Tradicionalmente, la industria farmacéutica estadounidense siempre ha sido la líder en el mercado internacional. Nombres como Pfizer o Johnson & Jonhson siempre han liderado la industria. No obstante, las farmacéuticas europeas han crecido sobremanera en los últimos años, llegando a situarse a la altura -y por encima- de los laboratorios estadounidenses.
En 2019, los tres principales líderes bursátiles del mercado fueron europeos, mientras que las tres farmacéuticas que más dinero perdieron en Bolsa durante los últimos 12 meses fueron de Estados Unidos, afectados ante todo por la crisis de los opiáceos y la incertidumbre que rodea a la política farmacéutica de Donald Trump.
Así se desprende del último informe elaborado por Evaluate Pharma, la mayor consultora especializada en el sector. Según establecen, la farmacéutica británica AstraZeneca experimentó una subida de más del 30% en el valor de sus acciones durante 2019, lo que la sitúa como líder en capitalización bursátil del sector.
Las europeas rinden mejor en bolsa que las de EEUU
El buen rendimiento de los valores de AstraZeneca se deben principalmente a dos de sus tratamientos contra el cáncer, Tagrisso y Lymparza. Le sigue de cerca la suiza Roche, que tiene otros dos fármacos, Ocevus y Hemlibra, que se encuentran entre los más rentables del sector. Hemlibra, un tratamiento contra la hemofilia, es en la actualidad el medicamento con mayores ventas de toda la industria.
El final del ránking superior se sitúa Novartis, con sede en Suiza, que ha logrado subidas bursátiles de hasta un 27% durante el último año. Novartis es el fabricante de Zolgensma, el medicamento más caro del mundo. Se trata de un tratamiento contra la Atrofia Muscular Espinal (AME), una enfermedad rara que afecta sobre todo a bebés y para la que no había alternativa alguna. Su precio es de más de dos millones por dosis.
Por el contrario, para algunas de las farmacéuticas estadounidenses, 2019 ha sido un año catastrófico en Bolsa. Pfizer es la que peor parte se lleva, con una bajada del valor de sus acciones de hasta un 10%, motivadas por "las preocupaciones sobre su estrategia corporativa", según apuntan desde Evaluate Pharma. La consultora hace referencia al hecho de que el fabricante de Viagra ha protagonizado varias compras importantes durante los últimos 24 meses, sin que estén implicando grandes rendimientos en sus cuentas.
Abbvie se hizo el pasado mes de junio con Allergan, el laboratorio propietario del bótox, por un total de 63.000 millones de dólares
Le sigue Abbvie, con pérdidas de un 4% en el valor de sus acciones. La farmacéutica norteamericana se hizo el pasado mes de junio con Allergan, el laboratorio propietario del bótox, por un total de 63.000 millones de dólares
Por último, se sitúa Johnson & Johnson, que ha experimentado un año lleno de altibajos, principalmente por su implicación en la crisis de los opiáceos en Estados Unidos y la emisión de varias condenas millonarias en su contra. No obstante, a pesar de ser una de las grandes 'farmas' que peor ha rendido en Bolsa durante 2019, cerró el año con una subida del 13% en su valor.
La industria farmacéutica china coge fuerza
Fuera de la 'primera división' de los grandes laboratorios ya asentados, las farmacéuticas chinas comienzan a coger impulso en el sector, de acuerdo con los resultados que han registrado a lo largo del año.
Destaca especialmente la compañía china Jiangsu Hengrui, una de las mas potentes en el país asiático en oncología. Le sigue de cerca Chugai Pharmaceutical que cuenta con un acuerdo con Roche, dueño de la mayoría de sus acciones.
Independientemente de sus rendimientos en Bolsa, la industria ha cerrado 2019 como uno de los años más movidos de su historia en lo que se refiere a fusiones y adquisiciones de empresas. De acuerdo con los últimos datos proporcionados por la consultora especializada Evaluate Pharma, durante 2019 el total de operaciones que se han producido en la industria farmacéutica a nivel global ha sumado la friolera de 217.000 millones de dólares en tan sólo un año.
Esta cifra, que es la más alta en más de cinco años, sigue sin superar la registrada en 2014, cuando se registraron fusiones y adquisiciones por un valor de 219.500 millones de dólares. El motivo de esta 'fiebre de compras' es muy simple: hacerse con nuevos medicamentos innovadores. Para muchos de los grandes laboratorios, resulta mucho más sencillo hacerse con una empresa biotecnológica, por ejemplo, que cuente con un medicamento en desarrollo con potencial.
De esta manera, se hacen con nuevos fármacos innovadores, que son la principal fuente de su crecimiento, sin tener que invertir años de investigación. Las cifras que manejan a la hora de adquirir estas empresas, no obstante, siguen siendo suponiendo una inversión elevadísima.
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