentido, destacan las fuentes consultadas, "él ya solo busca que sean las urnas las que lo echen y no su partido por segunda vez". En todo caso, añaden, "es una buena noticia" que sea Sánchez el candidato: "Este país quiere echar a Sánchez y se movilizará aún más el voto".
Presión para los barones
En Génova, por tanto, preparan otra vez la maquinaria para volver a pedir a los barones regionales un golpe de mano contra Pedro Sánchez: "El Comité Federal del sábado no puede ser un paseo militar. Un presidente que no puede salir a la calle no puede llegar al máximo órgano de su partido sin que el resto de dirigentes le exijan una rendición de cuentas".
El Comité Federal del sábado no puede ser un paseo militar. Un presidente que no puede salir a la calle no puede llegar al máximo órgano de su partido sin que el resto de dirigentes le exijan una rendición de cuentas
De esta forma, el PP vuelve a poner en el foco a los líderes autonómicos del PSOE que, de cara a la galería, critican al presidente del Gobierno pero luego lo respaldan: "Page ha logrado la mayoría absoluta por ser el candidato que más ha insultado a Sánchez, y Lambán y Vara se han quedado a 4 o 5 insultos de mantener sus gobiernos".
El post-sanchismo
Sobre la figura de Guillermo Fernández Vara, además, hay diferentes lecturas dentro del PP. Algunos cargos creen que su 'marcha atrás' en Extremadura, postulándose a la investidura después de haber pedido su reingreso como médico forense, es el "último servicio a Pedro Sánchez" para tratar de presionar a María Guardiola con un pacto con Vox. Otros dirigentes populares piensan, sin embargo, que "está preparando el terreno para el post-sanchismo".
Estos últimos cargos del PP creen que Vara "seguirá en el partido hasta después del 23-J porque es uno de los que podría presidir la gestora del PSOE que se constituya tras la dimisión de Sánchez". Esta tesis, que se ha movido por diferentes sectores del PP en los últimos días, empieza a tomar fuerza entre importantes dirigentes populares.
Desde la dirección nacional del PP insisten en que la prioridad de Alberto Núñez Feijóo es un gobierno en solitario tras las generales, descartando cualquier pacto con Vox y apelando a que gobierne quien gana las elecciones. Con un PSOE sin Sánchez, apuntan las fuentes consultadas, no sería descartable una nueva abstención como la que ya dieron los socialistas a Mariano Rajoy en octubre de 2016... tras un tumultuoso Comité Federal que acabó con la dimisión de Sánchez.
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