Los sanitarios ya lo venían avisando, pero la pandemia les ha hecho estallar: los autodiagnósticos y los bulos que circulan en Internet sobre la salud provocan que el sistema sanitario se desborde. Así queda reflejado en el "IV Estudio de Bulos en Salud: especial covid-19", realizado por Doctoralia, Salud sin Bulos y la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia.
Se trata de una encuesta, distribuida en septiembre entre los profesionales de la salud en España, en la que a través de una serie de preguntas han reflejado su preocupación por el aumento de los pacientes que acuden a los centros de salud alertados por los autodiagnósticos que realizan algunos pacientes a través de búsquedas en Internet o por simples fake news que circulan por redes.
Es la cuarta edición de este estudio y, aunque en este hayan dedicado especial atención a los bulos sobre el coronavirus, abarca la preocupación general del sector sobre este asunto. "Comprobamos que los bulos son una realidad cada día más presente en las consultas de los especialistas", se lee en la presentación del mismo. Como se explica en ese mismo texto, los motivos de la propagación de estas noticias falsas son principalmente tres: la facilidad de transmisión a través redes sociales (el 58,6% de los consultados lo cree), una cantidad excesiva de información en los medios (17,6%) y una falta de rigor de los mismos a la hora de contrastarla (23,8%).
Con el objetivo de conocer de primera mano la situación que están viviendo los sanitarios, Vozpópuli se ha puesto en contacto con varios profesionales de la salud, tanto médicos como enfermeros. Todos ellos confirman que tienen que atender a muchos pacientes que acuden a los centros de salud preguntando por diagnósticos que han visto en Internet y que nada tienen que ver con la realidad.
Una de los sanitarios contactados es Paloma Merino, doctora en el Hospital Clínico San Carlos. Explica que en los hospitales el problema no es tanto el número de pacientes que vienen a realizar consultas de este tipo, sino el tiempo que tienen que perder desmintiendo las teorías de los pacientes que han leído en Internet. "Además, se lesiona la relación médico-paciente si no les confirmas lo que ellos tienen asumido como verdad", apunta.
Marta Fernández, enfermera en un centro de salud de Madrid, cuenta a este periódico que cada una de sus compañeras (son todo mujeres en este caso) atienden diariamente una media de dos o tres pacientes de este tipo. Entre muchos de los ejemplos que cuenta, destaca que en una ocasión tuvo que atender a una mujer que aseguraba que, "tal y como había leído en Internet", la vacuna contra la covid le estaba provocando caída exagerada de pelo. Tras unas cuantas preguntas, descubrieron que estaba en un tratamiento contra el cáncer, verdadera razón de su problema.
Bulos y covid
La pandemia ha sido, entre otras muchas cosas, un motivo para que se disparen los bulos y fake news. Si con la popularización de Internet ya era un problema real del que alertaban los sanitarios, con la llegada del coronavirus esta realidad se ha disparado. Según los datos que aporta el citado estudio, el 93.5% de los sanitarios encuestados considera que el incremento de las noticias falsas que circulan en Internet tienen una relación directa con la covid.
Por otro lado, 9 de cada 10 especialistas aseguran que en el último año han atendido al menos una vez a pacientes que acuden preocupados por bulos. Concretamente, en este año 2021, el de la vacuna contra la covid, el número de especialistas que han atendido a pacientes preocupados por un bulo sobre el coronavirus ha crecido un 13,9%, desde el 72,5% en 2020 (año en el que ya se produzco un fuerte crecimiento), hasta el 86,4% este año.
Los temas que han generado más consultas sin criterio debido a la búsqueda de información por Internet y redes sociales han sido la vacuna (81.3%), el origen del virus (52.7%) y el propio tratamiento de la enfermedad (33.1%). El siguiente bloque de temas donde los especialistas se han encontrado con fake news son los relacionados con los datos de contagiados o curados (21.2%), fallecimientos (21%), prevención (18.1%), y síntomas (8.8%).
Médicos y medios de comunicación
Otro de los puntos que señalan es el papel de los medios de comunicación: favorecen que la gente busque información en Internet y redes sociales para autodiagnosticarse, haciendo que aumente la saturación en centros de salud y hospitales. Además, "los especialistas consideran que tanto los medios digitales como los tradicionales han jugado un papel importante en la diseminación de información falsa, provocando que los bulos acaben llegando a las consultas de los profesionales de la salud", tal y como se lee en el citado estudio.
Tanto la doctora Merino como la enfermera Fernández recuerdan la responsabilidad con la que los medios deben tratar los temas de salud. "Los medios son los primeros que tienen en su mano alertar o no alertar", explica la segunda. Además, comparten la idea de que una de las soluciones es invertir en una buena educación sobre la salud, para conseguir que la gente sea capaz de diferenciar lo que es verdad y lo que no.
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