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Uno de cada cuatro equipos donados por Amancio Ortega está sin instalar

Son un total de 350 máquinas de última generación de detección y tratamiento del cáncer. Quedan un centenar de equipos por colocar. En Murcia, Madrid o Andalucía lo harán a lo largo de 2020. Los oncólogos radioterápicos piden celeridad

  • Amancio Ortega

El 75 por ciento de los, finalmente, más de 450 equipos de última generación de diagnóstico y tratamiento radioterápico del cáncer donados en 2017 por la Fundación Amancio Ortega (FAO) ya están instalados y dando servicio en los hospitales españoles. Son datos de finales de 2019. El resto, un centenar,  se irán colocando en los plazos previstos por cada consejería de Sanidad, según ha podido saber Vozpópuli. Los oncólogos radioterápicos piden que se agilicen los trámites en beneficio de los enfermos.

Mientras en algunas comunidades, como Asturias, Cantabria o Galicia, las máquinas ya están a pleno rendimiento, en otras, como Murcia, Cataluña, Madrid o Andalucía, todavía quedan varios dispositivos pendientes de instalación. Desde las consejerías señalan que no se están produciendo incidencias. 

Tras las donaciones del magnate de Inditex, la Sociedad Española de Oncología Radioterápica (SEOR), que preside Jorge Contreras, trabaja en la redacción de un exhaustivo informe sobre el nuevo mapa de la radioterapia en España tras la suma del equipamiento donado por el magnate gallego. Un nuevo escenario, señalan desde la sociedad, que marca un antes y un después y sitúa a España a la altura del entorno europeo. El informe se dará a conocer el próximo verano. Antes, la SEOR publicará junto a la Asociación Española contra el Cáncer (AECC), otro estudio sobre la accesibilidad de este tipo de servicios médicos.

Obras y pruebas 

Jorge Contreras, oncólogo radioterápico del Hospital Regional de Málaga (antes Carlos Haya) señala que, en su misma ciudad, se dan dos casos bien distintos. Mientras el Regional ya ha instalado los dos aceleradores lineales que tenía adjudicados, en el Clínico no será hasta este mismo año cuando los tres equipos donados -un acelerador lineal y dos dos de tomoterapia helicoidal–entren en funcionamiento.

En Andalucía, indican desde la SEOR, la instalación de los equipos puede rondar el 60 por ciento. Entre los últimos, el acelerador instalado hace apenas unos días en el Hopital Torrecárdenas, de Almería

En Andalucía, indican desde la SEOR, la instalación de los equipos puede rondar el 60 por ciento. Entre los últimos, el acelerador instalado hace apenas unos días en el Hopital Torrecárdenas, de Almería, que ya está funcionando. En algunos casos, como en el Hospital Virgen de la Victoria de Málaga, se están construyendo los búnkeres que son necesarios para la instalación de las máquinas y en Jaén, están en fase de pruebas, señalan desde la Consejería. 

Los aceleradores lineales (AL) son el grueso de la donación de la FAO. Un total de 108 aparatos. Fuentes del sector tecnológico consultadas por Vozpópuli, explican que se trata de equipamientos de última generación, muy sofisticados, cuya instalación resulta compleja por las obras que se deben acometer y las pruebas que se deben llevar a cabo. 

Ocho equipos pendientes en Murcia

El presidente de la SEOR descarta ningún motivo oculto detrás de las demoras en la instalación de los equipos. La donación ha sido “transparente y sin influencia externa”, apunta. En cada comunidad, han sido las diferentes comisiones de profesionales las que han decidido la tecnología que debía implementar en cada hospital. Sin embargo, advierte que cada comunidad tiene un procedimiento de licitación pública a la hora de sacar un concurso de adjudicación.

En comunidades como Murcia, donde el montante total del equipamiento oncológico financiado por la Fundación Amancio Ortega asciende a 11.603.515,26 €, todavía quedan pendientes de instalación ocho equipos en centros como el Virgen de la Arrixaca (un acelerador lineal) o equipos de mamografía en el Santa Marías del Rosell (Cartagena). Desde la Consejería de Salud, indican que el retraso no obedece a ninguna incidencia y que las obras para la instalación de los equipos siguen sus trámites, (adjudicación de los equipos, redacción del proyecto, licitación de la obra, etc) .

 Ciudadanos pide explicaciones

El próximo mes de marzo, el Hospital Sant Pau de Barcelona instalará el tercero de los aceleradores lineales que recibió de la Fundación a través del CatSalut. Cada acelerador tiene un coste de dos millones de euros. El primero, un TrueBeam de la firma Varian Médical Systems, se instaló el pasado mes de mayo.

Acelerador lineal donado por la FAO al hospital Sant Pau de Barcelona

Cataluña es precisamente una de las comunidades a las que apunta Ciudadanos como que acumula más retrasos en la instalación de los equipos. El grupo encabezado por Inés Arrimadas presentó a mediados de enero una Proposición no de Ley pidiendo al Gobierno que garantice la instalación completa de todas las máquinas donadas por la FAO.

En Madrid, la Comunidad firmó en 2018 el convenio con la FAO para la adquisición de 23 equipos. Funcionan 17 y, en 2020, se instalarán los restantes

El importe de la donación ascendió a 46,5 millones de euros. En total, 13 aceleradores lineales; 5 equipos de tratamiento de braquiterapia y 5 de diagnóstico por imagen destinados a los hospitales 12 de Octubre, La Paz, Gregorio Marañón, Ramón y Cajal, La Princesa, Fuenlabrada, Puerta de Hierro y Majadahonda.

Según fuentes de la Consejería, a lo largo de 2019 se han puesto en funcionamiento 17 equipos y, durante 2020, estarán funcionando los 6 restantes, cinco en el Hospital 12 de octubre y 1 en La Paz, una “supermáquina” (adjudicada por casi 9 millones de euros).

De Ceuta a Cádiz para curarse

Galicia, en 2015, fue la primera comunidad en firmar el convenio con la FAO. El creador del imperio Inditex donó 17 millones de euros para la renovación y mantenimiento de todos los aparatos de diagnóstico y tratamiento del cáncer en la sanidad pública. 

En otras poblaciones, como El Bierzo (León) o Ceuta, los pacientes siguen esperando para contar con una Unidad de Radioterapia. En Ceuta, explican desde la formación política Caballas, los enfermos tienen que seguir viajando en barco o helicóptero para recibir tratamiento en Algeciras (Cádiz). Eso sí, el hospital ceutí ya cuenta con un TAC de última generación gracias a la aportación de la fundación que preside el empresario gallego. En este caso, según fuentes consultadas por Vozpópuli, ha sido el INGESA quien ha decidido las prioridades. 

Situación crítica

En 2016, la SEOR puso sobre la mesa una situación crítica: uno de cada tres tratamientos de radioterapia no se recibían por falta de recursos. Denunciaba el déficit de equipos que arrastraban los hospitales –públicos y privados- en España. Para acercarse a los ratios de Europa, la inversión necesaria era de 280 millones de euros (cuatro millones por equipo).

 La FAO recogió el guante y se puso manos a la obra. Un año después, anunciaba un principio de acuerdo con las consejerías de Sanidad de todas las comunidades autónomas para la incorporación de equipamientos de última generación de detección y tratamiento radioterápico del cáncer, como la mamografía digital con tomosíntesis o los aceleradores lineales avanzados, en los hospitales públicos españoles.

El programa de la FAO, dotado con 320 millones de euros, finalmente ha permitido la adquisición de unos 450 equipos -la primera estimación era de unos 300- que posibilitan a los centros sanitarios realizar diagnósticos más precisos y proporcionan a los enfermos de cáncer tratamientos menos agresivos, de menor duración y más eficaces. Sociedades médicas, asociaciones de pacientes, partidos políticos, organizaciones sociales...aplaudieron la iniciativa de la fundación. Solo Unidas Podemos criticó las donaciones realizadas por el empresario gallego.

Desde la SEOR insisten: hay un antes y un después de las donaciones. España se ha puesto al nivel del resto de Europa. Ahora, lo deseable es que todos los enfermos puedan beneficiarse cuanto antes de esos equipos. Pero, recuerdan, falta diseñar un plan de futuro porque, dentro de tres cuatro años se puede vivir la misma situación que se vivía en 2016 por la obsolescencia de la tecnología radioterápica en aquel momento. “Necesitamos un plan de reposición y distribución de los equipos”, indica Contreras en alusión a la situación que viven enfermos como los de Ceuta.

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