Que la covid-19 es más letal para los hombres que para las mujeres se viene observando desde hace meses. Ahora, un nuevo estudio de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI), concluye que ser varón se relaciona con un peor pronóstico. Los hombres presentan más síntomas al inicio de la enfermedad, tienen más complicaciones, necesitan más de tratamientos, ingresan con mayor frecuencia en la UCI y tienen una mayor tasa de mortalidad.
El estudio, de cohorte observacional y retrospectivo, ha analizado de forma comparativa las características clínicas de la enfermedad que causa la infección por SARS-CoV-2 entre ambos sexos. Está basado en datos del Registro SEMI-COVID-19 con información de 12.063 pacientes hospitalizados con coronavirus en España e incluidos en dicho registro.
Los hallazgos acaban de ser publicados recientemente en Journal of Clinical Medicine por 25 médicos internistas en un artículo científico -bajo el título de 'Gender-based differences by age range in patients hospitalized with COVID-19: a spanish observational cohort study'- que identifica, describe y explica esas diferencias teniendo en cuenta múltiples variables, entre ellas, las demográficas, clínicas o de tratamiento,.
Así afecta la covid-19 a los hombres
Los investigadores llaman la atención sobre diferentes cuestiones. Según la información facilitada por la SEMI, de los pacientes analizados (mayores de 18 años y con infección por SARS-CoV-2 confirmada), el 56,8% eran hombres. Las mujeres incluidas en la investigación eran mayores que los hombres (67,9 frente a 65,7 años de media).
Sin embargo, a pesar de que las mujeres tenían mayor edad que los hombres y un mayor porcentaje de dependencia severa, sumado a que ambos grupos tenían porcentajes similares de comorbilidades (otras enfermedades asociadas), los varones mostraron una mayor mortalidad y mayor número de ingresos en UCI.
Los hombres llegaron al hospital en peor estado y con síntomas más graves que las mujeres, y un mayor porcentaje había desarrollado neumonía bilateral al ingreso
Además, llegaron al hospital en peor estado y con síntomas más graves que las mujeres, y un mayor porcentaje de los hombres había desarrollado neumonía bilateral al ingreso. Los investigadores subrayan otro aspecto: se observó un mayor uso de tratamientos y terapias respiratorias en el grupo masculino en comparación con el femenino.
Así, los internistas consideran que el sexo masculino y la edad avanzada parecen ser factores pronósticos independientes de la mortalidad, pero, advierten, para comprender completamente su impacto en el pronóstico de la enfermedad, siempre se deben considerar otros factores asociados con el sexo.
Mujeres con covid-19 y obesidad
En el estudio, los médicos observaron que entre los varones se registraba una mayor tasa de tabaquismo (6,9% frente a 3,3%) y un mayor porcentaje de mujeres con obesidad (22,3% frente a 20,5%). Además, la dependencia severa fue más frecuente en las mujeres (10,1% frente a 5,1%).
En cuanto a los síntomas -como tos, fiebre superior a 38°C, disnea o saturación de oxígeno <92%- fueron más frecuentes en los hombres, mientras que síntomas más leves como odinofagia (dolor en la faringe); ageusia (pérdida del gusto); anosmia (pérdida de olfato); artralgia (dolor articular); dolor de cabeza y síntomas abdominales fueron más frecuentes entre las mujeres.
En las radiografías de tórax, según el mismo estudio, la afectación bilateral pulmonar fue más frecuente que la unilateral. La condensación bilateral y los infiltrados intersticiales bilaterales fueron significativamente más frecuentes en los hombres (31,8% frente a 29,9% y 53,7% frente a 48,6%, respectivamente).
Más tratamientos y oxígeno
La investigación también observó los tratamientos dispensados: los esteroides sistémicos fueron utilizados con mayor frecuencia entre los hombres (38,7% frente a 30,5%). Además, necesitaron ventilación mecánica no invasiva (NIVM) y ventilación mecánica invasiva (VMI) con más frecuencia que las mujeres (5,6% frente a 3,6% y 7,9% frente a 4,8%, respectivamente).
El oxígeno también se utilizó con mayor frecuencia en los varones (9,4% frente al 7,2%) y la posición prona (como colocar a los pacientes boca abajo) se utilizó en el 12,5% de los hombres y el 7,2% de las mujeres. Además, las dosis anticoagulantes completas de heparina de bajo peso molecular (HBPM) se administraron con mayor frecuencia en el grupo de hombres (11,8% frente a 9,0%).
Más ingreso en UCI
La investigación también revela que, durante la hospitalización, los hombres sufrieron más complicaciones. La más común: el Síndrome de Distrés Respiratorio Agudo (SDRA) y el SDRA grave fue más frecuente en los hombres (19,9% frente a 14%). Además, necesitaron ingreso en UCI con mayor frecuencia que las mujeres (10% frente a 6,1%) y presentaron mayor mortalidad intrahospitalaria (23,1% frente a18,9%).
Los varones tuvieron una mayor tasa de mortalidad. La mayoría de los fallecidos tenían más de 85 años, en ambos grupos, hombres y mujeres (52,2% vs 41,2%). En cuanto a la mortalidad, las diferencias por sexo son estadísticamente significativas en los grupos de edad de 55 a 89 años.
Si se tienen en cuenta los ingresos en UCI, las diferencias son significativas de 45 a 74 años, excepto en el grupo de 50 a 54 años. Subrayan que el grupo de edad con mayor diferencia en este sentido y con gran significación estadística es el de 70 a 74 años (15% frente a 8,3%).
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