Sanitatem

Un día con los mayores de 80 en las vacunas: "Por lo menos moriremos de otra cosa que no sea la covid"

Algunos mayores tuvieron que pasar las penurias de la epidemia de gripe de 1918. Josefa, por ejemplo, tuvo a un hermano "muy malito" por aquella pandemia. Muchos tuvieron que sufrir

Algunos mayores tuvieron que pasar las penurias de la epidemia de gripe de 1918. Josefa, por ejemplo, tuvo a un hermano "muy malito" por aquella pandemia. Muchos tuvieron que sufrir la Guerra Civil, las bombas y los fusilamientos. El padre de Josefa, asturiano, fue ejecutado en la contienda. Todos hicieron frente a los años del racionamiento, de la escasez y la pobreza. También pasaron buenos años. Se enamoraron, tuvieron hijos, amigos, trabajo, jubilación, nietos... y llegó la pandemia. La covid llegó y se cebó con ellos, los que más carga llevaban a sus espaldas.

Hoy se empiezan a vacunar y miran al futuro con esperanza, pero también con realismo. La vida les ha enseñado a no hacerse ilusiones, aunque no por ello pierden un ápice de arrojo o valentía. La viva muestra de ello es Mariano Pérez, un señor afable de 91 años, oriundo de Pinilla de Toro (Zamora): "Por lo menos moriremos de otra cosa que no sea el coronavirus".

Mariano es uno de los 84 ancianos que cada día, durante estas dos semanas, acudirán al Centro de Salud Andrés Mellado para vacunarse. "El objetivo es vacunar a 1.933 personas estas dos semanas", explica Mónica Igea, la jefa de Enfermería del centro. Esto supone un tercio de la población mayor de 80 de la zona. La Comunidad de Madrid aspira a vacunar a 130.000 personas mayores de 80 estas dos semanas.

Para Mariano, vacunarse significa "poder moverse sin miedo. Tengo más miedo que vergüenza por culpa de este virus". También significa que podrá volver a Pinilla de Toro, su pueblo. "Creía que me iba a tocar más tarde. Van a buen ritmo. Otras provincias van más lento". Lo de la vacuna Mariano lo tiene controlado, pues trabajó de veterinario toda su vida, "rodeado de vacas".

Dos sanitarias organizan la vacunación de mayores de 80 en un Centro de Salud de Madrid
Dos sanitarias organizan la vacunación de mayores de 80 en un Centro de Salud de MadridClara Rodríguez

El centro de salud ha habilitado dos circuitos, uno para la vacunación y otro para las consultas de Atención Primaria. También es el turno de Victoriana López, de 95 años, exactriz. Cada dos palabras ríe. Su carácter extrovertido y alegre no pasa desapercibido. Se muestra tan ágil que mueve las piernas con gracia y dice que lo primero que hará después de recibir las dos dosis es "volver a hacer gimnasia al centro de día. Que ahora lo tienen cerrado. Si estoy todo el día en el sofá no duermo".

Victoriana va acompañada de Rosita, su cuidadora, a la que pregunta como si fuera su mano derecha. "Igual hay días que tendría que estar llorando, pero ¿para qué? Se ha ido mi nieta a Inglaterra y estoy deseando verla. Desde ahora podré dormir más tranquila, eso sí".

La responsable de Enfermería señala que han comenzado "con mucha ilusión. Es un momento ideal para los trabajadores, con lo que hemos soñado desde que se inició la pandemia". Han establecido un protocolo de vacunación que comienza con una primera llamada a las personas a vacunar. En esta llamada el sanitario valora la posibilidad de vacunación y se concierta la cita.

"Estamos intentando organizarlo de la mejor manera posible. Son 84 pacientes a vacunar en cuatro horas", explica Igea. El motivo es que las vacunas se reciben en los centros de salud por la mañana, y no pueden administrarse las dosis hasta el turno de tarde.

"Los vacunados están tan emocionados como nosotros. Son personas que conocemos desde hace años y con quienes hemos vivido estos momentos muy duros", manifiesta. Igea reconoce que se han tenido que organizar de forma "precipitada", pues fueron informados de la campaña de un día para otro, sin embargo, mantiene la ilusión y la motivación. Respecto a la necesidad de más personal, Igea sugiere que "nunca vienen mal los refuerzos, pero estamos sacando el trabajo adelante".

Una enfermera explica a una paciente los pasos a seguir la tras la vacuna contra el coronavirus
Una enfermera explica a una paciente los pasos a seguir la tras la vacuna contra el coronavirusClara Rodríguez

Voces discordantes

En la puerta para vacunar del Centro de Salud Andrés Mellado esperan unas dos decenas de personas mayores con sus acompañantes. Van llamando por turnos y acceden a una sala de espera, donde después de un rato son llamados de nuevo para vacunarse. Tras el pinchazo deben aguardar 15 minutos en una sala de espera diferenciada de la primera, para vigilar posibles efectos secundarios. En la estancia de Vozpópuli en el centro no tuvo lugar ninguno.

Sin embargo, sí hubo quejas por la falta de sillas en la puerta de la calle. Juana Díaz, de 80 años, protesta por esta razón: "Tengo una lesión de espalda terrible y nos tienen aquí fuera esperando de pie. No sé por qué nos tienen en la calle en vez de dentro, con lo grande que es el centro". Hay personas de 90 años y más, y el centro no dispone de suficientes sillas de ruedas para los que esperan en la calle. Algunos se apoyan en los coches o en la pared, como pueden.

Volver al pueblo

Más allá de estas quejas, el ambiente en general es bueno. Los mayores salen de la vacunación satisfechos y con ganas, incluso, de la segunda dosis. Tras la vacunación Mariano dice que no se "ha enterado". Tiene ganas de volver al pueblo "¡y a Palencia!". A los 91 años todavía quedan cosas por hacer, aunque sean las más sencillas, que en el fondo son las más complejas.

Apoya TU periodismo independiente y crítico

Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación
Salir de ver en versión AMP