La Organización Nacional de Trasplantes (ONT) y las comunidades autónomas trabajan en un plan específico “postCovid” para recuperar cuanto antes la actividad previa a la crisis sanitaria. Así lo anunció este jueves el ministro de Sanidad, Salvador Illa, en su comparecencia semanal en la Comisión de Sanidad y Consumo del Congreso. Durante la fase crítica de la epidemia de coronavirus, desde el 13 de marzo hasta el 19 de mayo, y en complejísimas circunstancias, España logró realizar 274 trasplantes de órganos de 127 donantes, detalló el ministro.
En su intervención, el titular de Sanidad resaltó que en los peores momentos de la emergencia sanitaria se priorizó "a los pacientes en situación clínica muy grave para los que el trasplante no puede esperar y también a aquellos difíciles de trasplantar por sus características inmunológicas o de otro tipo, en caso de aparecer un donante idóneo”.
"Si bien el número de trasplantes durante la crisis sanitaria se ha reducido en comparación con la actividad habitual, cada uno de los trasplantes realizados se ha hecho en unas condiciones de extraordinaria complejidad”, ha señalado el ministro quien reconoció el trabajo de cada uno de los profesionales implicados que lo han hecho posible y, también, la generosidad de los donantes.
25 trasplantes pediátricos durante la epidemia
Del total de trasplantes realizados, 25 han sido pediátricos y 30 se encontraban en urgencia cero y no se podían demorar, según desgranó el ministro. Según datos facilitados por la ONT ,hasta el pasado 12 de marzo, la actividad de trasplantes se mantenía en niveles muy elevados, con una media de 7,2 donantes y 16,1 trasplantes diarios, cifras incluso superiores a las del año pasado.
En total, se realizaron 148 trasplantes renales, 77 hepáticos, 34 cardíacos, 11 pulmonares, tres de páncreas-riñón y uno de hígado-riñón
Desde el 13 de marzo hasta el 19 de mayo, en los momentos críticos de la epidemia, se llevaron a cabo 274 trasplantes a partir de 127 donantes, lo que corresponde a una media de 1,9 donantes y 4 trasplantes por día. En total, se realizaron 148 trasplantes renales, 77 hepáticos, 34 cardíacos, 11 pulmonares, tres de páncreas-riñón y uno de hígado-riñón.
Donantes de Médula Ósea
En relación a los trasplantes de progenitores hematopoyéticos (médula ósea y sangre periférica), los datos aportados por la ONT indican que, desde marzo hasta el 15 de mayo se realizaron 41 trasplantes de donantes no familiares, mientras que en el mismo periodo del año anterior fueron 99. A lo largo de mayo, según la organización, quedan pendientes de utilizar para trasplante productos que están criopreservados y que se han enviado durante los últimos dos meses.
Los operativos internacionales de traslado de progenitores hematopoyéticos cuentan con la colaboración de la Guardia Civil y el Registro Español de Donantes de Médula Ósea (REDMO). Se garantiza así que, pese a las restricciones logísticas derivadas de la crisis sanitaria, los progenitores puedan llegar a su destino para la realización de un trasplante. Entre el 16 de marzo y el 15 de mayo, en nuestro país se recibieron 39 productos y se enviaron 9 fuera de España.
En cuanto a las donaciones efectuadas en España, los datos de la ONT-REDMO confirman un total de 30 procedentes de donante no emparentado entre el 1 de marzo y el 15 de mayo, frente a las 44 donaciones del mismo periodo de 2019.
Sobrecarga en las UCI y seguridad de los trasplantes
Por las circunstancias sanitarias excepcionales, admiten desde la ONT, el número de intervenciones se ha reducido, pero el programa español de trasplantes ha conseguido mantenerse abierto. La entidad apunta a dos motivos que justifican el descenso de la actividad en los peores momentos de la crisis.
Por un lado, informan, la sobrecarga del sistema sanitario y de las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI), volcadas en la atención de pacientes con covid-19. La donación de personas fallecidas, añaden, tiene lugar precisamente en las UCI y gran parte de los pacientes deben de estar ingresados en estas unidades durante el post-trasplante inmediato.
El segundo motivo por el que ha descendido el número de trasplantes está relacionado con la seguridad, indican desde la ONT. Los pacientes reciben terapia inmunosupresora para evitar el rechazo del órgano trasplantado, lo que les convierte en vulnerables a las infecciones en general y a la infección por coronavirus en particular.
Mejoría en las últimas cuatro semanas
La parte positiva es que, según la organización, en las últimas cuatro semanas se percibe una importante mejoría. A medida que se va superando la crisis sanitaria, la entidad que dirige Beatriz Domínguez-Gil observa que la actividad se va recuperando de forma progresiva y confía en volver a las cifras previas a la epidemia. En el último mes, incluso se ha realizado el primer trasplante renal de donante vivo, programa que había permanecido inactivo durante la crisis.
El plan específico "post-covid" anunciado este jueves por el ministro Salvador Illa prevé la progresiva reactivación de los programas de donación y trasplante de órganos, retomando los procedimientos electivos (no urgentes), que ya se han puesto en marcha en muchas regiones y, precisamente, el trasplante de donante vivo.
Cada hospital, precisa la ONT, retomará su actividad de donación y trasplante de forma individualizada, según su situación epidemiológica
Cada centro, precisa la ONT, lo hace de forma individualizada según su situación epidemiológica. Por este motivo resulta fundamental, la existencia de circuitos libres de coronavirus. España volvió a cerrar 2019 como líder mundial de trasplantes. Y van 27 años seguidos.
Recuperar la actividad sanitaria
“Hasta la llegada de una vacuna o un tratamiento eficaz es necesario que adaptemos el Sistema Nacional de Salud para cuidar de la salud de la población conviviendo con el coronavirus”, destacaba el titular de Sanidad en su comparecencia en el Congreso.
Salvador Illa ha indicado que todas las administraciones sanitarias trabajan para recuperar de forma progresiva, y segura, su actividad habitual. Para eso, ha asegurado, se necesita organizar bien los circuitos, escalonar la actividad y establecer protocolos que garanticen la máxima seguridad. Esencial, añadió, incluir nuevamente, y de forma escalonada, la cirugía programada. Su retraso, dijo, puede condicionar el pronóstico de algunas enfermedades.
El titular de Sanidad ha explicado que su departamento ha coordinado un grupo de trabajo técnico compuesto por expertos de varias sociedades científicas y profesionales, que ha elaborado unas recomendaciones técnicas, publicadas esta semana en el documento técnico “Recomendaciones para la programación de cirugía en condiciones de seguridad durante el periodo de transición de la pandemia COVID19”, para guiar a los hospitales en el desarrollo de sus protocolos.
El documento recoge aspectos como la necesidad de crear circuitos NO-covid-19, propuestas para reducir las consultas presenciales y restringir el número de visitantes, o la forma de evaluar a los pacientes que no tienen infección activa justo antes de la cirugía.
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