Retrasos y cancelación de los tratamientos contra el cáncer. Son algunas de las consecuencias del impacto de la pandemia del coronavirus en toda Europa. Una consecuencia que ya vienen advirtiendo los oncólogos desde el inicio de la crisis sanitaria. En Europa, el 60,9% de los centros de oncología médica redujeron su actividad en el pico de la epidemia y un 64,2 % de esos mismos centros manifestaron como "una preocupación importante" el tratamiento insuficiente a los enfermos con cáncer. En España, la segunda oleada de la pandemia ya ha reducido nuevamente y "significativamente" la actividad de los hospitales en comunidades como Madrid.
Datos de nuevos estudios presentados en el Congreso Virtual ESMO 2020 que, desde el sábado 19 y hasta el 21 de septiembre, celebra la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO, por sus siglas en inglés) reflejan lo que está suponiendo la crisis sanitaria en la atención a otros pacientes. En este caso a los enfermos de cáncer. Uno de esos estudios, firmado por el doctor Dr. Guy Jerusalem, especialista del Centro Hospitalario Universitario Sart Tilman (Bélgica), indica que un 37% auguró reducciones significativas en los ensayos clínicos este año.
"Este estudio es una encuesta distribuida por 20 oncólogos de 10 países, incluida España, recogiendo información de 108 participantes. De momento no se ha comunicado el desglose de participación por países o por centros por lo que no puedo responder con datos", explica a Vozpópuli la doctora Pilar Garrido, vocal del Consejo de ESMO y responsable del Comité Woman for Oncology cuando se le pregunta si ya hay datos sobre la situación en la oncología de nuestro país.
"Es razonable pensar que la incidencia (del coronavirus) influya pero hay aspectos como gobernanza, planificación estratégica, consenso de expertos, etc... que también influyen", indica Pilar Garrido. Le consta que, tanto la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) como distintas sociedades científicas, "están haciendo un esfuerzo colectivo" para conocer esos datos. Por ello, "en breve" podrán responder a esta pregunta.
Tratamientos cancelados o retrasados
Los datos de las encuestas realizadas en Europa también revelaron que los tratamientos oncológicos con mayor porcentaje de cancelación o retrasos fueron la cirugía (en el 44,1% de los centros), la quimioterapia (25,7%) y la radioterapia (13,7%), mientras que se observó una duración más reducida de los cuidados paliativos en el 32,1% de hospitales preguntados. Antes de la pandemia, el Sistema Europeo de Información sobre el Cáncer (ECIS por sus siglas en inglés), estimaba que la carga de cáncer en Europa alcanzaría los 2,7 millones de nuevos casos y 1,3 millones de muertes en 2020.
La doctora Garrido también se cuestiona si, como dicen sus colegas europeos, más allá de la covid-19, hay otros factores que actualmente ejercen presión sobre la oncología, ya que la pandemia también habría revelado algunas debilidades en la financiación y organización. "En España creo que somos testigos en estos momentos de las debilidades que implica una toma de decisiones atomizada en momentos de crisis", añade.
"Mi opinión personal no es nada optimista", indica la doctora Garrido sobre la recuperación de la actividad oncológica en España
"Mi opinión personal no es nada optimista", indica la doctora Garrido en el caso de nuestro país. En Madrid, detalla, ya se ha reducido "muy significativamente de nuevo la actividad en los hospitales y eso tiene impacto en la atención de pacientes no covid".
Oncólogos abrumados por la pandemia
Otro estudio presentado en ESMO 2020, que recopiló datos de 356 centros oncológicos en 54 países durante el mes de abril de 2020, determina que la gran mayoría (88%) "afrontó desafíos para atender a sus pacientes durante la pandemia", con 54% y 45%, comunicando casos de coronavirus entre sus pacientes y personal, respectivamente.
Además, la mitad (55%) redujo los servicios de forma preventiva para evitar contagios; otros se vieron obligados a hacerlo después de "verse abrumados por la situación" (20%) o por la escasez de equipos de protección personal (19%), personal (18%) y medicamentos (9,8%). La consecuencia, indican desde ESMO, es que el 46% de estos centros admitió que más de uno de cada 10 pacientes perdió al menos un ciclo de tratamiento, y algunos estimaron que hasta el 80% de los pacientes estaba expuesto a algún daño.
Consultas virtuales para atender a los enfermos
Para continuar tratando a los pacientes durante la pandemia, la mayoría de los centros (83,6%) se adaptaron, organizando consultas y comités virtuales de tumores (93%) y, más de la mitad de los encuestados, señaló que es probable que estas prácticas continúen en el futuro (55,5% y 60%, respectivamente). Los centros también realizaron pruebas rutinarias en laboratorios cercanos a los hogares de los pacientes (76%) y enviaron medicamentos a sus domicilios para que pudiesen continuar con el tratamiento en la medida de lo posible (68%).
Los pacientes no son los únicos que han sufrido los efectos de la grave crisis sanitaria. Los resultados de dos encuestas online realizadas por el Grupo de Trabajo de Resiliencia de ESMO en mayo de 2020 -la encuesta sobre covid-19 más grande realizada entre los profesionales sanitarios dedicados a la oncología, reseñan desde esta sociedad- han reflejado también el efecto en los profesionales.
La primera encuesta mostró que más de un tercio (38%) experimentó "sentimientos de agotamiento" mientras que el 66% dijeron que no podían trabajar como antes de la emergencia sanitaria. Esta encuesta, con 1.520 participantes de 101 países, también observó que "los niveles de bienestar y desempeño laboral disminuyeron a medida que aumentaban las tasas nacionales de mortalidad por la covid-19".
Agotamiento de los oncólogos
Una segunda encuesta de seguimiento realizada en los meses de julio y agosto reveló que, si bien el desempeño laboral había mejorado en comparación con la primera oleada, tanto "las tasas de bienestar como las de agotamiento, habían empeorado entre los profesionales".
El aumento de las horas de trabajo, la preocupación por el bienestar de los pacientes, la menor capacidad de recuperación y las inquietudes de los oncólogos sobre su formación y profesión, fueron algunas de las respuestas enumeradas por los encuestados para justificar su angustia.
Mantener los cribados de cáncer de mama
En España, la Federación Española de Cáncer de Mama (FECMA) -que representa a más de 45.300 mujeres afectadas por esta patología, agrupadas en 47 asociaciones- advierte que la urgencia de la atención a la pandemia "ha ocasionado ciertos retrasos en diagnósticos y cirugías o alteraciones en las rutinas de consulta, buscando precisamente garantizar la seguridad de los pacientes ante la infección".
Para la Federación hay que mantener esas medias de seguridad "pero combinadas con estrategias para dar al cáncer y a los pacientes la atención que necesitan en cada momento". Por ejemplo, subrayan, con la detección precoz. Piden que se mantengan los programas de cribado "que deben seguir realizándose con todas las garantías, puesto que hoy por hoy son la fórmula más reconocida para localizar signos de enfermedad temprana, que permite mejorar los resultados de tratamiento y ahorrar costes sanitarios y de calidad de vida.
Problemas derivados de la crisis sanitaria
"Las pacientes de cáncer de mama hemos sentido miedo a tener que ir solas a las consultas, pruebas y tratamientos; hemos detectado dificultades objetivas de la comunicación no presencial con el equipo médico, hemos visto retrasos en la atención a los pacientes y hemos sentido los problemas sociolaborales y económicos causados o agravados por la crisis económica derivados de la crisis sanitaria", resume a Vozpópuli Toñy Gimón, vicepresidenta de FECMA, cuando se le pregunta por lo que ha supuesto la atención en estos meses.
A las mujeres con cáncer de mama les preocupa que los rebrotes vuelvan a provocar un retroceso en la atención a las pacientes
En cada comunidad autónoma las limitaciones han sido distintas, indica la vicepresidenta de FECMA. Gimón reconoce que sus oncólogos se han desvivido por explicarles la situación: "Nos han llamado y nos han explicado los retrasos. En casos graves, han seguido operando y las mujeres han continuado con su tratamiento".
Los oncólogos piden una 'hoja de ruta'
A medida que avanzó la 'desescalada', continúa Gimón, se fue retomando la actividad presencial, pero lo que ahora les preocupa es que los rebrotes vuelvan a provocar un retroceso en la atención a las mujeres con cáncer de mama. "Pese a las dificultades, lo urgente es recuperar cierta normalidad y que esa normalidad se perciba en todas las áreas sanitarias: en la atención primaria y en la hospitalaria", afirma.
El pasado mes de mayo, los oncólogos del Grupo Español de Cáncer de Pulmón (GECP) alertaban que el coronavirus lastrará la atención e investigación en cáncer si no se pone en marcha "de inmediato", una ‘hoja de ruta’ que coordine y priorice las atenciones. En el pasado mes de abril, según datos aportados desde esta sociedad, la reducción de primeras consultas osciló entre el 25 y el 35% en hospitales españoles con diferente nivel de incidencia de la infección covid-19.
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