Los ciudadanos de Países Bajos que quieran acudir a restaurantes, eventos deportivos o instalaciones culturales deben presentar desde este sábado el pase de vacunación contra la covid-19, una prueba diagnóstica negativa o un certificado de haberse recuperado de la enfermedad.
Tendrán que presentar el documento las personas con edades superiores a los 13 años. Aquellos que no estén vacunados o no hayan pasado la enfermedad pueden realizarse el 'test' necesario para entrar en estas instalaciones de forma gratuita en centros dedicados a tal fin.
La normativa ha levantado controversia en Países Bajos. Propietarios de restaurantes de varias ciudades ya han anunciado que no validarán los pases, alegando falta de personal y miedo a posibles agresiones o amenazas por parte de los clientes. Por su parte, los antivacunas ya han anunciado protestas para este sábado en La Haya.
Restricciones de libertad
De acuerdo con una encuesta encargada por las autoridades holandesas, casi un tercio de la población cree que la normativa restringe su libertad "demasiado". No obstante, otro 30% apoya la medida.
La obligatoriedad del pase llega después de que el Gobierno de Países Bajos haya suprimido la distancia social de 1,5 metros. "Estamos emprendiendo pasos claros que llevan hacia una sociedad sin medidas restrictivas por el coronavirus", ha justificado este viernes el Gobierno holandés.
Las autoridades han decidido relajar algunas medidas a la luz de las bajas cifras de contagio y las altas tasas de vacunación contra la covid-19. Entre estas destacan que restaurantes, bares, tiendas, teatros y estadios pueden completar su aforo, la eliminación de las restricciones en escuelas y universidades o la obligatoriedad del uso de la mascarilla. Por su parte, las discotecas aún tienen que cerrar a medianoche.
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