Ni una campaña sin un tiro en el pie de la coalición. El PSOE se revolvió este jueves con la propuesta de consulta pactada de Sumar para Cataluña. En Ferraz ya comprobaron el pasado 28-M el daño que el independentismo hace a sus opciones electorales. Por eso, varias fuentes socialistas consultadas por este diario se lamentan de que sus socios abrieran el melón de un "referéndum de autodeterminación": "No aprenden", sintetiza una de ellas.
Y es que fueron los 'comunes', el alma catalana del partido de la vicepresidenta segunda, quienes pusieron el referéndum encima de la mesa. La cabeza de lista por Barcelona, Aína Vidal, anunció que sería una de las propuestas electorales de Sumar. Pero el equipo de la vicepresidenta, en conversación con este diario, matizó el asunto. Su plan es que se vote el acuerdo que salga de la mesa de dialogo con "un nuevo encaje de Cataluña en España".
Es más, achacan al mero interés de En Comú Podem esa consulta: "Otra cosa es que los comunes, como horizonte a largo plazo, defiendan que Cataluña pueda votar sobre su independencia". Vidal, sin embargo, insiste en que su partido "no se ha movido": "Cataluña tiene que poder votar su futuro. Puede que la diferencia con otras fuerzas es que para nosotras no es una excusa para seguir avanzando en muchas otras materias".
Un asunto espinoso
Lo cierto es que el asunto escuece en la coalición, porque no es un tema sobre el que haya acuerdo. Y, además, perjudica electoralmente en el resto de España. Las fuentes consultadas dentro del PSOE se quejan de que justo ahora que el partido puede vender de cara a las elecciones generales del 23-J una mejor situación política en Cataluña, en Sumar quieran imponer un marco que no les favorece nada.
Aunque estas mismas fuentes socialistas entienden que el resultado del 28-M en Cataluña, donde ERC sufrió un fuerte varapalo en favor de Junts, devuelve el independentismo al centro de la disputa política. Y todo porque el golpe que se llevaron los de Oriol Junqueras se lee en clave de castigo de los acólitos del secesionismo por su fase de diálogo con el Estado y de abandono del 'procés'.
Precisamente Moncloa lleva meses gritando a los cuatro vientos que el proceso soberanista ha muerto gracias a su acción. Pero la previsible llegada al Gobierno de España del PP y, quién sabe si de Vox, ya está calentando las bases en Cataluña y activando el gen independentista. En cualquier caso, lo que esperan en el PSOE es que sus socios no vuelvan a mencionar la independencia de Cataluña de aquí al 23-J. Y, en caso de hacerlo, sea para vender la gestión de la coalición. Poco importa que los socialistas estén en conversaciones para cogobernar Barcelona con el separatismo.
La fuerza de Sumar, clave para el PSOE
Como ya contó este diario, fuentes socialistas explican que manejan datos internos que sitúan al PP con 140 escaños y al PSOE con poco más de 100. Pero lejos de inquietarles, el partido fía todo al potencial electoral de Sumar. La clave para Ferraz es que el recién creado partido de la vicepresidenta segunda sea tercera fuerza y 'robe' el cuarto escaño en liza en las provincias medianas a Vox. Esa es la gran batalla. Y en ese contexto hay que leer el malestar de destacados socialistas.
Los socialistas, que aseguran que suben en intención del voto al igual que el PP, dan por imposible ganar en votos y escaños a Alberto Núñez Feijóo. Por eso, echan el resto a Sumar. Si Vox cae por debajo de los 30 diputados, Pedro Sánchez podría intentar 'revivir' con un juego de alianzas y pactos al que no puede jugar el PP, piensan, por su alianza con Vox.
No obstante, los socialistas predicen una investidura de "infarto" que se resolverá en segunda votación, aunque también ponen encima de la mesa la posibilidad de que haya una repetición electoral. De manera que el escenario de bloqueo en el que se instaló la política española en el ciclo electoral de 2015 y 2016 y en el de 2019 vuelve a dibujarse en los análisis de Ferraz.
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