La detección de una mutación del coronavirus en Dinamarca ha alertado al Gobierno y los expertos del país, pues podría suponer un gran revés para las vacunas que se están desarrollando y podría modificar su agresividad y transmisión.
El centro danés de referencia para enfermedades infecciosas, el Instituto Statens Serum (SSI), y la Organización Mundial de la Salud (OMS) indicaron hoy que aún es demasiado pronto para comprender lo que supone esta variante del Sars-CoV2, pero el Ejecutivo danés ha tomado rápidamente medidas por "prevención".
Entre las decisiones está el sacrificio de todos los visones en cautividad, pues esto animales están ligados a las mutaciones, y el cierre perimetral durante cuatro semanas de los siete municipios con más casos, donde se encuentran muchos centros de cría de estos animales.
El ministro danés de Exteriores, Jeppe Kofod, aseguró en una rueda de prensa junto a expertos convocada para medios internacionales que el objetivo de Copenhague con estas medidas es "adelantarse a los acontecimientos", sobre todo ante el "riesgo" que supone un virus mutado.
Actuar "con rapidez" y "a tiempo"
La responsable del Departamento de Epidemiología y Prevención de Enfermedades Infecciosas del SSI, Tyra Grove Krause, explicó que las mutaciones suponen un riesgo potencial y que, aunque por el momento no se ha podido confirmar ninguno, en una pandemia es preferible anticiparse.
"Con esta preocupación hay que empezar a evitar la transmisión. Hay que actuar rápido. Aunque por supuesto también hay que hacer todos los estudios necesarios para ver si la preocupación es real", afirmó.
La experta explicó que ha detectado que el Sars-CoV2 se ha transmitido del ser humano a visones criados en granjas y que en estos animales se han detectado hasta cinco mutaciones distintas del patógeno.
Además, señaló que al menos 214 personas se han contagiado de vuelta con estas variantes del coronavirus en Dinamarca, entre los que destacan los trabajadores de estos centros de cría de visones.
De las cinco mutaciones, agregó Krause, la llamada "Cluster 5" (con 12 humanos infectados por esta variante) es de especial interés para los expertos porque presenta modificaciones que afectan a la espícula viral (peplómero) del coronavirus, los múltiples 'brazos' con los que el patógeno se engancha a las células de su huésped para replicarse.
Esto es relevante porque la mayoría de vacunas en las que se está trabajando actualmente contrarreloj para atajar la pandemia se centran en esos brazos, pues buscan impedir que el virus se replique, impidiendo de facto la enfermedad.
La mutación "podría significar que las vacunas serían menos efectivas contra estas variantes del virus", argumentó Krause.
Además, en los ensayos realizados hasta el momento se ha comprobado que estas cinco mutaciones mostraron "una menor sensibilidad" ante los anticuerpos de pacientes humanos que habían superado la enfermedad.
La OMS, no obstante, ha llamado a la calma. En una rueda de prensa en Ginebra su científica en jefe, Soumya Swaminathan, ha asegurado que es "demasiado pronto" para entender las implicaciones de estas mutaciones y apuntó que, por lo que se sabe hasta el momento, no parece que modifiquen el comportamiento básico del Sars-CoV2.
El director de Emergencias Sanitarias de la OMS, Mike Ryan, agregó que es habitual que se produzcan mutaciones en una pandemia "en la que hay millones de infectados" y que también son frecuentes los contagios cruzados entre seres humanos y animales en cautividad.
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