El manifiesto recabando el voto del 23J para los partidos que apoyan “las políticas de progreso” con el lema ¡A las urnas las ciudadanas y los ciudadanos!, ha sido de gestación confusa y muestra diferencias significativas respecto a su precedente en las elecciones generales de 2019. En esta ocasión la recogida de firmas llevaba el anzuelo de que el documento era respaldado por Felipe González y cuatro de sus exministros, lo que solo ha ocurrido en parte. Otra singularidad es que entre las adhesiones recibidas faltan algunos nombres relevantes de artistas presentes en el llamamiento de abril de 2019, a la vez que los promotores del recabado de cara al 23 de julio se presentan como miembros del “mundo del trabajo y de la cultura”, evitando llamarse intelectuales.
La cosecha de adhesiones para ¡A las urnas las ciudadanas y los ciudadanos! también se distingue de la obtenida en 2019 en que ha sido precedida unos meses antes, en enero, de un pronunciamiento de quienes sí pueden identificarse como intelectuales, alarmados ante la deriva anticonstitucional del sanchismo y advirtiendo del vaciamiento de los principios y reglas constitucionales, con riesgo de que el país vuelva “a las peores épocas de su historia al declararse fallido (…) un régimen de libertades”. La relevancia de esa alarma y de sus firmantes, más los posicionamientos críticos de socialistas veteranos durante los últimos meses, explican que para el texto presentado ayer en Madrid se hayan procurado firmas de exministros del PSOE. No es ajeno a esa novedad que el promotor de ¡A las urnas…! sea Nicolás Sartorius y Álvarez de las Asturias Bohorques, antiguo dirigente de CC.OO. y del PCE y después cercano al felipismo.
Sartorius, desde la presidencia del consejo asesor de la pujante Fundación Alternativas, en la que antes fue presidente ejecutivo, tiene relación fluida con los exministros de González y de Zapatero que piden el voto para continuar la gestión del gobierno de Sánchez -José María Maravall, Juan Manuel Eguiagaray y Mercedes Cabrera-, y con otros firmantes como Manuela Carmena, Francisca Sauquillo y Joaquín Estefanía, todos ellos miembros del patronato o del comité delegado de la Fundación Alternativas. Esos nombres, junto a los de los también ex ministros Joaquín Almunia (exvicepresidente de la CE), José Montilla (expresidente de la Generalitat), Miguel Sebastián y Ángeles Amador, son las novedades más sobresalientes del manifiesto gestado por Nicolás Sartorius con el concurso de Unai Sordo y Pepe Álvarez, secretarios generales de CC.OO. y UGT, respectivamente. Junto a las novedades en las firmas también son notorias las ausencias en comparación con quienes rubricaron el de las elecciones de abril de 2019, tal como refleja el siguiente cuadro:
Hace cuatro años, ante las primeras elecciones convocadas por Pedro Sánchez el manifiesto Tú decides partiendo de que “la fragmentación de las ilusiones democráticas colectivas es la carta jugada en la actualidad por los poderes económicos salvajes”, en nombre de los “trabajadores de la palabra y la imagen” pedía que “la España real se movilice contra los odios de las mentiras reaccionarias y llene las urnas de bondad democrática”. En contraposición a ese lirismo, ¡A las urnas las ciudadanas y los ciudadanos! ofrece una prosa desaliñada y con errores sintácticos, pese a contar entre sus firmantes con escritores como Luis Landero y Rosa Montero, el ex ministro de Educación José Mª Maravall y los periodistas que dirigen o han dirigido infoLibre y El País.
Reclamo de voto
Este reclamo de voto, sin referencia a ningún partido político salvo para contraponer progresistas y conservadores, quiere responder a la “nueva ofensiva conservadora, con derivaciones ultraderechistas, tanto en España como en otros muchos países de Europa”. Alaba explícitamente al “gobierno de coalición de España” por cómo ha hecho frente a pandemias, volcanes, guerra e inflación, consiguiendo “avances sociales, el crecimiento y la estabilidad del empleo”.
Por todo lo anterior y otros méritos coincidentes con los que vienen repitiendo Sánchez y sus ministros en la campaña electoral, quienes rubrican ¡A las urnas…!, desde ex ministros a sindicalistas pasando por artistas, escritores y profesores, colocan a los votantes en la disyuntiva de seguir avanzando en “igualdad social y de género”, mejores salarios, protección medioambiental y modernización o ser dominados por políticas regresivas de “bajadas de impuestos a los poderosos para recortar el Estado del bienestar”, con derogación de leyes como la de Memoria Democrática y el enfrentamiento identitario entre españoles. Concluyen proponiendo el voto a “los partidos que han apoyado estas políticas de progreso”. Durante la presentación del manifiesto en el madrileño Círculo de Bellas Artes, una interviniente lanzó la advertencia de que lo ocurrido en las elecciones del 28 M “ha sido la reacción de la bestia amenazada” (Nerea Pérez de las Heras) y otro fue más allá al aclarar que había llegado tarde al acto por culpa “de la ultraderecha en el poder que favorece los servicios de Uber y Cabify en detrimento del taxi regulado” (Bob Pop).
Desafío constitucional
Los pronunciamientos políticos de profesionales del espectáculo y las artes arreciaron desde la época de Rodríguez Zapatero, siempre apoyando la opción del PSOE o incluso trazando un cordón sanitario en torno al PP, pero en lo que va de siglo no se había conocido una iniciativa colectiva en sentido contrario a los anteriores desde el mundo de la cultura propiamente dicho, hasta el 18 de enero pasado cuando vieron la luz las 60 líneas tituladas A la sociedad española ante el desafío constitucional. Ese escrito respaldado por 41 catedráticos de distintas disciplinas, exministros del PSOE y de UCD, ex presidentes de la CNMV y del Consejo Económico y Social, magistrados del Tribunal Supremo y del Constitucional, embajadores, académicos, una treintena de conocidos periodistas y dos prestigiosos cineastas, Jaime Chávarri y Manuel Matji, ha sido la primera reacción colectiva desde la academia y la cultura a la trayectoria del gobierno de coalición presidido por Sánchez.
Arrancaba el manifiesto sobre el desafío constitucional que soportan los españoles afirmando que el actual Gobierno “ha quebrado el proyecto histórico del PSOE comprometido con el cumplimiento de la letra y el espíritu de la Constitución de 1978”. Y se dirigía al PSOE “a los muchos socialistas hoy silentes”, al PP y, en definitiva, “a la sociedad española en su conjunto para que reaccione cívicamente ante estas políticas gubernamentales y legislativas”. Aparte del carácter reflexivo, el uso de argumentos jurídicos y el tono moderado de ese documento, la diferente solvencia intelectual y relevancia sociocultural de sus adhesiones, frente a las obtenidas por el promovido ahora por Sartorius, es elocuente:
A la sociedad española ante el desafío constitucional fue el primero de varias descalificaciones del sanchismo desde las filas de la socialdemocracia y del progresismo liberal, cuyos efectos se han acusado en la Moncloa aunque Pedro Sánchez solo se refiera al trato recibido de los medios de comunicación.
Al llamamiento de los catedráticos, exministros, embajadores, etc. del mes de enero, le siguió un demoledor artículo en El País de su exdirector Juan Luis Cebrián, ¿Qué no entiende el presidente del solo sí es sí?, hablando de “la desvergüenza de los diversos integrantes del Gobierno” y sosteniendo que lo de la ley del solo sí es sí no ha sido un error técnico sino “una decisión política” de perversas consecuencias. También por las mismas fechas se puso a la venta la obra colectiva de nueve catedráticos del Colegio de Eméritos, España: democracia menguante. Más recientemente, con la presencia de Felipe González y la intervención de Alfonso Guerra, en la presentación del libro del exministro Virgilio Zapatero, Aquel PSOE. Los sueños de una generación, se escucharon reproches al gobierno de coalición en un acto sin presencia de dirigentes del PSOE ni miembros del Ejecutivo.
Pie Foto 3.- Nicolás Sartorius, promotor del manifiesto presentado ayer.
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