La llegada a las farmacias de los test de anticuerpos del coronavirus ha levantado una enorme polvareda. Los expertos dicen que sólo sugieren que una persona ha tenido un contacto previo con el virus, pero no son fiables, lo mismo que critica la Comunidad de Madrid que, por otro lado, sigue con la ofensiva de que el Ministerio de Sanidad dé luz verde para la venta de los test de antígenos en las mismas farmacias. Sin embargo, los distribuidores españoles de la prueba defienden que es una "herramienta más" y que serán muy válidos cuando lleguen las vacunas. Desde la distribuidora Cofares señalan que la prueba no debería ser usada como único criterio para el diagnóstico de la enfermedad.
Monumental lío en torno a los recién llegados autotest de anticuerpos covid a las boticas españolas. Justo antes del puente de la Constitución, Cofares, la cooperativa de distribución de medicamentos y productos sanitarios, anunciaba que, de forma escalonada, comenzaban a distribuirse en las farmacias de toda España. Los dos test autorizados son de marca suiza, se prescriben con receta médica y cuestan en torno a 25 euros.
Según Cofares, se trata de test rápidos que permiten al usuario conocer el resultado en diez minutos, en su propio domicilio y con un leve pinchazo en la yema del dedo. "En relación a la sensibilidad, según ficha técnica, tienen en un grado de resultados interpretados correctamente superior al 90%", señalan desde la cooperativa a Vozpópuli.
Sin embargo, desde el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF), ya han advertido que su llegada al mercado español generaría confusión. ¿El motivo?. Que en ese momento comunidades como Madrid estaban en otra batalla: la de insistir al Ministerio de Sanidad en que les autorice para vender en las farmacias los test de antígenos, algo que llevan meses reclamando.
El Consejo insisten en que este tipo de pruebas no están recomendadas en el caso de que exista sospecha de infección y que sólo sirven para ver la evolución de una persona infectada o si ha tenido contacto con el virus.
Poca fiabilidad
La misma Consejería de Sanidad de Madrid, que aprovechaba la ocasión para quejarse de que el departamento que dirige Salvador Illa lleva un retraso de más de doce días en su demanda de que las boticas vendan test de antígenos, ha alzado la voz en la misma dirección: la confusión que la llegada de esas pruebas producirá. Además, también, alerta de su poca fiabilidad.
Vozpópuli ha preguntado a Cofares sobre esta cuestión. La cooperativa aclara que este tipo de prueba está dirigida para ser usada "por individuos que piensen que pueden haber contraído el virus en los meses pasados o que hayan tenido contacto con personas infectadas con anterioridad a las pasadas dos últimas semanas". Y, ante la creciente polémica, aseguran: "Esta prueba no debería ser usada como único criterio para el diagnóstico de covid-19".
Las pruebas "no sirven"
Este martes, la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC) advertía de que las pruebas no sirven. "Las pruebas de detección de anticuerpos informan de la presencia de anticuerpos contra alguno de los componentes del virus SARS-CoV-2, el agente causal de covid-19, lo que sugiere que el paciente ha tenido un contacto previo con este virus", apuntaban desde la sociedad científica.
La SEIMC se mostraba tajante: "las pruebas de detección de anticuerpos no sirven, y por tanto no deben ser utilizadas para diagnosticar infección activa por SARS-CoV-2 ni en pacientes sintomáticos ni en individuos asintomáticos". Además, añadía, "la difícil interpretación de los resultados de estas pruebas puede generar una angustia innecesaria y una mayor sobrecarga de un sistema sanitario, ya saturado, al que se acudirá tanto para solicitar la prueba como para resolver las dudas generadas por los resultados".
Habla el distribuidor
Una visión que no comparte Fernando Díez, director general de la empresa valenciana ELIX Pharma que, en España, distribuirá el test del fabricante de Suiza PRIMA Lab. En conversación con Vozpópuli, Díez indica que se trata de "una herramienta más al servicio del sistema sanitario. Lo de que no es fiable, depende de para qué", señala en alusión a la comunicación de la SEIMC.
El director de la empresa, que en los próximos tres meses distribuirá medio millón de test por las farmacias españolas admite que, la prueba de referencia "debería ser una PCR, pero no nos las están haciendo a todos". En el caso de los autotest, señala que ellos no son quienes dicen cómo se han de usar pero defiende que es "una herramienta de alta calidad y que se está utilizando en muchos países para saber si uno ha pasado la enfermedad. Evidentemente, no es una prueba de diagnóstico".
Díez pone el acento en otra cuestión. El test tiene las bendiciones de la Unión Europea. "Es importante porque todos los test que se comercializaban hasta hoy lo único que tenían era una declaración de conformidad, un documento jurado del fabricante que refleja que todas las características del test son las necesarias y cumple los requisitos legales. Pero, en este caso, para un tipo de test que se va a comercializar en farmacias y usarse en domicilio, Europa pide algo más: ser ellos los que validen el test", puntualiza.
La receta, también en la privada
Fernando Díez dice que la clave es que los test se venderán con receta médica. Pero, aclara, "los médicos no sólo son los de Atención Primaria. Un dentista puede prescribir, un oftalmólogo, un traumatólogo...En las clínicas privadas, cuando se programa una cirugía, se indican pruebas de este tipo. El médico ahora tiene otra herramienta y decidirá cuándo hace una prueba y qué prueba hacer".
Además, Díez subraya otro aspecto que, en su opinión, no se ha pensado y es que, cuando lleguen las vacunas del coronavirus, este tipo de test "pueden ayudar mucho a conocer los resultados de anticuerpos que está generando la vacuna. Es un dato estadístico que pueden dar este tipo de pruebas de alta calidad", concluye.
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