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La pandemia arruina a los médicos privados: ocho de cada diez perdieron un 80% de sus ingresos

La pandemia del coronavirus provocó el cierre de incontables clínicas privadas cuya actividad no se consideraba esencial durante la emergencia sanitaria. Las consecuencias para los profesionales que trabajan en estos

La pandemia del coronavirus provocó el cierre de incontables clínicas privadas cuya actividad no se consideraba esencial durante la emergencia sanitaria. Las consecuencias para los profesionales que trabajan en estos centros, son nefastas. Según un estudio, ocho de cada diez afirman que han visto reducidos en más de un 80% sus ingresos desde el inicio del estado de alarma al ser incluidos en ERTEs o no haber podido prestar su servicio con normalidad. Entre los más perjudicados, los que no podían atender a sus pacientes mediante la telemedicina, como los fisioterapeutas.

El 78% de los profesionales médicos que trabajan en sanidad privada han visto mermados sus ingresos desde el inicio del confinamiento. Es uno de los principales datos de un estudio elaborado por Medical Admin, una plataforma de encuentro para profesionales y centros médicos. La encuesta, explican desde la plataforma a Vozpópuli, se ha llevado a cabo tanto a profesionales autónomos con consulta propia privada (fuera de un centro médico) como a autónomos en régimen de alquiler en clínicas y también entre quienes tienen nómina en un hospital o centro privado. 

Hay que recordar que, en marzo, con España asolada por la pandemia de la covid-19, el Gobierno -en aplicación de las competencias que le otorgaba el estado de alarma-tomó el mando de la sanidad privada y puso sus recursos a disposición de las autoridades autonómicas para utilizar todas sus instalaciones en la lucha contra la el virus. 

Cierre parcial o completo de las clínicas

Las conclusiones del estudio indican que muchos de esos centros privados, calificados de atención no esencial durante la pandemia, se vieron obligados a un cierre parcial o completo y a restringir el acceso de pacientes desde el comienzo de la emergencia sanitaria. El estudio subraya que los municipios con más de 100.000 habitantes fueron los más afectados al concentrar un mayor número de hospitales designados a la lucha contra la covid-19.

En aquellos días, los médicos que compaginaban visitas en la sanidad pública y privada se vieron obligados a renunciar a un porcentaje de sus pacientes. La gran carga de trabajo obligó a muchos sanitarios a realizar horas extras o dobles turnos ocasionando "un gran desgaste en estos profesionales que además ha impedido que compaginaran su servicio en la sanidad privada", remarcan desde Medical Admin.

Tal y como explica a Vozpópuli  Albert Soro, CMO y co-fundador de Medical Admin, el porcentaje de médicos que compaginaban su trabajo en sanidad pública y privada era de un 73% en el caso de los médicos. "En el resto de profesiones, el porcentaje era mucho más bajo debido a que las ofertas públicas suelen ser muchísimo más bajas y han de dedicarse exclusivamente a la salud privada", añade Soro. 

Una nueva forma de negocio

Soro expone un panorama radicalmente diferente en la sanidad privada en el que "las clínicas convencionales son conscientes de la forma en la que ha venido trabajando  (con profesionales en nómina, grandes espacios o trabajar exclusivamente con 2 o 3 profesionales concretos) está mermando sus ingresos y son conscientes que tienen una necesidad de cambio que a la vez temen". Al final, señala, los centros "son conscientes que en un futuro necesitarán espacios más reducidos, con menos profesionales fijos y el uso de estos espacios por horas".

Los honorarios cada vez más reducidos que pagan las aseguradoras, el aumento de las videoconsultas o el encarecimiento de los alquileres, han cambiado el modelo de negocio de las clínicas privadas

Entre los factores que les han llevado a esta situación cita los honorarios cada vez más reducidos que reciben de las aseguradoras, el aumento de las videoconsultas o el encarecimiento de los alquileres. "Al final aquellas clínicas que sobrevivan serán las que abracen el cambio. Muchos profesionales aplauden el hecho de poder tener espacios itinerantes para estar más cerca de sus pacientes evitando que se desplacen de una punta de la ciudad a la otra o entre ciudades, como es el caso de muchos profesionales, con cierta consolidación en su carrera que por ejemplo, un día atienden en Barcelona y otro en Madrid". 

Fisios o terapeutas, los más perjudicados

La muestra de Medical Admin abarca toda la red de profesionales del sector salud con los que  esta plataforma trabaja: médicos (alergólogos, dermatólogos, cardiólogos, neurólogos, digestivos, urólogos, anestesistas, ginecólogos, psiquiatras, pediatras, estéticos...), fisioterapeutas, psicólogos, pedagogos, dentistas, higienistas o nutricionistas, entre otros. 

Según el  estudio, los profesionales que más acusaron esa situación fueron los fisioterapeutas, osteópatas y terapeutas porque su actividad necesita de la presencia del paciente. En concreto, este colectivo de profesionales afirma que han registrado un descenso del 70% de clientes pasando de una media de 8 visitas al día a apenas superar los 2 pacientes en su consulta actualmente.

Algunos de esos profesionales, dice Albert Soro, "han recuperado levemente su actividad pero, sin duda, no se aproxima a la que tenían previa a la pandemia. Los pacientes siguen teniendo miedo al contacto físico".Admite que, tras la 'desescalada' en algunos centros están comenzando a recibir visitas relacionadas, por ejemplo, con dolores de espalda o lesiones, pero, sobre todo entre los pacientes más mayores, los más habituales en las consultas de los fisios, sigue existiendo recelo a acudir a la consulta. 

Cerca de un 10% de los fisioterapeutas afirma que se ha visto obligado a desprenderse de despachos independientes donde operaban antes de la pandemia 

Por otro lado, precisa, algunas clínicas también han comenzado a constatar la llegada de pacientes porque hay quien ha contratado "mutuas para consultas de tipo ambulatorio o de Atención Primaria ya que temen ir al hospital o a los centros de salud por los contagios".

Asismismo, en el caso de los fisioterapeutas, cerca de un 10% afirma que se ha visto obligado a desprenderse de despachos independientes donde operaban antes de la pandemia  al no poder asumir los costes fijos y están apostando ya por nuevas opciones como las de compartir espacios con otros profesionales.

El triunfo de la videoconsulta

La situación excepcional debido a la pandemia ha acelerado también la consolidación de nuevas tecnologías en la sanidad. Los procesos asistenciales que no requerían la exploración del paciente, y se realizaron mediante videoconsulta, se han incrementado en un 330%, apuntan desde la plataforma. 

Un clarísimo antes y después, indica Alberto Soro, ya que, antes "era una tecnología que se solía usar sólo en casos especiales, como consultas de psicología o pedagogía". Ahora, detalla, la mayoría de los centros encuestados han pasado de no tener contratado el servicio de videoconsulta "a usarlo casi de manera exclusiva para la atención de sus pacientes". 

Psicólogos, ginécologos y traumatólogos han sido los profesionales más solicitados en este formato que, subraya, reduce a sólo un 30% las visitas indispensables del paciente a la consulta. ¿Marcará la telemedicina la atención sanitaria en un futuro?. Según el co-fundador de Medical Admin "es una cuestión compleja de predecir. Más que una tendencia, es una herramienta de trabajo para los profesionales que ha venido para quedarse y que además les permite atender a más pacientes por hora. Han invertido tiempo, dinero y esfuerzo para reinventarse digitalmente y es algo aplaudido por muchos pacientes". 

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