Las autoridades veterinarias griegas han detectado un primer brote de peste porcina africana en una pequeña granja de cerdos domésticos en la comarca de Serres, en el norte del país.
Según informó el Ministerio de Agricultura, el caso fue confirmado el miércoles por el laboratorio nacional de referencia para enfermedades virológicas en Atenas, que analizó los tejidos del cadáver del cerdo infectado.
Las autoridades activaron inmediatamente el protocolo previsto para estos casos, que contempla la prohibición absoluta de salida de animales vivos, carne, semen, óvulos y embriones de cerdo de esa comarca.
Tampoco podrán salir de esa periferia productos derivados del cerdo, piensos, herramientas o deshechos si no cuentan con el permiso del centro local de prevención de enfermedades.
Focos en otros países
El año pasado se registraron focos de esta enfermedad que no se transmite a humanos en nueve países de la Unión Europea: Rumanía, Estonia, Hungría, Letonia, Lituania, Polonia y Bulgaria, República Checa y Bélgica.
La peste porcina africana (PPA) se describió por primera vez en Kenia en 1910 y permaneció limitada a África hasta 1957, cuando se informó de un primer brote en Portugal.
A comienzos de la década de los años sesenta se asentó en la Península Ibérica, con brotes esporádicos que se prolongaron hasta la década de los noventa e incluyeron otros países del Europa occidental.
A mediados de la década de los noventa, España y Portugal habían logrado erradicar esta enfermedad a través de matanzas selectivas.
La peste porcina africana es una enfermedad viral que afecta a toda la familia porcina, tanto a cerdos domésticos como a jabalíes.
La enfermedad que se manifiesta a través de fiebre hemorrágica se transmite de forma directa a través de la picadura de las garrapatas, o indirectamente mediante la ingesta de insectos que hayan absorbido sangre infectada.