Nadie tose a Pedro Sánchez en el PSOE. El presidente del Gobierno ha hecho una exhibición de poder y control interno en la elaboración de las listas para las elecciones del 23 de julio. Sánchez ha colocado a todos sus afines, en algunos casos en puestos inverosímiles. Y ha vetado y corregido nombramientos de los territorios más críticos sin despeinarse. Sánchez ha demostrado que la debacle del 28-M ni siquiera ha rozado su liderazgo. "Ni le ha arañado. No le ha hecho ni un rasguño", admitía resignado a Vozpópuli un cargo crítico de la federación madrileña.
El PSOE ha dejado casi cerradas sus listas para el 23-J, que se ratificarán de forma definitiva en el comité federal del sábado. El proceso ha sido en muchos casos surrealista. Y tiene un vencedor claro, Sánchez; y unos derrotados igual de claros, los barones que pensaban en el postsanchismo y tienen ración doble de sanchismo en el grupo parlamentario gane o pierda las elecciones el jefe del Ejecutivo.
Se ha visto a líderes como Javier Lambán corregir su desafío al presidente en menos de 24 horas; a diputados como José Luis Ábalos, apartado y ninguneado por completo hace una semana, volver a manejar teléfono e influencia como si fuera de otra vez la mano derecha de Sánchez; y elecciones de cabeza de lista en Andalucía increíbles como la de Antonio Hernando en Almería.
"Sánchez ha hecho exactamente lo mismo que hizo Zapatero (o Rubalcaba) en 2011: colocar a los suyos. Es lo mismo que hizo Pepe Blanco, colocando entonces a Hernando, Óscar López y un tal Pedro Sánchez", explican fuentes socialistas. "Nadie le ha tosido. Nadie. Y no lo van a hacer. Decían que iba a dar libertad a las comunidades. Y nada de libertad, lo que ha habido son vetos".
Sánchez exhibe su poder en el PSOE
Sánchez ha ejercido su poder. Y el que pensase que el 28 de mayo le había dejado alguna herida, se equivoca. Ni le ha arañado. El presidente, tal y como adelantó este diario, ha pasado el rodillo en Madrid, colocando a Teresa Ribera como su número dos y a Margarita Robles como cuatro. Félix Bolaños será el tres. Y estarán cuatro de los alcaldes derrotados el 28-M repartidos en puestos de salida entre Congreso y Senado.
El revuelo más notable se ha producido en Andalucía, donde Sánchez ha hecho dos nombramientos inesperados. Antonio Hernando, ahora en el Gabinete de Presidencia junto a Óscar López, será el cabeza de lista por Almería. Se trata de una provincia con la que no tiene relación alguna. María Jesús Montero seguirá por Sevilla y el pronto ex alcalde de la capital hispalense, Antonio Muñoz se irá al Senado. Fernando Grande-Marlaska repetirá por Cádiz y el también ministro Luis Planas ocupará la plaza de Córdoba. La sorpresa ha sido ver a la ex vicepresidenta Carmen Calvo propuesta como uno por Granada.
"Lo de los cuneros en Andalucía es un drama", admiten fuentes socialistas. Cunero es como se conoce al candidato que se presenta por una circunscripción electoral a la que no pertenece o de la que no es natural. "El mensaje que se manda colocando a Hernando, que está en Presidencia, por Almería es que dan por perdidas las elecciones".
Ábalos, Calvo y el veto a Urquizu
Calvo ha asistido a su rehabilitación junto Ábalos en Valencia, que irá de número dos de la lista por detrás de la ministra de Ciencia, Diana Morant. Ábalos ha pasado de apestado a aliado de Sánchez en cuestión de horas. Los que perdieron ayuntamientos o gobiernos autonómicos también tendrán su hueco. Son los casos de Óscar Puente, Francina Armengol y Concha Andreu, que perdieron Baleares y La Rioja respectivamente. "Lo que no entiendo es cómo le puede sorprender a nadie. Es la manera que ha tenido Pedro de actuar siempre, y si no ahí están los casos de Hernando o López", recuerdan otras fuentes.
Otro de los episodios más sonados de las listas del PSOE para el 23-J se ha producido en Aragón. La militancia eligió por abrumadora mayoría a Óscar Galeano como número uno por Zaragoza el miércoles. Ni 24 horas ha tardado Ferraz en corregirlo para imponer a la ministra de Educación, Pilar Alegría, al frente de Zaragoza. Fuentes socialistas aseguran que ha sido un acuerdo entre Sánchez y Lambán, en el que quedaba claro que se colocaba a Alegría contra la voluntad de los afiliados aragoneses. Galeano obtuvo 948 votos en Zaragoza. Alegría logró 184, quedando la novena de los siete candidatos que se elegían. Es decir, fuera de la lista.
Pero es que Sánchez no se ha quedado ahí a la hora de restablecer a su portavoz en el PSOE y persona de máxima confianza en este último año. Ferraz ha vetado a Ignacio Urquizu, propuesto para liderar Teruel. Es la segunda vez que lo hace, porque ya le apartó del Congreso en el 2019. Urquizu fue una de las voces más críticas con Sánchez en las primarias del 2017. Pero lleva tiempo alejado de la política nacional, dedicado a la alcaldía de Alcañiz y a las Cortes de Aragón. "Es pura inquina", señalan desde Aragón.
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