A pesar de ser el país más envejecido del mundo, tener a China como vecino y contar con algunas de las metropólis con más densidad de población a nivel mundial, Japón se ha convertido en una suerte de excepción en lo que respecta a la epidemia de Covid-19. Sin confinamiento, ni testeo masivo como en Corea, ni aplicaciones móviles que monitoricen los movimientos de la población, el país nipón a día de hoy registra un total de 1.693 casos y 55 fallecidos. ¿Cómo lo hacen? Y lo más importante de todo: ¿va a durar su situación?
El país nipón cuenta con la población más envejecida del mundo y su capital, Tokio, es la ciudad más grande del mundo. Por otro lado, el país tiene una de las mayores tasas de fumadores del mundo, lo cual tampoco ayuda. Lo sorprendente de cómo están gestionando las autoridades la epidemia es que hasta el momento, no se ha impuesto el confinamiento masivo de la población, las ciudades continúan activas económicamente y no se han impuesto restricciones de movimiento entre regiones.
Si bien si que se han cerrado todas las escuelas, se han cancelado eventos y se ha recomendado el teletrabajo desde las empresas, hasta hace bien poco el Gobierno japonés opuso hasta resistencia a la hora de posponer la celebración de los Juegos Olímpicos en Tokio este verano.
Por otro lado, en lo que respecta a las medidas de distanciamiento social, el presidente japonés, Shinzo Abe, se resiste a declarar el estado de alarma y no ha impuesto medidas especialmente restrictivas. Según explica a Vozpópuli Francisco, un arquitecto de 29 años residente en Japón, no ha sido hasta este fin de semana que parece que se han empezando a imponer restricciones desde las autoridades.
Uso masivo de mascarillas
"Desde febrero simplemente desde las empresas mandaron a parte de la plantilla a trabajar desde sus casas. También empezaron a recomendar el uso de mascarillas y gel desinfectante, algo que ya es muy común de por sí aquí", explica.
Francisco, que vive en la segunda ciudad más poblada del país después de Tokio, los japoneses siempre han estado muy concienciados respecto a la higiene pública y desde un primer momento las autoridades han localizado los brotes. Si bien las recomendaciones desde el Gobierno eran de evitar las aglomeraciones, los bares y los locales de ocio han seguido abiertos.
"Si que es verdad que con lo que está pasando en Europa, tuve que acudir al médico y me preguntaron cuándo fue la última vez que estuve en Madrid y si había estado en contacto con más españoles, como es lógico", apunta Francisco, que alega que por lo demás, su vida apenas se ha visto alterada por el brote. Lo que sí reconoce es que ha tenido que cancelar sus vacaciones previstas a Madrid para ver a su familia. No sólo por la situación aquí, sino porque las autoridades japonesas no habrían permitido su vuelta al país.
"Aquí es que la gente lleva siempre mascarilla y gel de manos desinfectante por defecto, por lo que ya estaban concienciados de antes. A lo mejor eso ha ayudado a frenar los casos", apunta. De media, el país consume hasta 5.500 millones de mascarillas al año, lo que supone unas 40 por persona.
Por otro lado, una de las cosas que juega a favor de Japón es su sistema sanitario, que cuenta con 13,4 camas de hospital por cada mil habitantes, un dato que supera incluso a Alemania, uno de los países colocados como referencia en materia de recursos hospitalarios.
Los casos han crecido en las últimas horas
No obstante, según explica, este fin de semana el Gobierno ha empezado a volverse más estricto con las medidas. Las empresas, que hasta el momento sólo habían mandado a parte de su plantilla a teletrabajar desde sus casas, ya obligan a todos sus trabajadores a no acudir a las oficinas. Por otro lado, desde el Gobierno japonés se ha pedido a la población que se someta a una cuarentena voluntaria durante al menos una semana.
Lo cierto es que a pesar de los buenos resultados que la estrategia "suave" de Japón ha tenido hasta la fecha, en los últimos días el número de casos ha crecido, lo que rompe la tendencia de la región: China y Corea del Sur han logrado estabilizar la epidemia y el Gobierno de Xi Jinping levantó la cuarentena de Wuhan después de dos meses y medio hace unos días.
Este domingo, el Gobierno japonés ha registrado más de 200 contagios en el país durante las últimas 24 horas, un récord diario. La mayor parte se han concentrado en la ciudad de Tokio, con 63 casos nuevos.
La gobernadora de Tokio, Yuriko Koike, había pedido a decenas de millones de personas tanto de la metrópolis como de las regiones circundantes que evitaran salir por "motivos no esenciales", especialmente este sábado, para impedir "una explosión" de la pandemia. Koike pidió el viernes a los residentes de la capital que demostraran "sentido de la responsabilidad" a la hora de contener el virus, y rogó que suspendan cualquier trayecto "no esencial".
Asimismo, pidió a los tokiotas que se abstuvieran de salir a la calle para participar en el tradicional evento de la floración de los cerezos. "Van a florecer igual el año que viene", aseguró. La floración de los cerezos es uno de los eventos más multitudinarios del año y comenzó la semana pasada, durante la cual miles de personas han salido a pasear a los parques de todo el país.
¿Falta de test?
Por su parte a pesar del preocupante aumento de casos, el primer Shinzo Abe, ya ha avisado de que no tiene intención de cerrar la capital salvo caso extremo para no deteriorar todavía más las perspectivas económicas tras el aplazamiento a 2021 de los Juegos Olímpicos.
Por el momento se desconoce cuál es el motivo real de que Japón haya logrado controlar tan bien el brote hasta ahora, más allá de la disciplina y la higiene de la población. Hasta ahora, a la hora de analizar las estrategias seguidas por los diferentes países afectados por el Covid-19, Corea del Sur ha sido utilizada como ejemplo a seguir en numerosas ocasiones.
Su estrategia se ha centrado ante todo en el testeo masivo de la población con el objetivo de controlar e identificar a tiempo los casos positivos de Covid-19, lo que ha resultado muy efectivo. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el "test, test, test", es una de las mejores formas de gestionar la epidemia.
En Japón, no obstante, aunque tienen la capacidad suficiente de hacer más de 6.000 test al día, según los últimos datos disponibles se estima que apenas se han realizado más de 15.000 pruebas de coronavirus. Puede ser una de las explicaciones por las que el número de casos sea tan bajo, la falta de diagnóstico. No obstante, todo está por ver aún.
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