La formación y la investigación son las asignaturas pendientes en las unidades de dolor infantil en España. Una encuesta, la primera de estas características que se realiza en nuestro país, refleja que el 75 por ciento de niños y adolescentes ingresados en esas unidades tienen dolor crónico y un 88 por ciento padece dolores no oncológicos.
Los datos se incluyen en una investigación encabezada por Jordi Miró, coordinador del Grupo de Trabajo de Dolor Infantil de la Sociedad Española del Dolor (SED). Miró analizó tanto las unidades como los programas dirigidos a niños y adolescentes con dolor en ocho centros sanitarios.
La muestra, según la SED, muestra que los dolores que los menores padecen con más frecuencia son musculoesquelético, neuropático y dolor por espasticidad. Los tratamientos, incluso en los casos en los que el dolor es crónico, son casi siempre farmacológicos.
Para los tratamientos médicos, todas las unidades utilizan bloqueos con anestésicos locales mientras que los farmacológicos más utilizados son ibuprofeno, paracetamol, amitriptilina, fentanilo, gabapentina y benzodiacepinas.
Falta terapia psicológica
En el estudio, la SED llama la atención sobre varias cuestiones: por ejemplo que no todas las unidades de dolor infanto-juveniles ofertan a sus pacientes tratamiento psicológico, al menos si se habla de terapia cognitivo-conductual. Si se trata de rehabilitación física y fisioterapia, casi todas sí disponen de estimulación eléctrica transcutánea (TENS).
Además, la sociedad científica denuncia que, aunque el 75% de los encuestados piensa que la investigación es fundamental, en la práctica no se materializa: el 50% de las unidades no había publicado nada relacionado con el dolor en los últimos cinco años.
Los MIR, los más formados
Otra asignatura pendiente, refleja la encuesta liderada por Jordi Miró, es la formación. Solo el 25% de este tipo de contribuye a la formación en investigación sobre el dolor. Los MIR (88%) son quienes más reciben esos programas, sobre todo en residentes de anestesiología y enfermería.
El estudioes el primero de sus características que se realiza en España. Quiere ayudar a mejorar este tipo de servicios. Un trabajo previo publicado por el especialista definía las características básicas que debe tener toda unidad del dolor de población infanto-juvenil: ser multidisciplinar; ofrecer una amplia gama de tratamientos; incluir la investigación, la formación clínica de especialistas y la educación de la población y estar acreditadas por alguna entidad competente.
Para Miró, director de la Cátedra de Dolor Infantil de la Universitat Rovira i Virgili Fundación Grünenthal, ‘’el tratamiento de niños y jóvenes con dolor ha progresado considerablemente en los últimos 30 años. Sin embargo, en el caso del dolor crónico, el tratamiento médico etiológico, orientado a tratar la enfermedad de base causante del dolor, no es suficiente para aliviar o prevenir nuevos episodios de dolor para la mayoría’’.
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