La Navidad, o mejor dicho, la forma de celebrarla con el coronavirus como invitado no deseado, vuelve a poner en evidencia la falta de acuerdo entre el Gobierno central y los autonómicos a la hora de afrontar la crisis sanitaria. Tras abordar el tema este miércoles, el Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas volverán a intentarlo la próxima semana. Las propuestas varían de las más moderadas hasta las más permisivas. También hay regiones que prefieren esperar unos días para ver cómo evolucionan sus datos para tomar decisiones. Algunos expertos vuelven a pedir que se pongan acuerdo: "Al menos en Navidades debería haber una visión única del tema".
Esta jueves, en su comparecencia ante la Comisión de Sanidad del Congreso de los Diputados, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, volvía a pedir prudencia de cara a las próximas fiestas para doblegar la curva de la segunda ola.
Antes, el Gobierno avanzaba su propuesta de cara a la Navidad: limitar a seis el número de personas en las reuniones familiares y sociales -recomendando que se redujeran a los grupos de convivencia- y un toque de queda entre las 1.00 horas y las 6.00 horas los días 24 y 31 de diciembre (Nochebuena y Nochevieja).
Así consta en el borrador 'Propuestas de medidas de salud pública frente a la covid-19 para la celebración de las fiestas navideñas', un documento que, este miércoles, se llevó al Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS) pero que, sin embargo, no alcanzó un consenso, lo que ha obligado a Sanidad y comunidades autónomas a volver a ponerlo sobre la mesa en el Consejo que se celebrará la próxima semana.
Una visión única del tema
"No entiendo esta falta de unidad de acción", señala a Vozpópuli Joan Carles March, profesor de la Escuela Andaluza de Salud Pública (EASP) y uno de los expertos españoles que, el pasado octubre, se reunía con el ministro Illa para conocer cómo se articulará el grupo de trabajo que, como ha aceptado el Gobierno, realizará una evaluación urgente e independiente de la pandemia en España, tal y como reclamaban.
"Me gustaría oír más la frase salvar vidas que salvar la Navidad. Si suben los contagios, podría llegar una tercera ola junto a una epidemia de gripe en enero", señala Joan Carles March, profesor de la EASP
"Creo que, al menos en Navidades, debería haber una visión única del tema", insiste March. "Me gustaría oír más la frase salvar vidas que salvar la Navidad. Si suben los contagios, podría llegar una tercera ola junto a una epidemia de gripe en enero", añade el profesor de la EASP.
Es un supuesto sobre el los expertos llevan tiempo alertando. De ahí, que algunas comunidades, más allá de ir o no en la línea marcada desde el Ministerio (los grupos de 6 y el toque de queda a la 1 de la mañana), prefieran esperar a ver cómo avanzan los datos. Es el caso de Andalucía.
Este jueves, Jesús Aguirre, consejero de Salud y Familias, señalaba, en una entrevista con la Agencia Efe, que es todavía "precipitado" avanzar medidas de cara a la Navidad y apostaba por esperar a que pase el puente del 9 de diciembre para hacer una evaluación de las medidas de la comunidad, tanto en la actualidad como de cara a finales de año.
Madrid o Cataluña quieren ampliar los grupos
Medidas que, en el caso de las restricciones de movilidad, en el caso de Castilla y León, tal y como también este jueves avanzaba su vicepresidente, Francisco Igea, se relajarán a partir de la próxima semana en la comunidad ya que la incidencia acumulada de coronavirus a 14 días se prevé que baje del umbral de los 400 casos por cada 100.000 habitantes. Respecto a la Navidad, la comunidad parece ir en la línea del Ministerio.
Otras comunidades piensan que las recomendaciones del Gobierno respecto a la limitación en el número de personas que puedan reunirse, son demasiado rígidas. Es el caso de Cataluña, Navarra, Murcia o Madrid que han pedido que los encuentros se abran a un máximo de diez personas .
Los niños no cuentan en el cómputo
En la misma línea, regiones como la valenciana, parecen mostrarse más flexibles. El presidente autonómico Ximo Puig, advertía este jueves que, durante la Navidad, continuarán vigentes las restricciones que se han venido aplicando pero que, en fechas señaladas, podrían flexibilizarse y la comunidad se plantea, también, ampliar a diez el número de personas no convivientes o la apertura del cierre perimetral de la Comunidad Valenciana para propiciar encuentros durante las fiestas.
Incluso hay presidentes autonómicos, como el gallego Alberto Núñez Feijóo, que ya han deslizado la idea de que en el cómputo de las reuniones, los niños (menores de diez años) no contabilicen, pese a que en la comunidad todavía no ha aclarado si atenderá a las recomendaciones del Gobierno en cuanto al límite de personas de los encuentros.
Tampoco ha desvelado sus planes Castilla-La Mancha, aunque este miércoles su presidente, Emiliano García-Page, aseguraba que en la región se va a elaborar una normativa que permita a las familias juntarse para celebrar la navidad.
Relaciones sociales y espacios cerrados
Este jueves, en rueda de prensa, la consejera de Salut de la Generalitat de Cataluña, Alba Vergés, reclamaba "mucha prudencia y responsabilidad" con el plan de reapertura progresiva de actividades para evitar una tercera ola en la comunidad. Alertaba de que Cataluña, pese a estar "en la curva de bajada" sigue teniendo un alto índice de contagios y existe "mucha presión" en las UCI, con 484 pacientes ingresados en los hospitales.
"La mejor manera de proteger la Navidad es vigilar que hacemos hoy, esta semana y la que viene. Tenemos que intentar ser muy estrictos, cuidarnos estas semanas, para cuidar la Navidad que vendrá ", señalaba Vergés.
Joan Carles March insiste en la prudencia: "Sólo necesita el virus, la relación social entre personas, los descuidos y los espacios cerrados mal ventilados para hacer lo que mejor sabe hacer: infectar".
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