Política

Podemos resucita las cloacas por temor a nuevas investigaciones judiciales al margen de la pandemia

El partido lanza un ataque preventivo contra jueces y la Guardia Civil. En la formación apuntan a investigaciones que exceden el tema de la covid-19 y que podría llegar hasta la financiación de sus campañas

  • Iglesias

Desde hace dos semanas, Iglesias ha recuperado la teoría conspirativa de las “cloacas del Estado”. El pasado miércoles incluso Pedro Sánchez entró en esa tesis dejando entender que el cese del coronel Diego Pérez de los Cobos se debió al intento del Ejecutivo de limpiar el cuerpo de la “policía patriótica”. Pero ahora los miembros de Podemos desvelan una novedad. Atañe al miedo a que en los próximos tiempos se den a conocer nuevas investigaciones que vayan más allá de la covid-19 e involucren al partido y a parte de su cúpula. "Iglesias se puede librar, pero están involucradas personas de su confianza", comentan fuentes de Podemos. 

El estratega militar Sun Tzu escribía que “la rapidez de acción es un factor esencial en la guerra, aprovechándose cuando el enemigo no está preparado, avanzando por rutas inesperadas y atacando cuando no ha tomado precauciones”. El ataque o guerra preventiva forma parte del ideario táctico de Podemos desde su fundación, y en los últimos días fuentes del partido morado aseguran que estamos asistiendo a un capítulo más de esa práctica. Esta vez, centrada en la deslegitimación del mundo judicial y policial para adelantarse a unas investigaciones que excederán el ámbito de la pandemia y que el partido teme que salgan a la luz.

La clave de la nueva campaña de Podemos, que se podría resumir con el término lawfare (guerra judicial) importado del Brasil de Lula, excede el perímetro pandémico. Alcanza cuestiones muy sustanciales que según algunas fuentes podrían alcanzar la financiación de Podemos a lo largo de 2019. Vozpópuli adelantó en varias exclusivas que sobre la financiación de Podemos sobrevuelan sospechas vinculadas al trabajo de una consultora, Neurona, que según fuentes internas trabajó como enlace ideológico y financiero con el Gobierno de Evo Morales. La Cámara de Cuentas está analizando una serie de facturas del partido y sus conclusiones podrían llegar a breve. Y hay algo más.

Efecto rebrote tras el cese del coronel

A nivel interno algunos apuntan a la existencia de una investigación en marcha de las fuerzas de seguridad, que se encontraría en fase de desarrollo. Podemos sospecha que el PSOE está al tanto de esa investigación, y aunque ahora la relación entre Sánchez e Iglesias pasa por su mejor momento, sectores del partido morado temen que el embrollo desatado con el cese de Pérez de los Cobos en la Guardia Civil empuje a los investigadores a hacerlo todo público.

Esta es al menos una de las tesis que circulan en el partido morado que justifica la estrategia de Iglesias de hablar de "golpe de Estado" y "cloacas". Un esquema que, recuerdan, es habitual en la formación y que sirve para convertir al partido en una "víctima". La misma estrategia se empleó en las purgas internas.

El nuevo medio digital vinculado a Podemos, La Última hora, publicó el pasado miércoles que al coronel cesado de la Guardia Civil estuvo detrás de una maniobra destinada a manchar la imagen de Iglesias. Concretamente, con la filtración del vídeo del vicepresidente en un supermercado madrileño sin mascarilla en los días más delicados del confinamiento.

Cuando Marlaska negaba las "cloacas"

Para sorpresas de muchos sectores socialistas, el miércoles y directamente desde el Congreso, Sánchez apoyó la tesis de las cloacas del Estado cuando habló de la “policía patriótica” del PP. La llamada “policía patriótica” hace referencia a un grupo de agentes del Cuerpo Nacional de Policía que presuntamente operó para buscar pruebas que afectaran a la imagen de Podemos en su primera etapa.

Marlaska

Se trata de un giro radical del discurso del PSOE, puesto que hace apenas unos meses Marlaska aseguraba que "las cloacas" no existen en el Ministerio de Interior y que los funcionarios públicos, policías, guardias civiles o funcionarios de prisiones "son cómplices de la Ley y la Constitución".

En el trasfondo de todas las sospechas se encuentra el caso Villarejo. Iglesias aspira a recuperar la condición de “perjudicado” después de que el juez se la quitara tras las numerosas contradicciones de Dina Bousselham, exasesora del líder morado en Bruselas, de cuyo móvil salieron capturas de pantallas con conversaciones comprometedoras para el líder de Podemos.

Otra versión sobre la teoría de las cloacas apunta a las informaciones publicadas en medios de comunicación que describen el envío de dinero a Podemos a través de las islas Granadinas. Iglesias califica esas informaciones de falsas, y su entorno asegura que hubo una conjura contra él. Pero la querella presentada contra los medios que publicaron dicha información depende de la pieza mencionada del caso Tándem sobre Villarejo. Y el líder Podemos teme que caigan las dos de golpe. 

En definitiva, el ataque contemplado como mejor defensa, repiten en Podemos, explica por qué Iglesias ha recuperado un argumento de gran calado electoral en un momento, en teoría, de solidez del Ejecutivo. Para Podemos, la situación política es estable gracias a la división de la sociedad que alimenta Vox. También en el PSOE consideran que el electorado "empatiza" con el Gobierno tras los ataques recibidos. Pero los morados siguen de cerca la evolución judicial. No sea que se ensucie la carrera política del vicepresidente del Gobierno en su momento más brillante.

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