El Consejo de Ministros ha aprobado este martes un real decreto por el que el uso de mascarillas dejará de ser obligatorio en espacios interiores, tras 700 días, a partir de este miércoles, después de ser publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE). En rueda de prensa, la ministra de Política Territorial y portavoz del Ejecutivo, Isabel Rodríguez, ha celebrado la medida, que "ha sido posible gracias a un trabajo conjunto y un esfuerzo colegiado en el que ha tenido que ver mucho la estrategia de vacunación". "Es un día muy especial para el Gobierno y el conjunto de los españoles en la lucha contra el virus. Estamos avanzando en la normalidad. Mañana podremos desprendernos en interiores de las mascarillas y mostrar nuestros rostros y nuestras sonrisas", ha aplaudido.
Las mascarillas dejan de ser obligatorias salvo en hospitales, centros de salud, centros de transfusión de sangre o farmacias. Igual en las residencias de ancianos. También serán obligatorias en aviones, trenes, metros, autobuses y barcos si no se puede estar en el exterior. Además, deja en manos de las empresas la potestad de imponer o no su uso a los trabajadores a partir de la valoración que hagan los servicios de prevención de riesgos laborales, mientras que en el resto de ámbitos pasará a estar solo recomendada. Será por ejemplo el caso de los colegios, donde ya no será obligatorio llevar mascarilla en las aulas, aunque sí se aconsejará para los profesores con alguna vulnerabilidad; tampoco se exigirá en comercios, supermercados, restaurantes y bares, así como gimnasios, teatros, cines o conciertos, pero sí será recomendable para personas con factores de riesgo.
El investigador de la Fundación de Investigación Sanitaria y Biomédica de la Comunidad Valenciana (Fisabio) Salvador Peiró ha asegurado este martes que ve "razonable" eliminar la obligatoriedad de llevar las mascarillas en espacios interiores y que en el peor escenario, con una nueva variante que "escapara" a las vacunas, se puede "dar un paso atrás". En declaraciones a EFE, ha explicado que "lo importante era tener las mascarillas en esta Semana Santa" y aunque prevé un repunte en próximos días, ha resaltado que la situación hospitalaria está en uno de los puntos más bajos desde que empezó la pandemia del coronavirus y que, por ello, "podemos quitar la mascarilla en interiores, como se está haciendo en casi todos los países". "Si las cifras van mal, hablo de hospitalizaciones y no de contagios, se puede dar marcha atrás", ha señalado el investigador, que considera "lógico" que se mantengan en el transporte público, donde hay una mayor acumulación de gente, y en los centros sociosanitarios, lugares en los que hay mucha gente vulnerable.
Por su parte, el presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, ha achacado, en un tuit al "éxito de la campaña de vacunación" contra el coronavirus el fin de la obligatoriedad del uso de las mascarillas en espacios interiores.
El 20 de mayo de 2020 se impuso el uso obligatorio de la mascarilla en España para frenar la pandemia. Casi dos años después los españoles podrán de nuevo mirarse a la cara en interiores, algo para lo que, no obstante, deberán esperar otros países de Europa. En Italia, Grecia y Portugal sigue siendo obligatorias, mientras que en Francia, Inglaterra, Bélgica, Países Bajos, Alemania y los países nórdicos ya no lo son.
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