Durante la rueda de prensa diaria del comité técnico celebrada este viernes, el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), el doctor Fernando Simón, explicaba que casi con toda probabilidad, cuando empiece a levantarse de manera gradual la cuarentena por el coronavirus, se siga el ejemplo de los países asiáticos y se recomiende el uso de mascarillas a diario para toda la población.
"Aprendamos de cómo funcionan otras sociedades como los japoneses", afirmaba ayer el epidemiólogo, que se encuentra autoaislado en su domicilio tras dar positivo por Covid-19. "Tenemos que aprender a utilizar los equipos de protección individuales a medida que estén disponibles", apuntó.
Por su parte, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, también apuntó ayer durante una rueda de prensa posterior que "no descartaba" recomendar las mascarillas de manera generalizada cuando se empiecen a levantar las medidas de cuarentena. En Cataluña, por otro lado, Protección Civil ya lo está recomendando a todas aquellas personas que vayan a hacer la compra.
Hasta el momento, desde el Gobierno nunca habían recomendado el uso generalizado de las mascarillas, en línea con lo que siempre ha venido diciendo la Organización Mundial de la Salud (OMS), que descarta la necesidad de un uso generalizado de las mascarillas en la población e insiste sobre todo en una adecuada higiene de manos, así como mantener la distancia de seguridad.
El caso de los países asiáticos
No obstante, esta línea no es la que se ha seguido en los países asiáticos. Tal y como señalaba Simón en la rueda de prensa, en países como Japón o China, el uso de mascarillas es un hábito muy común entre la población, tanto para protegerse de enfermedades como de la polución. Durante la epidemia, todos los países asiáticos han obligado su uso a toda la población como medida de prevención. También es cierto que debido a que la población las compra de manera generalizada, no han sufrido desabastecimientos, como está ocurriendo en España.
De hecho, en una entrevista con la revista Science, el director general del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades chino, George Gao, aseguró que el "gran error" que está cometiendo Estados Unidos y Europa a la hora de luchar contra esta epidemia es que la gente en general no usa mascarillas cuando sale a la calle. Algunos países europeos están siguiendo la guía de Asia y por el momento, Eslovaquia, República Checa y Bosnia-Herzegoniva ya han ordenado su uso obligatorio. Austria, por su parte, también, pero de manera parcial.
La OMS insiste en que no se transmite por el aire
Pero, ¿por qué la OMS dice una cosa y algunos gobiernos dicen otra? Es importante comprender que el uso de la mascarilla tiene una función principal: proteger a los que nos rodean, no a nosotros mismos. Hace unos días, la OMS publicó un informe en el que actualizaba sus recomendaciones a la hora de controlar el brote.
En él, explica que por el momento, no hay suficiente evidencia científica de que el coronavirus se transmita por el aire de manera sistemática, por lo que no considera que sean necesarias. La principal vía de transmisión sigue siendo persona a persona a través de las gotas respiratorias que expulsan los pacientes afectados por la Covid-19 al estornudar o toser.
Según explican en el texto, para que se produzca un contagio las dos personas tienen que estar a una distancia inferior a un metro y el infectado en cuestión tiene que toser o estornudar en la dirección de la persona sana.
Es por ello que es fundamental que cualquier persona que presente síntomas use mascarilla, con el objetivo de no contagiar a los demás, no de protegerse ante el contagio. Por otro lado, siguen insistiendo en la necesidad de mantener una adecuada higiene de manos y en no tocarse la cara. Si se toman estas medidas, consideran que es muy difícil que se propague la enfermedad, sumada a la cuarentena en la que estamos sometidos a día de hoy.
Asia está a favor: evita que las personas asintomáticas transmitan el virus
Por su parte, en su entrevista con Science, Gao alega que debido al enorme número de personas que son asintomáticas o presintomáticas, el obligar a todo el mundo a usarlas puede frenar la transmisión de manera muy eficiente.
Según apunta, si todo el mundo la lleva puesta aunque no sepa si está contagiado -sobre todo teniendo en cuenta que no todo el mundo se está sometiendo a una prueba PCR y muchos presentan síntomas muy leves- el riesgo se reduce bastante. "Muchas personas tienen infecciones asintomáticas o presintomáticas. Si usasen mascarillas podrían evitar que las gotas que transportan el virus escapen e infecten a otros”, apunta.
No obstante, desde la OMS alegan que su uso puede dar "una falsa sensación de seguridad", según afirmó el pasado día 31 el portavoz de la OMS, Tarik Jasarevic. Además, apuntan que tienen que usarse de manera correcta, ya que si no es contraproducente.
"El uso de mascarillas no se requiere para gente saludable. En cambio, las personas con síntomas debe usarlas para proteger a los demás y también los que cuidan a enfermos en casas y están más expuestos al virus", explicó Jaserevic.
Las personas que usan mascarillas no están necesariamente protegidas, dijo el representante de la OMS, porque su uso "no garantiza la protección si no se combina con otras medidas. El problema es que la gente que las utiliza puede tener un falso sentimiento de seguridad y olvidar otros gestos esenciales como lavarse las manos".
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