Durante la crisis sanitaria derivada del coronavirus se ha producido un importante incremento de la telemedicina en España. Todas las comunidades autónomas habilitaron números de teléfono para que aquellas personas que presentasen síntomas de la covid-19 llamasen y se les pudiera hacer un seguimiento para su diagnóstico. También la recomendación de que los pacientes no acudiesen durante la pandemia a los centros sanitarios para no colapsarlos 'obligó' a los profesionales a buscar alternativas para poder atenderlos a distancia.
Ya hace un año el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, mencionó en un comunicado que es "fundamental" aprovechar herramientas como la telemedicina "para alcanzar la cobertura sanitaria universal". "No son un fin en sí mismas, sino herramientas esenciales para promover la salud, preservar la seguridad mundial y servir a las poblaciones vulnerables", defendió.
"Queda todo por hacer"
Sin embargo, Javier Sanz, médico de familia y coordinador de nuevas tecnologías de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN), denuncia en conversación con Vozpópuli que la situación actual de la telemedicina en España "es la misma que hace 20 años".
En su opinión, la falta de inversión en atención primaria "da muchísima pena". "Queda todo por hacer", afirma, y pone como ejemplo la situación a la que se enfrenta, en su caso en la Comunidad valenciana, trabajando con ordenadores "de hace casi dos décadas".
Mantener la telemedicina en la 'nueva normalidad'
Desde la Asociación Española de Pediatría (AEP) destacan el aumento de la telemedicina durante la crisis del coronavirus e instan a que no se olviden, durante la 'nueva normalidad', "los recursos que ha aportado". "Sus ventajas administrativas y de gestión han sido notables tanto en la Atención Primaria como hospitalaria", apuntan en un comunicado.
Mara Garcés, pediatra de Atención Primaria y miembro del Comité Asesor de Vacunas de la AEP (CAV-AEP), defiende que la telemedicina permite, entre otras cosas, "optimizar los tiempos en la consulta" y posibilita que solamente fueran presenciales "aquellas consultas que eran estrictamente necesarias". "Debemos aprender de la telemedicina para no bloquear las consultas médica", subraya.
Con esto último coincide Sanz. En su opinión pueden combinarse perfectamente las consultas telefónicas con la asistencia de los pacientes a los centros hospitalarios, pero hace hincapié en que hay motivos, como el seguimiento de un tratamiento, por los que no es necesario acudir a la consulta.
Sanz destaca la importancia de distinguir entre lo que es una urgencia y lo que no, y cree que con la crisis del coronavirus la gente ha comenzado a concienciarse. "Antes parecía que las urgencias no eran urgencias, sino que el modelo que hay por la mañana se prolonga en el tiempo todo el día. Tienes un médico disponible para cualquier cosa", concluye.
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