Desde el principio de la pandemia, los murciélagos han sido considerados por la mayoría de la comunidad científica como el origen más probable del nuevo coronavirus SARS-CoV-2. Ahora los científicos creen que además de ser el punto de inicio de la pandemia, estos mamíferos podrían tener la clave para luchar contra la covid-19.
Un estudio publicado en la revista Nature Microbiology, llevado a cabo por un equipo internacional de investigadores ha establecido que el nuevo coronavirus lleva entra 70 y 40 años en estos animales. Esto implicaría que el SARS-CoV-2 lleva décadas circulando entre los murciélagos sin ser identificado y sin que ellos sufran ninguna enfermedad similar a la covid-19.
Por otro lado, el trabajo también apunta a que no hubo una especie intermedia a partir de la cual el virus saltó a los humanos, sino que el patógeno habría entrado en contacto con personas directamente a partir de un murciélago. De esta manera, rechazan la teoría de que el virus pasó de los murciélagos al pangolín y de ahí a los humanos. "La evidencia actual es consistente con que la evolución del virus en murciélagos haya dado lugar a variantes capaces de replicarse en el tracto respiratorio superior tanto del humano como del pangolín", han comentado los autores.
Un trabajo publicado hace unos días en Nature ha logrado decodificar el genoma de seis especies de murciélago en busca de respuestas
Otro de los puntos claves de su estudio es que este coronavirus, al igual que todos los coronavirus relacionados con los murciélagos, virus con una alta capacidad de intercambiar material genético entre sí, lo que implica, según los autores, que será "difícil" identificar nuevos virus con el potencial de causar brotes importantes en humanos antes de que estos emerjan.
¿Por qué no enferman?
A raíz de estos descubrimientos, son muchos los investigadores que se han hecho la siguiente pregunta: ¿Por qué los murciélagos no enferman a pesar de tener estos virus en su organismo? Determinar qué es lo que protege a estos animales del patógeno podría ser una de las claves para combatirlo en humanos.
Un trabajo publicado hace unos días en Nature ha logrado decodificar el genoma de seis especies de murciélago en busca de respuestas. Según establecen los autores del trabajo, creen que la respuesta a la inmunidad que presentan estos mamíferos ante el SARS-CoV-2 podría estar precisamente en su material genético, por lo que esperan que al analizarlo encuentran pistas sobre cómo pueden los murciélagos protegerse ante el mismo.
Según explicaba en una entrevista con la BBC una de las autoras del estudio, la profesora Emma Telling de la Universidad de Dublín y fundadora del proyecto BAT1K Project, los murciélago cuentan con un código genoma "exquisito" que indica que cuentan con "un sistema inmunitario único".
El proyecto que lidera Telling tiene como objetivo decodificar el genoma de todas las especies de murciélago que existen en busca de esta clave: son más de 1.400 razas distintas
Al entender cómo se defienden frente a los virus, esta información sería fundamental a la hora de enfocar futuros tratamientos frente a la covid-19. "Si pudiéramos imitar la respuesta inmune de los murciélagos a los virus, aquello que les permite tolerarlos, podría encontrar la cura en la misma naturaleza", explicaba la investigadora.
El proyecto que lidera Telling tiene como objetivo decodificar el genoma de todas las especies de murciélago que existen en busca de esta clave: son más de 1.400 razas distintas. "La respuesta ya existe en ellos, no hace falta que reinventemos la rueda. Tenemos las herramientas que necesitamos para entender los pasos a seguir, ahora tenemos que desarrollar los medicamentos para ello", añade
Tienen una mejor respuesta inflamatoria
Este proyecto no es el único que analiza cómo responden estos animales ante el virus. Otro trabajo, publicado esta vez en la revista Cell Metabolism, ha logrado ir un paso más allá e identificar parte de los motivos que propician esta respuesta inmune. Según han determinado este grupo de investigadores de la Universidad de Rochester, en Estados Unidos, la clave puede estar en su capacidad para controlar la inflamación, que es un sello distintivo de la enfermedad y el envejecimiento.
La inflamación es un sello distintivo del proceso de envejecimiento y las enfermedades relacionadas con la edad, incluidos el cáncer, el Alzheimer y las enfermedades cardiovasculares. Los virus, incluido el Covid-19, son un factor que puede desencadenar la inflamación. En los animales, normalmente la esperanza de vida de una especie se correlaciona con su masa corporal, por lo que cuanto más pequeña es una especie, más corta es su vida útil, y viceversa. Sin embargo, muchas especies de murciélagos tienen una vida útil de 30 a 40 años, lo que, según los investigadores, es "impresionante" por su tamaño.
"Con la covid-19, la inflamación se vuelve loca y puede ser la respuesta inflamatoria la que está matando al paciente, más que el virus en sí. El sistema inmunitario humano funciona así: una vez que nos infectamos, nuestro cuerpo emite una alarma y desarrollamos fiebre e inflamación. El objetivo es matar el virus y combatir la infección, pero también puede producirse una respuesta perjudicial ya que nuestros cuerpos reaccionan de forma exagerada a la amenaza", han argumentado.
No obstante, esto no ocurre con los murciélagos porque, a diferencia de los humanos, estos animales han desarrollado mecanismos específicos que reducen la replicación viral y también amortiguan la respuesta inmune a un virus. El resultado es un equilibrio beneficioso: sus sistemas inmunes controlan los virus pero, al mismo tiempo, no generan una fuerte respuesta inflamatoria.
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