En España se calcula que hay un millón y medio de personas que se pueden considerar largos supervivientes oncológicos. Todo un reto para los profesionales que hoy han pedido un cambio urgente en su modelo de atención. Cambios que, según un documento elaborado por un grupo de más de doscientos expertos, pasan por fomentar la colaboración entre Atención Primaria y la hospitalaria o corregir las desigualdades territoriales en la atención a los pacientes.
Oncólogos, asociaciones de pacientes o gestores sanitarios han participado en el proyecto ASISTO, un informe promovido por los laboratorios AstraZeneca y el Institute for Healthcare Management de Esade que hoy se ha presentado en rueda de prensa virtual. El objetivo del documento es plantear un cambio en la atención a este colectivo en la próxima década.
El debate fue promovido antes de la pandemia (junio de 2018) y concluyó cuando ésta daba sus primeros pasos, en marzo de 2020. Pero, según sus autores, ninguno de los puntos claves del informe ASISTO "ha perdido vigencia en un contexto de crisis sanitaria y cuando estamos viviendo en España la segunda oleada del coronavirus". Ahora, más que nunca, apuntan, el documento adquiere especial relevancia.
100.000 nuevos casos anuales
En la presentación han participado Guillem Bruch, director de Oncología para AstraZeneca en España; Enriqueta Felip, jefa de Sección de Oncología Médica del Hospital Universitario Vall d’Hebron, en Barcelona y vicepresidenta de la Junta Directiva de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM); Manel Peiró, director del Institute for Healthcare Management de Esade y Carlos Mur, representante de la Sociedad Española de Directivos de la Salud (Sedisa).
Se habla de largos supervivientes en el caso de los pacientes que han incrementado su supervivencia, bien sea libre de enfermedad o libre de progresión, recuerdan los expertos. Con necesidades que, inciden, son comunes y que podrían situarse en el plano de los pacientes crónicos porque los avances en la prevención, diagnóstico y tratamiento están promoviendo un aumento en las tasas de supervivencia.
Según los datos de la Red Española de Registros de Cáncer (REDECAN), la supervivencia neta a cinco años de los pacientes diagnosticados de cáncer en nuestro país entre 2008 y 2013 fue del 55,3% en hombres y del 61,7% en mujeres. En la actualidad, se estima que hay aproximadamente un millón y medio de estos pacientes y se calcula que cada año habrá 100.000 nuevos casos.
El aumento en el número de casos, según los expertos, responde a los avances de la atención oncológica a partir de la evolución de los programas de screening, innovaciones en los métodos de diagnóstico o eficacia de los recursos terapéuticos disponibles.
Falta de recursos económicos
El documento de consenso concluye que la falta de recursos económicos es quizás la barrera más difícil de franquear. Citan, también, la resistencia de los profesionales sanitarios al cambio, la descentralización del Sistema Nacional de Salud, la falta de trabajo coordinado entre especialidades, la falta de apoyo de las gerencias hospitalarias y de Atención Primaria o "la falta de respaldo político e institucional".
En el encuentro, los expertos coincidieron en la necesidad de que la colaboración entre la oncología médica, la Atención Primaria y otras especialidades sea mayor. La evidencia científica, señalaron, muestra mejoras en los resultados clínicos cuando existe mayor cooperación entre ese primer nivel asistencial y la atención en los hospitales.
Entre las propuestas, la doctora Enriqueta Felip incidió en la importancia del gestor de casos para propiciar esa mediación entre niveles asistenciales. También realzó la validez que, durante la pandemia, ha tenido la telemedicina en la atención a estos pacientes cuando no podían acudir a sus consultas.
Un abordaje multidisciplinar
"Es el momento de evolucionar hacia un nuevo enfoque del cáncer, no como enfermedad única y aislada sino con un abordaje multidisciplinar que incluya a otros especialistas y a los propios pacientes, además de al oncólogo, con objetivos a medio y largo plazo”, subrayó desde AstraZeneca Guillem Bruch.
Por eso, también consideran fundamental el diseño de protocolos que den un papel relevante a la enfermería, la psicosociología, los cuidados paliativos, el trabajo social y la farmacia, entre otros. Fundamental, subrayaron, promover los protocolos según la necesidad de cada paciente e incluir la detección precoz de las recidivas (repetición de una enfermedad poco después de finalizada la convalecencia) o la aparición de nuevos tumores, además de los criterios de detección de efectos adversos y secuelas ligadas a los tratamientos.
Así, la doctora Enriqueta Felip, recordó que, cuando se toman decisiones terapéuticas sobre un largo superviviente, no se puede olvidar las características de cada paciente, según su tipo de tumor o enfermedades asociadas. La oncóloga indicó que, en este sentido, es fundamental la investigación que debe dirigirse a aspectos como la coste-efectividad de las intervenciones, la seguridad de los tratamientos o la calidad de vida.
En la presentación del informe también se llamó la atención sobre la necesidad de corregir las desigualdades territoriales en la atención a estos pacientes y de adaptar el actual modelo de financiación al nuevo escenario epidemiológico. Así, abogaron por el modelo de financiación por programas asistenciales. Sobre el gasto sanitario derivado de la asistencia los pacientes, los expertos indicaron que no hay estimaciones económicas sobre su impacto.
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