Este lunes, miles de trabajadores de servicios no esenciales se han reincorporado a sus puestos de trabajo como una de las primeras medidas impuestas por el Gobierno para comenzar la "desescalada" del confinamiento, que se producirá muy poco a poco. Desde Sanidad han comenzado a recomendar a estas personas el uso generalizado de mascarillas incluso aunque no presenten síntomas, especialmente en espacios cerrados como el tren o el metro.
De hecho, como parte de esta nueva medida de prevención desde el Ejecutivo han anunciado que a partir de este lunes, repartirá entre los trabajadores en torno a diez millones de mascarillas en las principales estaciones de tren, autobús y metro. Hasta hace relativamente poco, la postura del Ministerio de Sanidad -así como la de la Organización Mundial de la Salud (OMS)- era contraria al uso generalizado de las mascarillas entre la población, ya que las consideraba poco necesarias.
Hasta la fecha se habían descartado porque no existe suficiente evidencia científica que apunte que el virus se transmite por el aire. Su principal papel, por tanto, es el de evitar que una persona infectada pueda expandir el virus cuando tosa o estornude. No obstante, en los últimos días la perspectiva ha cambiado: al tener en cuenta la enorme capacidad de transmisión que tienen las personas asintomáticas y con pocos síntomas, el uso de las mascarillas se ha convertido en una medida más de prevención.
De hecho, el pasado miércoles, el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés) publicó un informe según el cual las mascarillas debían considerarse como una medida complementaria también en las personas "asintomáticas o presintomáticas", principalmente en espacios cerrados y concurridos, como tiendas, centros comerciales o el transporte público.
Este lunes, durante la rueda de prensa diaria del Comité Técnico de Gestión del coronavirus, la directora adjunta del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Maria José Sierra, ha apuntado que las mascarillas son "un complemento" a las medidas de prevención de mantener una distancia de un metro y unas buenas condiciones de higiene personal.
"Sólo cuando estas condiciones no puedan tener lugar recomendamos el uso de mascarillas", ha apuntado, una afirmación que ha sido reiterada algo más tarde por el propio ministro de Sanidad, Salvador Illa. Las dudas que surgen a rañiz de esto son muchas: ¿cuándo me la tengo que poner? ¿Son reutilizables? ¿Qué tipos hay?
¿Cuándo hay que usarlas?
Es por ello que es más probable que a medida que salgamos a la calle, tengamos que usar mascarilla para entrar en el metro o en el supermercado, por ejemplo. En ese sentido se ha manifestado este lunes el jefe de Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Universitario Virgen Macarena de Sevilla, Jesús Rodríguez Baño, en una entrevista de Canal Sur Radio.
De este modo, Rodríguez Baños ha señalado que "hay una cosa importante a tener en cuenta y es que las mascarillas no son mágicas", es decir, "no por que uno la lleve ya evita la transmisión". Por ello, ha recordado que "sería una medida complementaria a otras cómo mantener la distancia entre personas, la higiene de manos, etcétera".
En ese sentido, ha apuntado que desde el Centro Europeo de Control de Enfermedades "recomienda el uso de mascarillas para estar en determinados lugares donde hay más personas. Por ejemplo, en los hospitales lo hacemos, pero también si se va en un transporte público o a un comercio". "Si se va solo por la calle, no tiene sentido usarlas", ha destacado.
¿Qué tipos de mascarillas hay?
Mucho se ha escuchado hablar de los distintos tipos de mascarillas que hay: FPP, FPP2 o FPP3. Pero esas mascarillas se refieren sólo a las de filtro, por lo que habría que ampliar el espectro.
- Mascarillas higiénicas: son las más básicas, por así decirlo. Son de de uso personal y desechables y su baja capacidad de protección hace que no sean recomendables para el personal sanitario, por lo que no se consideran siquiera Equipos de Protección Individiual (EPI).
- Mascarillas quirúrgicas: Son la versión elevada de las higiénicas. Si están consideradas EPIs y evitan con bastante eficacia que un enfermo disperse gotitas con coronavirus al toser o estornudar.
- Mascarillas caseras: Desde el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés) alegan que tienen muy poca efectividad, ya que apenas hay información sobre su eficiencia, pero apuntan que cuenta con la ventaja de se pueden desinfectar con facilidad.
- Mascarillas de tipo FFP: protegen al usuario, porque están diseñadas para filtrar las partículas y aerosoles líquidos presentes en el medio ambiente, impidiendo que sean inhaladas por quienes las están utilizando. Según la eficacia de filtración, la mascarilla es de clase 1, 2 o 3. Las mascarillas FFP1 por ejemplo, tienen una capacidad de filtrado de un 78%, frente a las FFP3, que pueden filtrar hasta un 98%.
¿Son reutilizables?
Todas las mascarillas nombradas anteriormente, excepto las caseras, son de un solo uso. No obstante, la falta de material médico obliga en algunas circunstancias a los profesionales médicos a reutilizar estos EPIs.
Muchas de las mascarillas con filtro están marcadas por una letra R, que implica que pueden usarse durante más de un turno de trabajo siempre y cuando se desinfecten. Desde Sanidad se apunta que se puede utilizar una solución con lejía diluida o alcohol del 70%, que hay que dejar actuar al menos tres minutos. No obstante, incluso el número de veces que se reutilicen las mascarillas debe ser limitado.
Las únicas que pueden usarse en más de una ocasión son las caseras, en su mayoría hechas de tela. Entre uso y uso deben lavarse entre 60 y 90 grados en la lavadora al menos 30 minutos.
¿De qué tipo está repartiendo el Gobierno?
Desde el Gobierno han comenzado a repartir por el momento mascarillas higiénicas para la población general. Los profesionales sanitarios si que tienen acceso a mascarillas con filtros al ser de los más expuestos a la enfermedad.
¿Cómo hay que ponérselas?
Desde el Gobierno y los principales expertos científicos llevan semanas insistiendo que independientemente del debate sobre su uso obligatorio, lo que queda claro es que si no se saben usar, no tienen razón alguna de ser. Desde el Ministerio de Sanidad han publicado en las últimas horas una guía sobre su uso:
- Es imprescindible lavarse las manos a conciencia antes de ponérsela.
- Debe cubrir la boca, la nariz y la barbilla. No puede cubrir sólo la boca y no, no debemos apartarla ni para hablar y mucho menos para toser.
- Evita tocar la mascarilla mientras la lleves puesta y evita tocarte la cara en todo momento.
- No es recomendable quitársela en ningún momento hasta que lleguemos a casa o a nuestro lugar de trabajo. Tampoco debemos llevarla a modo de bufanda.
- Para quitárnosla, es importante hacerlo o por detrás -si se atan en la parte trasera de la cabeza- o por las orejas, sin tocar la parte frontal.
- Si se trata de una mascarilla higiénica, como las que está repartiendo el Gobierno, son de un sólo uso y no son reutilizables. Además son de uso personal.
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