Ya en la primera semana de las nuevas legislaturas municipales comienza a advertirse el influjo de Vox en el orden institucional. Ejemplo de ello ha dado el ayuntamiento zaragozano de Cadrete, cuyo primer teniente de alcalde y concejal de Urbanismo, Jesús García Royo, pertenece a la formación de Santiago Abascal. Royo ha encabezado la que ha sido la primera medida del nuevo Gobierno de esta localidad de 3.000 habitantes: retirar de la plaza de Aragón el busto en bronce del califa o 'príncipe' Abderraman III que mandó en la región en el siglo X y ordenó construir allí un castillo.
La medida tomada por Royo ha contado con el respaldo de un Consistorio presidido ahora por la alcaldesa popular, María Ángeles Campillos, tras un acuerdo de gobernabilidad con Vox (dos ediles) y Cs (uno) para echar al PSOE. "Queremos un pueblo unido y pensamos que en la plaza de Aragón deben colocarse símbolos con los que todos nos sintamos identificados", ha proclamado la flamante primer edil, recordando que Abderraman III representa valores como "la guerra, violencia y malos tratos a mujeres" que el nuevo Consistorio dice no compartir.
La escultura de esta figura milenaria se ha trasladado de forma temporal al interior del Consistorio, donde yace el centro de interpretación del castillo. Este, ahora en fase de remodelación, sería el destino final del busto del califa. "Teniendo un castillo y un museo consideramos que el busto, por motivos históricos, turísticos y culturales, tendría que estar allí", ha esgrimido Royo, reivindicando que la escultura "no es representativa de la sociedad actual" y, por tanto, no debe estar en la plaza principal de la ciudad. Se espera que el vacío que deja sea ocupado por una fuente.
"El racismo está a la orden del día"
La decisión no está exenta de polémica y ha recibido críticas, entre ellas, la del exprimer edil socialista, Rodolfo Viñas. "Estamos en un momento en el que el racismo está a la orden del día. Debería darles vergüenza lo que han hecho, (el busto) es cultura e historia de nuestro pueblo", ha afirmado, sobre la ya entonces polémica escultura que fue donada a la ciudad en 2016 por el escultor Fernando Ortiz Villarroya.
En la misma línea se han expresado los antiguos socios del PSOE en el Ayuntamiento, la Chunta Aragonesista, que ha cuestionado lo que considera "una muestra de la intolerancia y negación de la historia". Izquierda Unida, por su parte, ha convocado para los próximos días una manifestación en repulsa por la decisión.