Durante las últimas semanas, los responsables del Ministerio de Sanidad han intentado calmar a la población ante el creciente número de fallecidos y afectados por el coronavirus en España explicando que todo mejoraría cuando se alcanzase el ansiado "pico" de la epidemia: es decir, el número máximo de contagios tras el cual todos los datos comenzarían a bajar.
Cuando se pusieron en marcha las primeras medidas de distanciamiento social, el objetivo era claro: aplanar la famosa curva de contagios que tantas veces hemos visto representada en los medios de comunicación. Al hacerlo, no sólo reducimos el numero de fallecidos y contagiados, si no que ralentizamos la evolución del coronavirus, dando más margen a los servicios sanitarios para intentar evitar el colapso de nuestros hospitales. Pero esta estrategia también tiene otro efecto y es que, al frenar la velocidad del virus el famoso pico tiende a convertirse en una meseta.
¿Qué implica esto? De acuerdo con los últimos datos, parece que ya nos encontramos en un periodo de estabilización, ya que el ritmo de nuevos contagios cada vez es menor. Hace una semana rondaba los nuevos casos diarios avanzaban a un 20%, y ahora lo hacen en torno a un 8%.
Sin embargo, como podemos observar todos los días, el número de fallecidos diario sigue siendo altísimo, con un nuevo récord registrado este jueves con más de 950 muertes por coronavirus en un sólo día. ¿Cómo es posible que no lleguemos nunca al pico y el número de muertos y de contagios no baje? Pues porque probablemente ya estemos en él y lo que es más importante, nos vamos a quedar una temporada.
Este fenómeno es el que se conoce como alcanzar una "meseta", una suerte de "pico plano" de casos que se traduce en que con toda probabilidad, los próximos días sigamos viendo cifras de fallecidos y de casos muy similares: en torno a los 800 fallecidos diario y unos 8.000 contagiados al día hasta que empiecen a notarse los efectos de las medidas de confinamiento. Es lo que ha ocurrido en Italia, que lleva cerca de 10 días registrando cifras muy similares de positivos y fallecidos al día.
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Estar en la meseta no implica que el número de nuevos casos sea constante y matemáticamente uniforme, si no que las variaciones ente un día y otro se asemejen, aunque se produzcan picos, como se puede ver en el gráfico. Por otro lado, según advierten desde la Sociedad Española de Epidemiología (SEE) el número de contagios siempre es "parcial" ya que depende estrictamente de las pruebas realizadas. Es por ello que algunos días los positivos pueden acumularse. Con los fallecidos resulta más visual:
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Esta misma semana, el presidente del Instituto Superior de Sanidad (ISS), Silvio Brusaferro, explicaba que el país ya se encontraba en medio de esa "meseta" de la epidemia. Es por eso que insistió ante los medios de comunicación que es muy importante mantener la tensión y ante todo, las medidas. Encontrarse en esta fase es muy delicado, por lo que advertía de la importancia las decisiones que se tomen hasta ahora para evitar "que la curva vuelva a subir o conduzca a una situación de descontrol de la epidemia".
Mientras que Italia supuestamente se encuentra en medio o al final de la meseta, en nuestro país acabamos de entrar en la parte de alta de la curva, algo que tiene aún que confirmarse durante los próximo días. Si bien esto supone una buena noticia, ya que implica que se está consiguiendo que el virus avance más despacio, supone dos cosas: que la tensión en el sistema sanitario se va a mantener en el tiempo -a pesar de haber evitado el colapso- y que el final de la cuarentena, para que todo esto haya servido para algo, tardará en llegar.
"El foco ya no es el pico"
Es por ello que desde el Gobierno han dejado de hablar del ansiado pico y han empezado a poner el foco en las hospitalizaciones. El propio director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, reconocía ayer en la rueda de prensa del comité técnico de gestión del coronavirus -en la que participó desde su domicilio, donde se encuentra aislado tras dar positivo de Covid-19- que el "foco ya no está en el pico, sino en las UCIs" ya que ya hemos llegado al mismo y va a durar una temporada.
Es lo que explica el presidente de la Sociedad Española de Epidemiología (SEE), Pere Godoy, en una conversación con Vozpópuli: "Todo apunta a que nos encontramos ya en la parte alta de la curva". Según explica, es un síntoma directo de las medidas de contención, lo que implica que están funcionando.
No obstante, advierte que aunque las transmisiones van a empezar a bajar "lo van a hacer muy lentamente" por lo que va a ser un proceso largo que puede durar semanas. "Con las hospitalizaciones y los ingresos en UCI va a ser incluso peor, porque van a tardar aún más. Queda mucho camino por delante", explica.
"Desde que una persona se infecta hasta que acaba ingresando o incluso pasa por UCI pueden pasar perfectamente entre 10 y 12 días", apunta. "Por tanto, aunque las transmisiones estén bajando gracias a que nadie sale a la calle, los casos seguirán subiendo algunas semanas, ya que son contagios de antes del estado de alarma", apunta el epidemiólogo.
"Yo espero que la semana que viene podamos llegar al máximo de transmisión. Luego vendrá el máximo de hospitalizaciones y de UCIs y mucho más adelante, la bajada famosa", apunta. Es por ello que advierte que el sistema sanitario español todavía va a sufrir mucha presión durante bastante tiempo, por lo que es imprescindible dotarles de recursos y ante todo, no salir de casa.
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