Rusia cree que podría ser el primer país en comercializar la vacuna contra la covid-19, si bien acaba de presentar resultados correspondientes a la fase I de sus ensayos clínicos. La comunidad internacional, por su parte, ha recibido con cierto escepticismo esta noticia, sobre todo después de que se haya hecho público en medios internacionales los supuestos intentos de ciberespionaje por parte de servicios rusos a varias instituciones de Canadá, Reino Unido y Estados Unidos involucradas en el desarrollo de sus propias vacunas. Unas acusaciones que desde el Gobierno ruso han negado tajantemente.
Este lunes, el Ministerio de Defensa -que está desarrollando la vacuna junto al Centro Nacional de Epidemiología y Microbiología Gamaleya de Moscú- ha hecho públicos los resultados de la primera fase de sus pruebas clínicas en humanos. En ellas han participado una primera tanda de 38 personas, todos ellos militares voluntarios. Según el comunicado emitido por Defensa, las pruebas "muestran de manera inequívoca que todos los voluntarios desarrollaron una respuesta inmunitaria como resultado de la vacuna". Lo que no está claro es qué grado de inmunidad confiere la candidata rusa.
Por otro lado, aseguran que no ha causado complicaciones ni efectos secundarios o reacciones indeseadas. No obstante, se trata de la primera fase de los ensayos clínicos en humanos, por lo que al aumentar la muestra de voluntarios todavía pueden detectarse efectos secundarios. De acuerdo con el comunicado, los participantes en los ensayos clínicos fueron vacunados el pasado 23 de junio y han sido dados de alta.
Ahora, los investigadores rusos comenzarán la fase II de sus ensayos clínicos el próximo 4 de agosto. Si estos salen bien, iniciarán de manera automática las pruebas de fase III, en los que participarán miles de personas a finales de verano, tanto en Rusia como en dos países de Oriente Próximo sin especificar, aunque se estima que uno de ellos será Arabia Saudí.
Desde el Gobierno ruso se han mostrado muy confiados con el proyecto. Hace apenas unos días, el director del Fondo Nacional de Inversiones Directas de Rusia (RDIF, por sus siglas en inglés), Kirill Dmitriev, anunció en declaraciones a la agencia de noticias Reuters que esperan que la vacuna pueda aprobarse en agosto en Rusia y estar lista para comercializarse internacionalmente tan pronto como septiembre, lo que la convertiría en la primera vacuna en salir al mercado.
¿Qué tiene que ver la RDIF con la vacuna? Bien, se trata del fondo soberano ruso, una organización gubernamental de propiedad estatal que controla una serie de activos financieros, tanto nacionales como internacionales. Además de haber financiado la vacuna, la RDIF también ha invertido importantes cantidades de dinero en la empresa que fabrica el Avifavir, el primer tratamiento contra la covid-19 aprobado en el país.
"Creo que basándonos en los actuales resultados, la vacuna se aprobará en Rusia en agosto y en algunos otros países en septiembre", aseveró Dmitriev. La realidad es que los procesos de aprobación en Rusia son mucho más rápidos que Estados Unidos o en Europa. De hecho, Avifavir ha sido uno de los primeros tratamientos en aprobarse contra la covid-19 a nivel internacional. Según ha apuntado el director del fondo nacional ruso, hay varios países de Oriente Medio que ya han manifestado su interés en hacerse con la vacuna rusa.
De acuerdo con las declaraciones del director de la RDIF, esperan poder producir en torno a 30 millones de dosis de su vacuna experimental este mismo año y ampliar la producción de cara a 2021 a 170 millones de dosis, que exportarán en su mayoría. Para ello, han alcanzado, según Moscú, al menos cinco acuerdos de producción internacional.
La polémica por el supuesto espionaje ruso a Oxford
A día de hoy, hay más 100 candidatos para la vacuna de la covid-19. A la cabeza de la carrera internacional va el proyecto británico, desarrollado por la Universidad de Oxford en colaboración con la farmacéutica AstraZeneca, que este mismo lunes anunciaba resultados muy positivos en sus ensayos clínicos de fase I/II. A día de hoy está testando la vacuna en más de 15.000 personas.
El anuncio de Rusia no ha despertado demasiada expectación en la escena internacional, que todavía sigue centrada en las acusaciones contra el Kremlin, al que relacionan con un grupo de piratas informáticos que en las últimas semanas han atacado a varios científicos británicos que trabajan en la vacuna de la universidad de Oxford.
Hace unos días, el Centro de Ciberseguridad Nacional del Reino Unido (NCSC) emitió una alerta este pasado jueves de que un grupo de hackers vinculados a agencias de inteligencia rusas tienen como objetivo de sus ataques a científicos británicos. En un comunicado que fue realizado de manera conjunta con la agencia de seguridad nacional de Estados Unidos y la autoridad canadiense de ciberseguridad -el Canadian Communication Security Establishment-, el NCSC indicó que los ataques contra científicos nacionales forman parte de una campaña global del grupo APT29, que busca usurpar los secretos de la búsqueda de la vacuna. APT29, también conocido como "The Dukes" o "Cozy Bear", es un grupo de piratas informáticos que ha sido vinculado con la inteligencia rus.
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